lunes, 9 de mayo de 2016

8

Juego de Tronos (6x03) Oathbreaker: «Mi guardia ha terminado».


A partir de ahora en adelante, el 1 de mayo se celebrará la resurrección de Jon Nieve y en cierta medida el poder de la audiencia para hacer despertar a aquellos que perecieron. No esperen respuestas porque pudieran quedar tan desterrados como sus expectativas y esta sexta temporada de “Juego de Tronos” desea bascular entre la mitología que propiciaron los arcos argumentales presentes, como en los márgenes de un sentimiento de un gran todo. Tal prontuario ha sido articulado desde tantos inimaginables frentes que nos convertimos en ese punto de vista de los créditos iniciales, volando sobre un gran mapa a modo de que seamos capaces de reconstruir un puzle todavía en construcción. En cierto modo, la serie seguía todavía lastrada a esa Guerra de los Cinco Reyes que concluyó con la muerte de Balon Greyjoy en Home” (6x02) y, ahora, el camino se ha abierto para establecer el marco de un relevo generacional sin que sepamos todavía el alcance de unos enfrentamientos todavía sin definirse completamente. Obviamente la resurrección del Lord Comandante de la Guardia de la Noche era un concepto previsible a tal fin y los escritores aprovecharon para esculpir a un personaje tan cuestionado como Melisandre. Su crisis de fe, al comprobar que las llamas se equivocaban, fue parte de un complemento hasta llegar a posar sus manos sobre el cuerpo sin vida de Jon Snow e incluso declinar la utilización del alto valyrio para rogar con el lenguaje común e implorar a R'hllor una resurrección condenada a la soledad y al suspense. ¿Por qué tiene que volver Jon Nieve? ¿Cuál es su destino? ¿Encontraremos respuestas en esa oscuridad que le rodeo durante su ausencia? “Oathbreaker”, tercer episodio de la sexta temporada de “Juego de Tronos”, desea ir posicionándonos en todos esos frentes que van a ir desarrollando un mural en el que se insinúan sus elementos y piezas, como si Invernalia y el Muro fuera determinantes para el destino de todo Poniente. No esperen tampoco grandes avances ya que el progreso trata de tomarse su tiempo, justificando cada perspectiva y punto de vista, dejándonos ciertas interpretaciones y matices de una historia que está acabando de escribirse. Es cierto que existen dos grandes bloques amenazadores que se ciernen sobre ese ‘Renacido’. El primero lo conforma lo humano en su versión más depravada y psicótica (Ramsay Bolton), mientras que el segundo sigue siendo ese ejército de los Otros liderados por el Rey de la Noche del que todavía seguimos sin tener noticias o, simplemente, acecha en las gélidas sombras hasta dar su golpe de gracia. «Se acerca el invierno» y nos los recordaron desde el primer episodio de “Games of Thrones”. No obstante, esa noción glacial siempre ha estado presente en los arcos argumentales de la Guardia de la Noche, los salvajes e Invernalia, integrando un bloque que está condenado a diluirse en un mismo frente. ¿Qué más nos ha dejado “Oathbreaker”

Hasta que Sansa Stark y Brienne of Tarth lleguen al Castillo Negro ―y veamos qué sucede cuando aquella que asesinó con su magia negra a Renly Baratheon se encuentre con su justiciera tras su muerte―, el foco de interés es el regreso de Jon Nieve siendo la cara de Davos Seaworth (e incluso de Fantasma) un poema a tal efecto. El Renacido ya está aquí, ha regresado… y se despierta en la cámara del Señor Comandante, palpando sus heridas y denotando ese instaurado sentido de la fragilidad del ser humano ante la percepción de la muerte. Melisandre espera respuestas pero únicamente se topa con el plano terrenal. Jon Nieve sabe que fue traicionado y acuchillado, que no debería estar allí de vuelta, como si esa oscuridad que le envolvió fuera el manto respecto a su destino. No fue a ningún sitio ni vio nada… Nada es la respuesta. En realidad, Melisandre vuelca aquí la teoría del papel del bastardo respecto a ese príncipe prometido por R'hllor que finalmente no encarnó Stannis Baratheon. Esa mecánica de Davos y Melisandre, rodeando al nuevo icónico objeto del deseo, quiere tratar de leer la situación desde el deus ex machina («Esto es una puta locura») para transportarnos a ese discurso respecto al regreso y la segunda oportunidad: («Pues fracasad de nuevo»). ¿Qué hará Jon Nieve con esa posibilidad del retorno para enmendar sus errores? Pensemos que aquí el enfrentamiento es sobre dos personajes (Alliser Thorne y Lord Snow) que han hecho lo correcto y han fracasado con la ligera diferencia, evidentemente, de que uno ha sido capaz de regresar de la muerte y otro será incinerando. El Lord Comandante de la Noche es considerado como una especie de dios pero Tormund Matagigantes vuelve a incidir sobre ese prisma terrenal mofándose del tamaño de su sexo como vía también de los escritores para tratar de filtrar algo de humor en esa nueva épica instaurada en “Juego de Tronos”. Y es que el retorno de la muerte de Jon Nieve podría sintetizarse en su abrazo con Eddison Tollett, como si la propia audiencia estuviera estrechando sobre sus brazos a ese personaje que se antoja fundamental en la batalla entre la vida y la muerte, entre el fuego y el más gélido infierno.


La sexta temporada de “Juego de Tronos” había declinado mostrar a algunos de los personajes que todavía tienen pendientes ciertas cuestiones y uno de ellos es Samwell Tarly. ¿Qué ocurrió con el inseparable compañero de Jon Nieve? Mientras que Gilly se muestra entusiasmada por esa aventura marítima, Sam estará bastante tocado por los efectos del mareo. Importa que aquí la serie encuentre una vía para ir atando cabos sueltos ya que, según nos recuerda Sam, en la Ciudadela no están permitidas las mujeres y en tal lugar el ‘cuervo’ no tiene aliados para saltarse las reglas. La única posibilidad es llevar a su familia a Colina Cuerno, su hogar, indicando que Gilly es su amante y Little Sam su bastardo. Aunque evidentemente estamos ante una de las tramas menos sólidas de “Oathbreaker”, era necesario recordarnos que alguien también desea completar su destino y hallar respuestas sobre esa amenaza que se cierne sobre Poniente, volviendo otra vez a esa historia sobre un relevo generacional continuando el legado del maestre Aemon Targaryen. 


Dentro de esa instauración de la mitología de la serie, los flashbacks de Bran Stark gracias al Cuervo de tres ojos van a ser fundamentales para entender la historia de Poniente y que las leyendas siempre esconden un lado oscuro. Tal vez esa impresión se solape al regreso de Jon Nieve o aquello que contarán los libros de fábulas y leyendas, enfrentando lo divino a lo terrenal. Si algo conocemos de Ned Stark es su obsesión respecto a su hermana y cómo se embarcó junto a sus hombres a la Torre de la Alegría, protegida por dos caballeros de la Guardia Real del Rey Loco. Pensemos en que esa contracrónica sobre Ser Arthur Dayne pasa por ver cómo aquel que se decía que fue el mejor espadachín que jamás viera Ned Stark fue derrotado por un herido cobarde (Howland Reed) que acabó con un rival superior apuñalándolo por la espalda. En realidad, toda esa secuencia vuelve a desvelar el potencial del show para retraernos hacia la mitología de la serie e ir completando nuestras propias teorías que quedarán nuevamente en punto muerto. La muerte de la Espada del Alba nos lleva ciertamente a un elemento con el que no contábamos: ¿puede Bran Stark reescribir el pasado desde el futuro o es tinta seca? Bran conseguirá llamar a su padre y que éste se detenga y observe ese grito como un eco perdido. No esperen encontrar respuestas sobre Lyanna en esa torre porque el Cuervo de tres ojos actúa aquí como una especie de guardián de los muchos secretos que nos aguardan. Bran, al igual que la audiencia, exige respuestas… y ese personaje que lleva allí atrapado en un árbol durante 1000 años nos vuelve a remitir a que Bran no estará todo el tiempo en esa cueva. Recordemos que una gran batalla está por librarse


Otros de los focos de interés era ver cómo Tyrion Lannister y Lord Varys se hacían con la situación de Meereen, volviendo a reproducir esa alianza pasada en Desembarco del Rey. Varys, tras dejar inactivo su paipái, va a desenmascarar a una prostituta llamada Vala que ayudó a los Hijos de la Arpía a masacrar a los Inmaculados y los Segundos Hijos en las acciones que vimos en la anterior temporada. Varys no es un monstruo y el concepto de la tortura le es complemente esquivo para conseguir sus objetivos. Sabe cómo presionar a esa mujer gracias a su hijo para garantizar a ambos un futuro en Pentos a cambio de información. Como suele ser habitual en las tramas alrededor de Tyrion, el humor suele ser un resorte de los escritores. Aquí le veremos tratando de socializar con Missandei y Gusano Gris con variopintos resultados y gracias a la interrupción de Varys salva el día… ya que si la verdadera historia del mundo es la de grandes conversaciones en elegantes habitaciones, aquella que protagoniza ese extraño trío puede dejarnos un tanto desconcertados. ¿O no es realmente la mejor metáfora de las tramas que protagoniza actualmente Tyrion Lannister? No hay mucho que contar pero su presencia es fundamental en el espectáculo. Amén de que ir viendo la construcción de alguien que pudiera ser un perfecto rey con algún elementos cuestionable como su alcoholismo. La cuestión es que aquellos personajes que están dirigiendo Meereen se den cuenta de que los antiguos amos de Astapor y Yunkai, con la ayuda de Volantis, han sido aquellos que han financiado a los Hijos de la Arpía. Una guerra dejaría a la propia ciudad a merced de cualquier amenaza al tener que combatir sobre distintos frentes. Tyrion tiene, como siempre, una idea y los pájaros (siempre de fiar) de Varys será los que den su mensaje. Veremos dónde llega todo esto. Recordemos que otra gran batalla pudiera estar por librarse y tanto el regreso de la Khaleesi como sus dragones bien pudieran ser determinantes. La función aquí tanto de Tyrion como de Lord Varys es ir allanando el camino para quebrar esa rueda de impositiva sumisión que subyace en la Bahía de los Esclavos. Los antiguos amos son los enemigos y únicamente si se tumban a todos de golpe podrán destruir esa espiral en la que todos se encuentran atrapados. ¿O aquí nos sorprenderán los escritores con una vía diplomática/política para resolver el conflicto y que esos reinos queden transformados bajo un sistema feudal que contente a los bandos enfrentados?


Por parte de Daenerys veremos cómo es conducida, por esos grandes cañones que vuelven a resaltar la hegemonía de “Juego de Tronos” en lo que gran producción se refiere, a Vaes Dothrak para ser ‘recluida’ en el templo de Dosh Khaleen. Que el personaje de Emilia Clarke sea despojado de su ropa vuelve a suspendernos en ese concepto cíclico respecto al inicio de la serie de HBO, como si esa joven princesa Targaryen creyera en aquel entonces que conquistaría junto con Drogo el mundo entero. El resto de viudas son esos reflejos de aquello que pudo ser… y nunca sucedió. Daenerys, por su parte, halló su propio destino en esa innumerable lista de nombres afines a su sino y logros pero ahora mismo no van a ser suficientes ya que son otros ‘hombres’ aquellos que escribirán el mismo. Para empezar, La Rompedora de Cadenas hizo algo prohibido como no acudir directamente al templo una vez Drogo murió y ese acto provoca que sean los propios khals aquellos que sentencien o no a Daenerys. Puede que se una al Dosh Khaleen o, por el contrario, le aguarde un sino mucho peor y más oscuro. Menos mal que Jorah Mormont y Daario Naharis van al rescate de la doncella… 


Desembarco del Rey se ha convertido en un almacén de pólvora y explosivos a la espera de unos pirotécnicos fuegos de artificio donde tendremos multitud de víctimas. Qyburn trata aquí de hacerse con el bastión de Varys, utilizando a esos niños que sirvieron a la Araña como pequeños pajaritos. El problema es que esos caramelos que reparte están condimentados con la presencia de su propia creación: Ser Gregor aka Ser Goldar meets Frankenstein. Los planes de Cersei surgen como un elemento previsible y moldeable ya que la Lannister utilizará el ya recurrente juicio con combate, escudriñándose en el poder de su campeón para acabar con cualquier rival. La venganza se sirve fría y Cersei desea saber quiénes son y dónde están todos aquellos que se mofen de su ‘paseo de la vergüenza’. Sus escoltas son la mencionada Montaña 2.0 y su hermano y amante Jaime y, de este modo, se ve con la fuerza para poder interrumpir al Consejo del que fue ‘expulsada’ tiempo atrás. El Gran Maestre Pycelle, Mace y Olenna Tyrell y, para concluir, su propio tío Kevan Lannister ―y actual Mano del Rey― no tienen ninguna inclinación a reincorporar a sus filas tal presencia. Ni siquiera una argucia de aquel que es el Comandante de la Guardia Real del rey Tommen es capaz de revelar cualquier atisbo de interés del Consejo Privado, que decidirá diluirse y/o abandonar la estancia de aquellos que se dan cuenta que no tienen el poder ni el control de la ciudad. En “Oathbreaker” interesa ver las relaciones que despliega el Rey Tommen, atrapado entre dos mujeres (Cersei y Margaery) y sobre todo en esa dicotomía que establece la Corona y la Fe. Pensemos que una de las virtudes de “Juego de Tronos” es presentar a antagonistas que consideran que hacen lo correcto de acorde a sus planteamientos. El Gorrión Supremo encaja como un ser que desea purgar esa ciudad que se había convertido en Sodoma y Gomorra y donde la diferencia de clases había conducido a la realeza a ejercer su más sádica versión (Joffrey Baratheon). Ese movimiento social bien pudiera estar inspirado en el cristianismo nacido en el seno de Roma como parte de una rebelión sobre ese poder establecido y opresor. La visita de Tommen se debe a que el Gorrión Supremo no permite a Cersei acceder al lugar donde se encuentra enterrada su hija Myrcella, despertando ese toque más Lannister del joven monarca. Pero aquí la idea es de nuevo contraponer el influjo de su madre al de la Fe Militante, explicando el Gorrión Supremo a Tommen que el amor de Cersei es lo único real y que nadie es más sabio que los dioses. No sabemos si el Rey tomará nota de esa lección (hay algo bueno en todos y lo mejor que se puede hacer es ayudar a los demás a sacar a relucir tal percepción) o asistirá de nuevo a las clases de su madre para tratar de que sea el hombre capaz de recuperar a su reina a golpe de rugido. La violencia da la impresión de que cada vez es menos opcional por mucho que la dialéctica y la retórica se hayan impuesto en este comienzo de temporada en Desembarco del Rey.


Esta temporada de “Juego de Tronos” tiene tantos focos de interés que “Oathbreaker” decide avanzar definitivamente con el entrenamiento de Arya en Casa de Blanco y Negro. ¿Conseguirá ser Arya esa otra persona (Nadie) y abandonar su pasado? Tal vez toda esa exploración sobre una secuencia de montaje nos lleva a establecer su dicotomía respecto a la muerte de Sandor Clegane y sus ansías de completar una venganza que se queda sin nombre. En realidad, hay uno con luz propia: Cersei Lannister. No sabemos si Arya esconde todavía un hueco por acabar con aquellos que la condenador o, por el contrario, el destino quería que acabará siendo adiestrada por Jaqen H'ghar. Si Arya es realmente Nadie no tendrá nada de qué temer y completará su entrenamiento tomando una taza de esa fuente envenenada que hará que recupere su vista y encauce el camino de Arya Stark como un nuevo despertar de su ser. Ya es Nadie, aunque tal acto esconda cuál será su inmediato futuro. Por cierto, ¿supondrá un spoiler de Arya afirmar que Jon Nieve es su medio hermano y dar a si pie a todas las teorías sobre Lyanna Stark?


La sinopsis de “Oathbreaker” revelaba que Ramsay Bolton recibirá un regalo y muchos nos negábamos a creer aquello que era la opción más lógica y previsible. Primero veremos cómo Smalljon Umber se reúne con el Guardián del Norte y su nuevo esbirro (Harald Karstark) para dejar claro que el nuevo eje del mal es Jon Nieve y su capacidad por convertir a los salvajes en el más peligroso ejército. Smalljon quiere destruir al bastardo y sabemos que los enemigos de los enemigos acaban siendo amigos… pese a que renieguen del vasallaje y los juramentos para posteriormente engendrar la traición como Roose Bolton. El miembro de la Casa Umber trae un regalo a un psicópata como prueba de su nueva alianza y no es otro que Osha y Rickon Stark, con la cabeza de Peludo (Shaggydog) para identificar al joven Stark y que las alarmas (y los gritos) sobre su destino salten al otro lado de la pantalla.




“Oathbreaker” incide de nuevo en la estructura habitual en esta temporada, dando protagonismo como arranque y cierre a las tramas del Castillo Negro. Ser Alliser Thorne ―y aquellos que le ayudaron en su motín y traición frente al Lord Comandante de la Guardia de la Noche― van a ser ahorcados en el patio. Aquí aterriza un torrente de elementos directos al fanservice ya que ese careo final esconde multitud de aristas todavía por pulirse. Alliser se da cuenta de que ha perdido su batalla pero que su muerte es el final del camino y que, en cambio, para Jon Nieve vuelve a repetir esa espiral que lo condenó sin posibilidad de disponer de un descanso eterno al servir a otros intereses que todavía no han sido revelados. Que Thorne no se arrepienta de lo que ha hecho nos revela el rostro silencioso de Olly repleto de ira interior. Es obvio que al otro lado de la pantalla el público esperaba un ajusticiamiento y el primer plano de esos semblantes gélidos y mórbidos son la justicia que requería los telespectadores. Ese toque macabro también detona que aquel que blande la espada del destino y la muerte decida romper la rueda, parafraseando a Daenerys Targaryen, y salirse de ese círculo eterno. De este modo, Jon Nieve entrega su capa de Lord Comandante de la Guardia de la Noche a Edd y deja claro a todos los presentes que su guardia ha terminado. Al fin y al cabo, el sino de Jon Nieve parte de ese consejo de Davos para fracasar de nuevo o, contrariamente, disponer de la posibilidad de reescribir la historia, de romper los juramentos siguiendo el propio título del episodio para buscar nuevos horizontes. ¿Reiniciará la cruzada de Stannis Baratheon o tiene en mente otra clase de epopeya que concierne a Invernalia? La sangre llama y, en breve, completaremos las piezas para que esa épica siga creciendo en nuestras pantallas.

P.D.: ¡Han matado a Peludo, HIJOS DE FRUTA!

P.D. 2 y ANEXO: Perdones mil por no incluir a mi negra en los créditos del post. Sin ella ver el episodio en directo no hubiera sido posible. Espero que me perdone y no ser víctima de su ira. 

Licencia de Creative Commons
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

8 comentarios:

  1. A pesar del flashback interruptus, lo que menos me importaba era como murió Ser Arthur, sino lo que pasaba dentro de esa dichosa torre, otro momento made in Spain para el recuerdo, pero aunque no lo muestren, se oye claramente a un bebe llorar, así que...

    Me gusta que Jon tenga claro que su lugar ya no es como Lord Comandante, ha muerto, su guardia ha terminado aunque haya vuelto a la vida, ya no es el bastardo que se convirtio en un hermano negro, veremos a donde le lleva esa nueva perspectiva.

    Por lo demás, todo normal, era obvio que los asesinos de Jon iban a palmar, ademas de que creo que a Tommen le quedan 2 telediarios como rey. ¿Cómo se librará Daenerys esta vez? ¿Otra vez un dragón vendrá volando?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Over!

      Creo que sería un fiasco para los escritores repetir recursos y tampoco beneficiaría a Daenerys ser rescatada cual doncella en apuros. Considero que la jugada es que los dothraki acaben respaldando a la Madre de Dragones y aquí puede surgir incluso un matrimonio. Y es que no sé hasta qué punto una fuga (a lomos de Drogon o por parte de sus rescatadores) posicionaría a Daenerys en el campo de batalla con otros enemigos. En cierto modo, los khals pueden que también estén interesados en Mysha aunque la esclavitud vuelve a ser ese elefante en la habitación.

      Jon creo que va a ocupar la lucha que dejó aparcada por estar en la Guardia de la Noche. Ahora puede recuperar aquello que le corresponde a los Stark y la llegada de Sansa va a accionar esos mecanismos contra Ramsay y los Bolton.

      Sí, hay un bebé llorando pero los flashbacks interruptus son el nuevo pan de cada día de GOT. :D

      Gracias por el comentario y saludos.

      Eliminar
  2. El único perjurio de este capítulo es el de Arya afirmando ser nadie. Ella es Arya Stark, y lo sabe. Y seguirá con su maldita lista.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantó cuando Jaqen H'ghar dijo que no tenía que temer nada de la fuente envenenada si realmente era Nadie y Maisie Williams hizo un estupendo trabajo para dejarnos en esa duda razonable. ¿Quién está utilizando a quién?

      Gracias por el comentario Vanessa y saludos bastardos.

      Eliminar
    2. Es cierto, Vanessa R, bien visto.

      Eliminar
    3. Ninguno de los dos tiene un pelo de tonto.

      Eliminar
  3. "Mi guardia ha terminado" el quid de la cuestión es que va a hacer Jon ahoray que repercusiones tendrá su resurrección, según ha explicado el escritor partes de la personalidad se pierden en este proceso.. Se convertirá en uno de los otros? Cambiará por alguien sanguinario y frío... Saludos

    ResponderEliminar

Lea antes los Mandamientos de este blog.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...