“Parting Shot”, decimotercer episodio de la tercera temporada de “Agents of S.H.I.E.L.D.”, ha llegado como la inevitable despedida de Bobbi Morse y Lance Hunter de cara a ese posible y futurible spin-off. Recordemos que el proyecto quedó abortado y tampoco considero que los índices actuales de audiencia de la serie original ―pese a la renovación del show para una tercera temporada― sean del todo favorables para esa variación “Sr. y Sra. Smith” por parte de los productores. Al menos, “Parting Shot” sirve como una especie de proto-piloto como reclamo de esa empatía que despliegan los personajes que interpretan Adrianne Palicki y Nick Blood. Dentro de una emotiva despedida a esa pareja y ex matrimonio de espías, existe una clara concepción del espectáculo para compendiar y abreviar un reparto coral que posiblemente se estuviera yendo fuera de los márgenes de su presupuesto. Es cierto que el futuro de “Agents of S.H.I.E.L.D.” pasa por los Inhumanos y dar sentido a la evolución y crecimiento de Daisy Johnson para seguramente tomar el relevo de Coulson, afianzar a los Secret Warriors y, sobre todo, que la agencia secreta ―muerta a ojos del mundo― regrese con más fuerza que nunca. Hydra ha supuesto siempre una clara amenaza, viviendo de todo el universo cinematográfico y propiciando un satisfactorio punto de giro que hizo grande a la serie. La propuesta sigue creciendo y “Capitán América: Civil War” está a la vista. Es normal que algún productor ejecutivo ya haya comentado y declarado que el enfrentamiento entre Iron Man y Capitán América va a producir una división en el grupo, aunque ya vivimos algo similar la temporada pasada con la revelación de la existencia de esa S.H.I.E.L.D. alternativa que hacía nombrarse como la única y la verdadera. Vayamos al presente, con el Inhumano de los Inhumanos (Hive) ya de regreso en la Tierra y los bandos comenzando a posicionarse y a reforzarse. La guerra es inminente pero “Parting Shot” suspira (y nos hace suspirar) por una despedida tan consecuente que esperemos sirva para… ¿algo?
No sabemos si el spin-off de Mockingbird cobrará forma o, al menos, tendría sentido para incluso unir el universo de ABC al de Netflix, por ejemplo. Las posibilidades suelen ser ilimitadas aunque para muchos el movimiento de la cadena ha podido ser errado y completamente fútil. Considero que Lance Hunter y Bobbi Morse se han ganado el derecho por parte de los fans de “Agents of S.H.I.E.L.D.” de ser personajes regulares aunque cierto es que la actualidad televisiva está pasando por controvertidos cambios en los repartos y la desaparición de personajes principales. Que se lo digan a los seguidores de “Los 100” o “The Walking Dead”. La cuestión es que los productores quieran volver a lo básico y al equipo primigenio del show (Coulson, May, Daisy, Fitz y Simmons) con Ward como principal villano e Hydra de fondo en el peligroso horizonte. Les funcionó para dar sentido al cierre de la primera temporada y reforzar la segunda. Incluso Ward fue fundamental para esa comunión del ex matrimonio que forman Morse y Hunter. En esta nueva entrega hemos visto que la venganza asesina de Hunter tuvo consecuencias y los escritores en “Parting Shot” siguen recordando el precio. El sacrificio (final) de ambos en este capítulo está bien elaborado por los guionistas, dando sentido a su adiós y posible regreso en el futuro para otros menesteres.
Conviene recordar que al cierre de “The Inside Man” (3x12) vimos a la pareja rumbo a Siberia como agentes infiltrados que deberán ejercer como tal para recabar información de esa base soviética en la que está interesado el pérfido Gideon Malick. Los planes de Anton Petrov pasan por crear una especie de espacio seguro que no dista demasiado de ser un campo de prisioneros de Inhumanos. La irrupción de esos seres con ADN alienígena en el actual mapa sociopolítico nos mete de lleno en una carrera de las grandes naciones por utilizarlos a sus intereses y tener un ejército peculiar y particular. Malick, como buen diablo, lleva su agenda propia y oculta al lugar ya que desea atraer al primer ministro ruso para acabar con él y así reemplazarlo por otro político más manipulable. En “Parting Shot” divisamos de nuevo el talento de los guionistas por elaborar una satisfactoria estructura, siendo los interrogatorios por parte de la Interpol de Bobbi y Lance sobre su misión la base de un aluvión de secuencias informativas y repletas de acción. Evidentemente vamos a ir descubriendo muchas cosas según avance el capítulo, como que Bobbi y su ex marido fueron capturados y ahora el gobierno ruso quiere vincularles con SHIELD (como agencia estadounidense) delante del mismísimo presidente Ellis. El primer ministro Olshenko quiere utilizarlos a sus intereses aunque fue Bobbi aquella que con un acto desencadenó su propia supervivencia y, por extensión, la de Hunter. La idea y germen dramático del capítulo es que la heroína sea presionada hasta un punto en el que tenga que revelar el precio que está dispuesta a pagar por mantener con vida de su ex esposo y generar una nueva comunión entre ambos. En “Parting Shot” se va notando a medida que avanza el capítulo esa sensación que los personajes son conscientes de que van a abandonar el espectáculo, que puede ser su último aliento y que quieren hacer las paces consigo mismos y con aquellos a los que hicieron daño. En ese aspecto, la carcasa dramática del episodio se amolda bien a esa otra que genera tensión y suspense en las acciones de la pareja por proteger e infiltrarse dejando una ristra de cadáveres en el proceso. Obviamente nada de eso les va a servir en ese interrogatorio por separado que les acabará poniendo contra las cuerdas… sin que unas setas o una metareferencia a “Orphan Black” puedan salvar el día. Si no confiesan el pelotón de fusilamiento pudiera ser una opción…
El enemigo episódico es el General Androvich, que resulta ser un peligroso Inhumano capaz de hacer que su sombra sea una entidad independiente invencible que podría remitirnos a esa Fuerza Oscura (Materia Zero) de la segunda temporada de “Agent Carter”. Aquí veremos bastantes originales peleas con ese ser capaz de poner en aprietos al equipo de Coulson y que es capaz de noquear (literalmente) a agentes como Mack o Daisy con suma facilidad. Bobbi tendrá que hacer el último sacrificio al estar Hunter en peligro y no es otro que acabar con a base de varios disparos con Androvich, entregándose a las autoridades rusas para ser arrestada junto a su esposo. Las presiones del Primer Ministro ruso sobre el Presidente de los EEUU provocan que ellos mismos decidan abortar su extracción y que decidan retirarse de esa vía de espías que les unió a SHIELD. Ya están fuera, han sido expuestos, son las cabezas de turco y todo es un adiós meditado por ellos mismos. “Agents of S.H.I.E.L.D.” tiene muchas mecánicas ya en el tablero para que todo siga funcionando satisfactoriamente e incluso el capítulo se permite en introducir a una nueva villana que no es otra que la hija de Malick. “Parting Shot” da la impresión de estar diseñado para dar sentido (y sentimiento) a esa secuencia emotiva que supone el último brindis de Bobbi y Lance con aquellos que fueron sus compañeros y amigos. Y las lágrimas de Mack aquí son un mundo… Un mundo que se nos va tal vez eternamente. Hasta siempre, Bobbi Morse y Lance Hunter.
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A mi no me jodas el puto general ruso es un Ajin, su puta madre que plagio mas descarado
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