Siempre he pensado que ‘Canción de hielo y fuego’ y, por extensión, “Juego de Tronos” es la historia de unos «niños perdidos» que acaba madurando a pasos agigantados, encontrándose ―y salvándose― tanto a sí mismos como dando una nueva esperanza a todo Poniente. Desde “Winter Is Coming” (1x01) apareció una premisa que ha ido desarrollándose a lo largo de las temporadas, dejando la sensación de estar tanto ante la crónica de un relevo generacional como ante ese leitmotiv que conceptuaba su secuencia inaugural y la cita que daba sentido a todo: «se acerca el invierno». Los Otros siempre han estado ahí, como esa gélida amenaza próxima y acechante que únicamente tiene como obstáculo un inabarcable Muro como contención a una llegada que, poco a poco, es más inminente. El círculo se cierra y (casi) todo tiene ya sentido. Tal vez la filtración de los títulos de los últimos episodios de esta sexta temporada de “Game of Thrones” nos orienten a implantar la idea de que los Stark van a ser fundamentales al destino de los Siete Reinos mientras que el season finale nos remite a esos «vientos de invierno» inevitables para el arco argumental del desenlace de la serie de HBO. “Blood of My Blood”, sexto episodio de la sexta temporada de “Juego de Tronos”, desciende a una sobresaliente entrega para recopilar y asentar futuras y necesarias tramas al progreso y evolución de la historia, siendo esa fuerza aplicada para establecer el proceso a las ideas ya expuestas. Puede que aquí el vox populi hable de los mal llamados «episodios de transición» cuando ninguna ficción, en cualquier tipo de medio, ha conseguido estar hilvanada por una sucesión de clímax en cada entrega. Y muchos episodios de engarce de esta serie han sido brillantes. Siempre conviene respirar antes de propulsarse nuevamente y nos encontramos ante un capítulo que va eludir tanto la ya paz instaurada en Meereen como la gira de Jon Nieve y Sansa Stark por las Casas del Norte de Poniente para hacer suyo aquel «el Norte no olvida» antes de la esperadísima Batalla de los Bastados. Ramsay, por su parte, ya ha marcado los tiempos previos, dejando el horror del suspense al otro lado de la pantalla por aquello que le puede estar haciendo a Rickon Stark. De momento, los escritores no desean desarrollar esa trama central de esta temporada a la espera de posicionar otros frentes que merecen un punto de giro, como ese sentimiento de recopilar todo el pasado y mitología de la creación que manejan a riesgo de que otros reafirmen sus debilidades. Puede que si cogemos como referencias las votaciones de los usuarios de Imdb comprobemos que el season premiere ha sido el episodio peor valorado de toda la entrega cuando posiblemente sin el mismo no tuviera sentido el conflicto de Melisandre y asentar las múltiples tramas abiertas en “Mother's Mercy” (5x10). Ya vimos que a “Juego de Tronos” no le importaba sacrificar ciertas esperadas resurrecciones a cambio de dotar de sentido las mismas como sucedía con “The Red Woman” (6x01) y aquí muchos reencuentros obedecen a esa forma que nos remite al pasado de la ficción. “Blood of My Blood”, por el contrario, desea resistirse a la condición de ser un olvidable episodio de transición, otorgando algunas decisiones de cierta controversia a la hora de amoldar un material inadaptable y que tiene que encontrar su sitio como ficción televisiva. Repasemos “Blood of My Blood”.
Desde el negror del fundido previo, Meera Reed carga a duras penas con el cuerpo de Bran, que viaja en el tiempo, que observa el pasado, presente y futuro antes de abrir los ojos… y decir a su compañera que han sido encontrados por los espectros… Puede que sus visiones marquen parte del camino venidero, como si la cronología alrededor de la Historia de los Siete Reinos fuera a explicarnos la historia cuya tinta todavía no ha sido impresa en el papel. Bran viaja al pasado, recopila todo, como si almacenara todo el conocimiento y éste pasara por dos hechos que marcaron el destino de Poniente tiempo atrás. El primero pudiera ser los eventos ocurridos en la Torre de la Alegría y, el segundo y para nada desechable, es el regicidio cometido por Jaime Lannister sobre Aerys II Targaryen cuando amenazó con un genocidio que hubiera acabado con todos en Desembarco del Rey. Considero que no es en absoluto causalidad que nos revelen tanto el fuego valyrio como la cita del Rey Loco («quemadlos a todos») para dejar caer la idea de una posible solución a la amenaza gélida que se cierne sobre los Siete Reinos. Bran también visiona toda la masacre de Casa Austera y el instante en el que el Rey de la Noche le tocó… y no esperen cambios en esa historia sino en aquella que es venidera. Mientras Bran y Meera se aferran a su destino y la joven se lamenta y pide perdón de no haber cumplido su misión, un jinete enmascarado surge para acabar con todos los espectros gracias a un látigo de guerra envuelto en llamas. «Los muertos no descansan» y el salvador subirá a Bran y Meera a su caballo para poner tierra con esa horda de muertos vivientes que acosaban a esa aventurera pareja. ¿Y quién es ese enigmático jinete? En ese terreno la propia (re)aparición de Joseph Mawle (Benjen Stark), acreditado como un Hermano Más Allá del Muro, dejaba ya cubierta la cuota de sorpresa… aunque, recuerden (y sobre todo en esta serie), nada está escrito. Benjen, en realidad, nos informa de dos cuestiones básicas. La primera es que El Cuervo de Tres Ojos le envió y que ahora vive de nuevo, ya que Bran va a tener que convertirse en el mismo a marchas aceleradas debido a que el Rey del Noche se dirige hacia el mundo de los hombres. ¿Y cómo sobrevivió Benjen al ataque de un caminante? He ahí la segunda cuestión que puede ser objeto de controversia para los fans de las novelas de George R. R. Martin debido a que el nuevo protector de Bran (y Meera) es una variación/introducción de Manosfrías o puede que aquí haya sido desvelada la identidad de tal misterioso personaje. En cierto modo, la historia de cómo Benjen fue eviscerado por un caminante y fue dejado a su suerte para convertirse en un espectro, pasa por la intervención de los Hijos del Bosque para detener su transformación gracias al mismo proceso con el que crearon a los Otros. Benjen, visiblemente desfigurado, tiene un fragmento de vidriagón en su corazón y va a convertirse en el nuevo caballero y protector de Bran, que deberá a controlar sus poderes como el nuevo Cuervo de Tres Ojos. El destino manda… aunque mucho tenemos en mente que el joven Stark no podrá detener el avance del Rey de la Noche solo. ¿Va a ser, por lo tanto, el tercer giro de guion que compartió George R. R. Martin con los productores de “Juego de Tronos”? ¿Veremos El Muro siendo ‘desintegrado’ por el ejército del Rey de la Noche? ¿Y nos contarán por qué Los Otros acabaron traicionando a los Hijos del Bosque?
Uno de los focos de interés secundario, pero no por ello desdeñables, era el viaje de Samwell Tarly a Colina Cuerno para introducir a Gilly a su familia. Sam fue parco en palabras con las presentaciones y aquí “Juego de Tronos” tiene en su mano el estandarte de la belleza escenográfica/digital para encuadrar ese nuevo paisaje que se suma a la colección de postales. Sam considera que si su familia se cree que el hijo de Gilly es suyo ―y que si la joven oculta su procedencia―, ambos podrá quedarse con los Tarly mientras éste se convierte en el nuevo Maestre de la Guardia de la Noche. Aunque el amor llega por parte de su madre Melessa Tarly y su hermana Talla, la sombra del odio del patriarca sobrevuela la secuencia. La madre de Sam ve con buenos ojos que su hijo vaya a ser (y fuera) un estudioso y que tenga un hijo son parte de esas buenas noticias. Sam, por su parte, está nervioso y quiere saber dónde se encuentra aquel hombre que está cazando… irónicamente porque allí cualquier clase de reputación pasa por cazar. Por la noche, Gilly es vestida con las mejores galas de los Tarly y es interesante ver cómo el espectáculo de HBO desea romper con algo bello el dramatismo y crudeza implícita de anteriores entregas, como si también tuviéramos un breve espacio para un drama romántico. Cada héroe ha de vivir su propia aventura e historia y los demonios de Sam se personifican en su propio padre, que humilla y desprecia cada fragmento de su piel. Sobran las explicaciones pero no las recriminaciones. Randyll Tarly echa en cara a su hijo que pensaba que la Guardia de la Noche le habría convertido en un hombre… pero todavía éste sigue siendo blando y gordo… estudioso que no es capaz de cazar nada. Poco o nada importa que vaya a convertirse en Maestre de la Guardia de la Noche a la Ciudadela y Gilly será aquella que defienda a su salvador, narrando sus victorias sobre thenitas y caminantes blancos en el campo de batalla pero dejando caer en sus historias que es una salvaje del Norte del Muro, una paria y renegada por Siete Reinos. En la secuencia, aparte de ver cómo Sam es la oveja negra de la familia en comparación de su hermano Dickon, nos quedará claro que la Espada Veneno de Corazón, de acero valyrio, preside el momento. No es casualidad. ¿De verdad que Sam no tomará y usará esa espada? ¿De verdad que no usurpará aquello que le pertenece como parte de esa herencia que le fue arrebatada cuando su padre le mandó a formar parte de Guardia de la Noche? Para Randyll su nieto no es más que un asqueroso bastardo mestizo y las mujeres parecen a salvar a Gilly, confirmando su padre que se quedará en la cocina sirviendo a la familia y que Sam hizo todo como un acto de venganza sobre su persona. Nunca será perdonado y nunca podrá volver a regresar a Colina Cuerno. Gilly, como la Cenicienta versión Más Allá del Muro, vuelca su enfado no sobre la impotencia de Sam sino respecto a aquellos que tratan mal a la gente buena y, en este cuento, es hora de que los héroes, por insospechados que sean, marquen su camino. De este modo, la despedida se transforma en un nuevo acto heroico para Sam, haciendo que Gilly y su hijo viajen junto a él a la Ciudadela permaneciendo los tres juntos. Gilly se llevará el vestido de Talla mientras que Sam recuperará la espada de su familia por mucho que trate de recuperarla su despreciable padre Randyll. ¡Que lo intente si quiere! Espada Veneno de Corazón tiene nuevo dueño y estamos seguros que va a ser fundamental para derrotar a esa nueva amenaza que se cierne sobre Poniente. Resumamos en que toda esta trama era la historia de Sam por recuperar la herencia que le pertenece y que le servirá para estudiar las debilidades de Los Otros.
En Braavos volveremos a otro fragmento de esa obra que representa la Guerra de los Cinco Reyes y los hechos acaecidos en La Boda Púrpura [“The Lion and the Rose” (4x02)], dejando claro de nuevo que la historia la escriben los vencedores y convirtiendo así a Tyrion Lannister en el gran villano de la fábula. Veremos cómo Arya se descojona (literalmente) ante el envenenamiento de Joffrey Baratheon y queda sorprendida ante el flatulento asesinato de Tywin Lannister, también a manos de Tyrion, no sin antes dejar clara su futura traición partiendo a Essos. Precisamente la ausencia de Peter Dinklage marca también ese sentido en el que la ficción va a dar respuestas a los personajes, cuyas representaciones ahora sirven a tales intenciones. Lady Crane metida en su papel de Cersei es lo único creíble de toda esa zafia obra, siendo el amor de una madre a un hijo aquel sentimiento al que se aferra esa actriz que irónicamente da la impresión de no ser consciente de su venidera y posible muerte. «Ya no hay mañana»… Arya Stark pasa a la acción y la pregunta vuelva a ser la misma que nos dejó “The Door” (1x05): ¿qué hará Arya? ¿Se convertirá en Nadie o la elección de esa misión por parte de Jaqen H'ghar era la prueba final para saber si la Stark ‘despertaría’ de ese entrenamiento que la convertirá en una asesina sin ninguna clase de heroicidad? En realidad, en esta trama aparece un discurso sobre la posibilidad de cambiar la historia, de modificar esa tinta seca o distorsionada impresa por otros… Entre bambalinas, Lady Crane se interesará por Arya (Mercy como nuevo guiño a su personaje) y la historia de esa joven con la que conecta por su interés con el teatro. Ciertamente Arya ha tenido que interpretar un personaje toda su vida, siendo aquella doncella a la que se le negaba convertirse en una guerrera y sus peripecias siempre han pasado por un viaje hacia el autodescubrimiento y el fortalecimiento de alguien que clama venganza sobre aquellos que acabaron con su familia. Su conflicto, en realidad, es el mismo que Cersei tras la muerte de su hijo, abrazando la furia y la venganza. Lady Crane ve en esa joven de ojos expresivos y cejas maravillosas el talento que ella tenía tiempo atrás… Y de poco importa ahora el talento ya que aunque Lady Crane es adorada no tiene ni voz ni voto ante Izembaro (Richard E. Grant), el actor principal y dramaturgo, que se enoja ante la posibilidad de cualquier cambio de su obra. Antes de que la actriz beba de su ron envenenado, Arya aparece para ‘cambiar la historia’, dejar sus papeles atrás, ejercer justicia (acusando a aquella que quería a Lady Crane muerta) y, por supuesto, recuperando su espada Aguja del escondite donde permanecía oculta. Siempre supimos que Arya quería utilizar el entrenamiento de la Casa de Blanco y Negro en beneficio propio pero ella misma descubrió las consecuencias de hacer frente a los designios del Dios de Muchos Rostros cuando asesinó a Meryn Trant. Por desgracia para Arya, Waif observó todo e informó a Jaqen H'ghar, cuyo única ‘humanidad’ y concesión respecto a su discípula es que no sufra cuando… ¿Cuándo qué? Arya se encuentra escondida, sumergida en la oscuridad y tampoco sabemos aquí si nos encontramos ante la historia de un niña que fue demasiado lejos en su camino a la venganza y encontró el de la justicia o si, por el contrario, Jaqen H'ghar contaba desde el principio de todo con que Arya Stark nunca se uniría a los Hombres sin Rostro siendo su misión otra velada, que ahora pasa por enfrentarse a Waif. ¿La teoría de Syrio Forel se hará realidad o nos espera alguna sorpresa que no ha sido ni escrita ni revelada? ¿Dejará tranquila Jaqen a su sicaria-padawan si consigue superar la prueba final y regresar como una justiciera a Poniente?
Uno de los puntos fuertes de “Blood of My Blood” era conocer qué iba a ocurrir en Desembarco del Rey con el posible e inminente enfrentamiento entre los militantes de la Fe y las fuerzas posicionadas a favor del Rey Tommen Baratheon. La secuencia inaugural de esta trama ya nos deja caer la idea de que Margaery ha abrazado la Fe de los Siete y que su marcha de la expiación va a ser anulada y no precisamente por un acto de fuerza. Puede que aquí algunos espectadores exijan material ante la elipsis y omisión de una posible incongruencia, aunque la realidad es que “Juego de Tronos” nos considera suficientemente inteligentes para rellenar huecos. O imaginárnoslos. Gorrión Supremo es un personaje que aúna al papa Francisco y a Sheev Palpatine, revelando que el lado oscuro lucha contra esa fuerza que convierte a los ricos y poderosos en drogadictos en mentirosos y pecadores. Margaery se revela aquí como una proto-famosa que, tras pasar por una clínica de desintoxicación, se ha convertido en una nueva persona (de cara a la galería). No sabemos si estamos ante un lavado de cerebro total o si la sorpresa de Tommen se traduce en que Margaery no es en absoluto tonta y, tras el encuentro con su hermano completamente roto, se ha dado cuenta de que ahora le toca a ella utilizar al Gorrión Supremo en su propio beneficio ¿Y qué pasará con su hermano de alma pura y perfecta? ¿Por qué necesita expirar sus pecados antes o después? En realidad, los dioses tienen un plan para todos los protagonistas de la serie y Margaery va a hacer suyo aquello de que si Meñique no está en Desembarco del Rey, ella será la nueva Meñique de la capital de los Siete Reinos. Uno de los momentos esperados era ver el plan de los Lannister para que el ejército de Mace Tyrell evitara el paseo de la penitencia de la Reina de Poniente, aunque ya esa secuencia introductoria arruinó en cierta forma el suspense junto a la propia filtración del rodaje de toda la escena. No obstante, la grandiosidad de “Game of Thrones” pasa precisamente por elaborar una carcasa de calidad aunque podamos prever el fondo y contenido. De este modo, podemos disfrutar de esos planos de Margaery observando desde la distancia la jugada que ha posicionado a sus aliados (Reina de las Espinas, Mace Tyrell) en un bando ahora curiosamente enfrentado. El Gorrión Supremo, pese a esos albores de una inminente batalla, confirma que no habrá ninguna marcha de la expiación ya que el propio Jaime presenciará que la jugada de Margaery (que no de los Tyrell) ha sido hacer que Tommen abrace también la Fe de los Siete y que la Corona abra una nueva etapa en Desembarco del Rey y, por extensión, en los Siete Reinos. Tommen repite el soniquete del nuevo soma del pueblo: la Corona y la Fe son los pilares que sostiene el mundo y que llevarán a los Siete Reinos a la Gloria… La cara de decepción de Jaime es un poema junto a la lectura de Lady Olenna Redwyne del momento: el Gorrión Supremo ha vencido… En cierta forma, aquello que ha realizado Margaery no va más lejos de lo que ha tenido que hacer Arya Stark para progresar y sobrevivir: interpretar papeles para proteger a los suyos y a sí misma. Y su jugada ciertamente es maestra, siendo también la idea del episodio muy sugerente por amoldar la farsa de la obra de la Guerra de los Cinco Reyes a ese otro teatro que todos los interpretes tienen que visitar si desean protagonizar un ‘juego de tronos’. ¿Y qué consecuencias trae todo esto? Sabíamos que el futuro inmediato de Jaime no estaba en Desembarco del Rey y su acto de atacar a la Fe supone también un ataque sobre la Corona. Jaime será degrado de la Guardia Real no sin antes dejar unos dardos envenenados sobre el nuevo sino del reino que creía proteger y si debe responder ante los dioses. Ante los dioses guionistas… sí. Jaime va a ser exiliado aunque no sepamos dónde.
Las respuestas van a venir de Walder Frey, que está furioso porque sus hijos perdieron Aguasdulces siendo recuperada por Pez Negro (Brynden Tully). Las familias y las Casas del lugar, como los Mallister, se están uniendo e incluso ya nos dejan caer que la Hermandad sin Estandartes está reuniendo a los plebeyos. Evidentemente a muchos nos hubiera gustado tener algún tipo de espacio para esta trama e incluso ver la introducción de Lady Corazón de Piedra a tal efecto, pero la maquinaria de “Game of Thrones” no admite una lectura literaria de novelas de 800 páginas (que tardan en escribirse un lustro) sino temporadas de 10 episodios que incluso pudieran verse mermadas en las entregas finales del espectáculo de HBO. No hay espacio salvo para dotar de coherencia la historia que están tratando contar David Benioff y D.B. Weiss y, precisamente, la gran belleza de la serie pasa por admirar ambos objetos de modo independiente, siendo a estas alturas ya distintos e incluso complementarios. También es interesante comprobar que los grandes eventos que hemos vivido ahora siguen replicando en el presente, sintiéndonos como ese Bran que visiona todo el show en cuestión de segundos. Si la Boda Púrpura estuvo presente en esa obra en Braavos, ahora las consecuencias de la Boda Roja van hacerse ‘corpóreas’ ya que los planes de Walder Frey pasan por utilizar a un Edmure Tully, que sigue con vida y prisionero, como moneda de cambio para recuperar aquello que les arrebató el Pez Negro. Si la Batalla de los Bastardos está cociéndose, otros frentes también deben posicionarse. El destino de Jaime es precisamente la Tierra de los Ríos y el abrazo del amor de una madre y de su ira hacia su pérdida reciclando esa obra que fusione el personaje con ese otro contraplano de ‘metarealidad’. ¿No habita aquí una lectura respecto a esa maldición de Cersei respecto a la ‘pérdida’ de su hijo? La Reina Madre, de momento, tiene su propia agenda que pasa por un juicio por combate en la que La Montaña será su seguro de vida mientras que considera que su hermano y amante tiene que estar al frente del ejército de los Lannister, siendo el portaestandarte de los leones y por qué todavía tiene que temerlos sus enemigos. ¿Cambiará las cosas Brienne de Tarth? ¿De verdad que Jaime y Cersei son las únicas dos personas en el mundo? ¿De verdad?
“Blood of My Blood” cierra el episodio con el crecimiento personal de la Khaleesi de “Juego de Tronos” y que sintamos ya definitivamente cerca su conquista de Poniente. Es obvio que La que no Arde se va a encontrar otro tipo de panorama cuando llegue al continente que desea conquistar, pudiendo ser la salvadora de los Siete Reinos ante la amenaza de los caminantes y, así, dar sentido a sus aspiraciones por ocupar el Trono de Hierro. Al menos, es lo que muchos tenemos en mente. No obstante, Daenerys Targaryen está marcando la senda la épica en esta temporada y la Madre de Dragones ya tiene su ejército dothraki para cumplir la promesa de Khal Drogo. Meereen es la próxima parada, aunque que los barcos de la ciudad que gobierna fueran quemados por los Hijos de la Arpía ahora encaja con la aportación de la trama referente a Euron Greyjoy y sus planes para ‘seducir’ a la futura Reina de los Siete Reinos. ¿Y qué pinta allí Daario Naharis aparte de contar barcos? El amante y guardaespaldas de Daenerys se posiciona como espectador del momento una vez que la Khaleesi es alertada por algo… y ese algo es Drogon, al que veremos incluso más grande y feroz que cuando le dejamos al comienzo de temporada. La Madre de Dragones monta sobre la bestia y da un discurso a los Dotthraki, anunciando que no elegirá a tres jinetes de sangre como hizo anteriormente cualquier Khal, ya que ella realmente no es tal debido a que desea escoger a todos ellos para las grandes batallas que les aguardan conquistando Poniente. No sabemos si aquí Daario ofrece un contraplano respecto a la épica de la secuencia ya que Daenerys Targaryen pudiera convertirse en su padre Aerys Targaryen y un día gritar aquello de que quemen a todos… Precisamente La que no Arde ya lo hizo anteriormente dejándonos claro aquello que hará con los que no se sometan a sus reglas de poder. En cierto modo, esta trama resume el grito de guerra que trata de buscar la temporada de “Juego de Tronos” antes de introducirnos en la recta final. He aquí el sentido del sacrificio de todo capítulo mal denominado como «de transición» cuando “Blood of My Blood” es, efectivamente, la sangre de la sangre de los seguidores de la serie. Introduciendo e hilvanando instantes memorables de temporadas pasadas nos sentimos como Bran viajando por esa tormenta de imágenes, compilando todo un universo que cada vez trata de hallar todo el sentido que necesita. “The Broken Man” (6x07) nos espera… porque, recuerde, en esta serie «los muertos no descansan» y hay muchos supuestos muertos por despertar.
P.D.: Ustedes no han visto la furia de mi negra si no lee una referencia a su aportación en la presente review. Y el rugido de Drogon no llega ni a un 2%...
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Gracias por este resumen tan completo. Gran trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario y contenido.
EliminarSaludos bastardos. ;)
Será el fin de nuestra querida Arya? No creo que los guionistas se vayan a enfrentar a la furia de la plebe.. Y así George Martin asegura que no odia a los Stark... A Margaery no le creo nada, en la primera temporada nos hizo saber sus ambiciones.. No es Coldhand otra persona? Saludos
ResponderEliminarSi matan a Arya será para el final de la serie y su muerte tendría que ser el mayor sacrificio para lograr la victoria en el desenlace. Tampoco me sigue quedando claro el punto de giro actual al que se enfrenta. ¿Queda libre de los Hombres Sin Rostro o son éstos los que la han utilizado desde el principio? ¿Y qué va a hacer si regresa a Poniente? ¿Completar su venganza yendo a Desembarco del Rey, consigue algunas 'caras' para camuflarse o trata de contactar con Sansa y Jon Nieve?
EliminarEl primer candidato para ser Manosfrías fue siempre Benjen Stark aunque aquí le han introducido como tal. Espero las opiniones de los fans de los libros al respecto... Es otro de esos spoilers que esperaban.
Saludos bastardos.
Sobre Arya:
EliminarPrimero, hay que recordar que es el personaje favorito de la esposa de GRRM.
Por otro lado, no descartaría que muriese y añadiesen su rostro a la causa de los Hombres sin Rostro. Y serviría como vehículo para desarrollar las posibles tramas futuras de esta secta. Y ahora tiro de pura especulación sobre el futuro de esta trama: Los braavosis van a intentar vengarse de todo lo que tenga que ver con Valyria -a colación del breve repaso de Historia de Essos que le enseñó Nadie (con la cara de Jaqen) a Arya sobre la fundación de Braavos-. O lo que es lo mismo: algo va a pasar entre los Hombres sin Rostro y Daenerys.
Sobre Benjen. Martin ha dejado varias veces claro que Benjen no es Manosfrías -en los libros-. Y creo recordar que Hoja le contaba a Bran que "ese" (refiriéndose a Manosfrías) llevaba existiendo "muchos" años. Pero bueno, eso es en los libros. Así que los lectores deberemos seguir especulando.
Hmm veo q no es el fin de Arya si el octavo episodio va a ser suyo.. No me había leído los nombres de los episodios.. Pensando en el último será q el muro va a caer?
ResponderEliminarHola Bookeateer!
EliminarLos nombres de los episodios se han filtrado y no están confirmados salvo el próximo: “The Broken Man” (6x07). A mí me encantan los títulos así que los compro. Tendría sentido uno por Arya, otro para la Batalla de los Bastardos y el último para la llegada de Los Otros a Poniente (Invernalia). Espero y digo. ^^
Gracias por el comentario y saludos bastardos.
Ser negra es duro....😘
ResponderEliminarPues si el principal candidato a ser manosfrias siempre ha sido benjen pero martin incluso llego a desmentirlo
ResponderEliminaren la serie al parecer han funcionado ambos personajes a mi me parece bien
siempre crei ue benjen era manosfrias y es una forma de coherente de explicar por que jo habia vuelto a la muralla......estaba muerto
tengo una incognita maldito bastardo xD
tu has leido los libros?
Qué maravilla, los martes disfruto de tus resúmenes casi tanto como los lunes de cada episodio :) Muchas gracias.
ResponderEliminarGrandisima review.
ResponderEliminarGracias
Hola!
ResponderEliminarIncreible como se esta desarrollando la temporada. Punto uno: yo siempre pense que Benjen era Manosfrías, me da igual lo que diga el autor. Punto dos: Arya se tiene que cargar a la hijaputa esa que siempre ha ido a por ella, desde luego no va a morir, solo la matara, le arrancara la cara y se pirara a Poniente a poner al día su lista. Cuando Arya muera será de forma épica, se lo ha ganado. Punto tres: que Margaery esta fingiendo devoción es más que obvio. Una manipuladora nata como ella no va a caer en ese mismo juego, no se que tiene planeado para el gorrión y su panda de chiflados pero espero que sea una muerte asquerosa y sangrienta. Animo Margaery! Punto cuatro: deseando estoy de que llegue esa batalla entre bastardos y que Jon le arranque las tripas de cuajo a Ramsay. Punto cinco: Jaime recupera su trama en Aguasdulces que debió tener la temporada pasada, con que objetivo? No lo irán a matar? Aunque es un alivio que lo alejen de Cercei. Punto seis: muy efectista la trama de Daenerys.
Hasta el próximo capítulo
Hola Olver!
EliminarSí, lo de Jaime lo he comentado en el avance de "The Broken Man" (6x07) y da la impresión de que los showrunners están dotándolo de un protagonismo particular. ¿Con qué fin?
Con Arya ha surgido una nueva teoría que pudiera ser un poco loca pero, al mismo tiempo, con bastante sentido. ¿Y si Waif y el propio Jaqen H'ghar fueran conscientes del proceso de entrenamiento y que Arya nunca formaría parte de los Hombres sin Rostros desde el principio? ¿Y con qué fin lo hicieron? Incluso hay quién que dice que Waif y Arya son la misma persona...
Gracias por el comentario y los puntos planteados.
Saludos bastados. ;)