Hemos llegado al sexto episodio de la segunda temporada de “Fear the Walking Dead” y es difícil todavía leer las intenciones del spin-off de AMC ya que desconocemos hasta qué punto estamos ante arcos argumentales temáticos o si, en realidad, hemos llegado al destino final de los protagonistas. ¿Volverán al barco y a surcar el océano? ¿Existen más opciones para encontrar un refugio donde empezar de nuevo? Podemos entender que la serie ha esbozado un viaje de un grupo de familias bajo la batuta e intenciones de un protagonista carismático como Victor Strand para completar la reunión de éste con un ser amado; habiendo revelando sus intenciones progresivamente y de manera bastante opaca. Un largo camino ha llevado a nuestros protagonistas a enfrentarse consigo mismos, sabiendo ya el precio que cuesta sobrevivir en un mundo amoral donde los otros supervivientes pueden ser más peligrosos que los muertos vivientes de un Apocalipsis Zombie. Es, en realidad, un discurso ya manoseado por “The Walking Dead” y creo que su spin-off comienza a aportar ciertas novedades a partir de “Sicut Cervus”, envolviéndose en caos y muerte e incluso dejando ese yate llamado Abigail detrás. Nos vamos a una iglesia del pueblo y objetivo de nuestro grupo de protagonistas, donde el sermón de un cura en una iglesia anima a sus feligreses a luchar frente a esa nueva amenaza monstruosa que se cierne sobre ellos. Tras tomar uno por uno la hostia consagrada, y armarse para acabar con los zombis, veremos a Thomas Abigail llegando al lugar para tratar detener al cura como a su congregación, siendo testigo de cómo todos ellos comienzan a caer como moscas derramando sangre por sus ojos. ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué se van a encontrar Madison y compañía?
“Sicut Cervus” decide sumergirse en el ritmo y caos inicial para ofrecer una premisa que haga saltar por los aires todo lo establecido anteriormente a la serie. Sabíamos que los tripulantes de la Abigail tendrían que hacer frente a la flota que vigila la frontera mexicana mientras lidian con otros dramas interiores. Y ahí aparece la figura de Chris Manawa. Entendemos que los escritores desean hacer a sus personajes mucho más interesantes y ya conocíamos en “The Walking Dead” que únicamente los más fuertes (de mente) sobreviven. Los nuevos hijos de este reino postapocalíptico puede ser desde juguetes rotos (Carl o Enid) o monstruos como Lizzie Samuels. En el caso del hijo de Travis vimos cómo desde la muerte de su madre ha ido cayendo en una espiral ciertamente peligrosa, culpándose a sí mismo del abordaje de esos piratas y asesinando a sangre fría posteriormente a Reed sin que éste estuviera infectado. Ese problema del joven va a despuntar en el episodio y provocar una crisis entre Madison y Travis, ya que Chris se quedará congelado observando a su ‘madrastra’ ser víctima del forcejeo con un infectado y ser salvada in extremis por Alicia. La hija de Madison recriminará a Chris su comportamiento ya que no sabe si realmente estaba observando una secuencia grotesca y, para colmo, las amenazas del hijo de Travis incendian una ya volátil relación haciendo que surjan sus posicionamientos respecto al pasado de ambos y el apoyo que éste siempre dio a los continuados contratiempos de Nick. Con hombres y mujeres compartiendo dormitorio, Chris acabará entrando en la habitación para tratar de hablar con Alicia pero tanto madre e hija se encontraban durmiendo. No sé hasta qué punto resulta creíble la situación o la capacidad de saber qué grado de enfermedad mental acomete al joven, que acabará cogiendo un cuchillo que se hallaba en la mesita de noche…
Antes del clímax final, vayamos a repasar qué ocurrió antes de la llegada de Strand y los suyos a la costa de México, ya que la situación acabó mal desde que Luis observó que esos oficiales militares que visitaron su barco activaron varias alarmas. Madison y los demás se ocultaron en la sala de máquinas alejados de una cubierta que rápidamente se convirtió en un tiroteo entre los militares y Luis, ya que éstos querían registrar Abigail para saber si había infectados. Utilizando el fuera de campo como recurso, Luis será mortalmente herido y trata de vincular un medallón con la cara de un búho con su madre, siendo Nick aquel que escuche sus últimas palabras mientras que Daniel tirará ese medallón al océano como si el mal estuviera presente en tal objeto. Luis ya dejó caer que su incombustible madre estaba como pez en el agua en el apocalipsis zombi y “Sicut Cervus” desea presentar a Celia Flores y aportar ese condimento de acción al descubrir el grupo de Strand a esa congregación de la parroquia que vimos al comienzo del episodio completamente infectada. ¿Quién puede matar a un niño? Pensemos en el que conflicto de acabar con la vida de un muerto viviente es complicado cuando es un ser conocido y si también se trata de una pequeña criatura. Ese mismo material es utilizado para desvelar un conflicto de Daniel respecto a su pasado mientras que en Nick se activarán otra serie de mecanismos para vincularlo con el ‘culto’ que profesa Celia. Strand, por su parte, trata de encontrar a su amado Thomas en el lugar y finalmente hallará respuestas al llevar al grupo a la finca sellada de su amante donde todos los protagonistas conocerán a la madre de Luis, Celia, y la nueva política de no portar armas dentro del lugar. Celia, además, no parece inmutarse respecto al destino fatal de su hijo ya que únicamente le preocupa si sigue ‘vivo’ ya que así encontrará un camino de regreso. No es novedoso aquello que vamos a presenciar al recordarnos bastante a la granja de Hershel Greene y el planteamiento del provecto protagonista de “The Walking Dead” en aquel entonces.
Celia es un personaje interesante en el sentido de todo aquello que puede aportar ya que, para empezar, la percepción de la mujer respecto a la muerte siempre ha sido que los propios muertos han caminado entre ellos toda la vida. Simplemente, ahora pueden verlos… Madison, en ese aspecto, no sabemos si tiene celos de la conexión entre su hijo Nick con la madre de Luis o, por el contrario, sabe que su hijo es fácilmente impresionable y no quiere que nadie se entrometa en su ya débil mente. Veremos cómo Nick recuerda en clave de flashback esa imagen inaugural de la propia serie regresando a esa iglesia de Los Ángeles… Celia, además, venera a los caídos y piensa que es un tránsito del ser humano, siendo la idea que “Sicut Cervus” vincule a Daniel con esa mujer que talló en el tronco de un árbol ese símbolo aparecía en el medallón de su hijo, comprendiendo también por qué no deseaba que nadie acabara con su sufrimiento pulverizando su cráneo. Daniel descubrirá que Celia tiene en la bodega a muchos infectados debido a que son familiares de las personas que trabajan en la finca. Daniel también se dará cuenta de que fue Celia aquella que envenenó a la congregación que seguramente pretendía acabar con los infectados que mantenía con ‘vida’ la mujer y su política contra las armas en la finca ahora encaja en tal patrón. No sabemos si es que Celia tiene poderes espirituales respecto a los muertos pero también divisa que Daniel tiene deudas pendientes con los difuntos y presumiblemente con las víctimas de su pasado. Strand también tendrá que tomar otra decisión importante en este capítulo ya que descubrirá que Thomas fue mordido (seguramente por uno de los infectados de Celia) y quiere pasar todo el tiempo junto a su amado antes del final. Strand incluso medita la posibilidad de un suicidio para morir junto a Thomas y Celia ve con buenos ojos tal opción, aunque Strand finalmente decide poner fin al drama disparando en la cabeza a Thomas e impulsando una serie de mecanismos. Para empezar, el sonido despierta a Madison y Alicia para que vean a Chris sujetando un cuchillo en su propia habitación y se activen todo tipo de aprensiones. Chris saldrá corriendo del lugar sin que sepamos cuáles eran sus intenciones o simplemente fue víctima de las circunstancias. También desconocemos cómo se tomará Celia la muerte de Thomas a manos de Strand y la cobarde (?) decisión final de éste, pero de lo que sí estamos completamente seguros es que se avecina una gran tragedia en el lugar…
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Muy buena reseña! Ojala empiece a repuntar esta serie. Soy un gran seguidor de TWD y obviamente de todo lo que tiene que ver con ella pero en cada capítulo de Fear me deja esperando algo mas, no llena. Igual la sigo y seguiré esperanzado que remontara! Saludos
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