En el previo de “The Race of His Life”, vigesimotercer episodio y último de la segunda temporada de “The Flash”, van a estar presentes todos los elementos necesarios para dotar de sentido lo revelado anteriormente. Tenemos la introducción de Jay Garrick y Zoom, las intenciones de que el archivillano sea el corredor más rápido de cualquier mundo conocido, las vibraciones de Cisco Ramon que identificaban a Jay como Zoom, la incógnita respecto a la identidad del hombre de la máscara de hierro, la relación de Iris West y Barry Allen, las pretensiones de Zoom por conquistar todas las Tierras del multiverso, el ‘final del mundo’ divisado por Cisco y, evidentemente, la muerte de Henry Allen a manos de Hunter Zolomon… Volvamos a ese fatídico y trágico momento para sentir en nuestros corazones el grito ahogado de Barry ante el último suspiro de su padre. La familia es una debilidad y aquello que pretende Zoom es que la rabia y la venganza consuma al superhéroe, que se equipare ese lado oscuro que ambos comparten ocasionado por un mismo trauma y que se fusionen esos dos polos opuestos posicionados en el bien y el mal respectivamente. Zoom tiene dos estrategias en ciernes que unidas resultan un tanto confusas: la primera es hacer que su (otro) doppelgänger en Tierra-1 (Barry Allen) acabe quebrando sus propios principios y pase al ‘lado oscuro’ de la Fuerza (de la Velocidad) mientras que, simultáneamente, desea destruir todas las Tierras infinitas (menos aquella que es el centro del multiverso) para convertirse así en el corredor más rápido de todos. Esa mezcla de locura y megalomanía pudiera ser bastante cuestionable, aunque los escritores nunca nos han engañado respecto a Hunter Zolomon desde que conocimos la auténtica naturaleza e identidad de Zoom. Incluso alguien tan cerebral como Cisco admitirá que ese sinsentido de plan, completamente irracional, encuentra cierta coherencia si uno se mete en la mente de un tipo que conviene recordar iba a ser sometido a electroshocks en un psiquiátrico por ser un asesino en serie que había perdido el norte y la chaveta tiempo atrás. Aunque Barry consiguió equiparar su velocidad a la de Zoom, éste guarda ciertos ases en la manga que tampoco resultan novedosos. Uno de los conceptos introducidos en la presente temporada era el remanente de tiempo o, lo que es lo mismo, cómo Zoom logró estar en dos lugares a la vez y pasarse por el forro cualquier tipo de paradoja. Y el deleznable archivillano va a demostrar a Barry que no solamente desea asesinar a todos sus seres queridos sino que tiene un plan B para que éste abrace su ira y lo asesine, siendo un remanente de tiempo de Zoom aquel que se mate a sí mismo ante la decepcionante (?) decisión del corredor escarlata. Zoom sigue suelto y va consumar su plan para crear un (gran) Anillo para gobernarlos a todos… para encontrarlos… para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas. ¿Y qué hará The Flash en este punto cuando él es realmente la pieza clave (de nuevo) en las maquinaciones megalomaníacas de su némesis? Repasemos “The Race of His Life”.