Recapitulando: ha sido noticia pero lo seguirá siendo. Ayer, desde luego, no me apetecía hablar de unas de las noticias más calientes del fin de semana que revolucionó el inicio de esta. Como cada año el Super Bowl ofrece numerosos prismas informativos. Uno sería el propio evento, el enfrentamiento de los New England Patriots Vs. New York Giants en el que ganaron los Giants. Otro, su audiencia (111 millones y tres cientos mil espectadores aproximadamente) que batió el record y superó la del año pasado por ese pico de los 111 millones. Si la FOX se ‘enriqueció’ aglutinado espacios de su parrilla este año la NBC ha catapultado a ‘The Voice’ y a su nueva gema musical, “Smash”, a niveles de audiencia cuasi-impensables para la cadena. Pero el objeto de todas las miradas han sido trece minutos de actuación de la Reina del Pop que demostró su vigencia musical en un espectáculo-espectacular. Como siempre, ganó la polémica y un dedo acusador que no señalo a Madonna sino directamente a nosotros… el de M.I.A. Y con ella… llegó el escándalo…