Damien: The Beast Rises… TOMA 1.568.437

Serie de TV

“Damien”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

Después de experimentar un evento traumático durante una misión en Siria, un reconocido fotógrafo de guerra Damien Thorn se ve obligado a enfrentarse a su pasado y hacer frente al hecho de que él es el Anticristo.

Crítica Bastarda:

Recen y no paren de rezar. Imploren y pidan el perdón divino. Hagan todas sus oraciones desde lo más profundo de su corazón porque volvemos a tener en frente a la Bestia… aunque con esta llevemos 1.568.437 ocasiones (y penitencias). Para entender “Damien” basta con divisar el éxito que ha tenido para A&E “Bates Motel” y trazar una línea contemporánea sobre clásicos populares del terror, aunque no comprendamos del todo el sentido de una serie cuyo material parecía estar ya sentenciado con “El final de Damien (La profecía 3)” y, sobre todo, ese infecto y aburrido remake de John Moore. Una década después, la idea es seguir rentabilizando el legado de Damien Thorn aunque los dos primeros episodios del espectáculo dejen numerosas dudas y demasiado y pestilente olor a azufre catódico. Por más oscuridad que se empeñen en otorgar a la fotografía falta auténtica lobreguez en la historia, demasiado carente de suspense y tensión y, generalmente, articulada por clichés y lugares comunes para tratar de hallar cierto ritmo. Nos gustaría pensar más en un Anticristo con algún ‘poder’ más allá de estar rodeado por fuerzas oscuras o que, al menos, tuviera algún tipo de capacidad aparte de hacer estallar efigies sagradas. En realidad, “Damien” revela la ineficacia de viejas fórmulas amparadas en géneros que caen recurrentemente en lo inverosímil incluso dentro de sus márgenes fantásticos, que acaban siendo tan ridículos como inconsecuentes. De momento, este tipo de postula para el Nobel de la Paz y aquí sobran las palabras.

Creada por Glen Mazzara, tal vez lo interesante de “Damien” sea su intención de conectarse al influjo del clásico de Richard Donner, otorgando de ciento sentido estético a la parrilla televisiva de A&E tras su fiasco al tratar de adaptar “Les Revenants” y mirando incluso con recelo a la nueva hornada de slashers y comedias de terror surgidas en la competencia en la última temporada televisiva. Es cierto que tenemos a disposición un amplio catálogo de shows sobrenaturales y que “Damien” pudiera encontrar un público amplio e incluso abrir la posibilidad de desenterrar a otros tótems del género para la pequeña pantalla pero, al final, todo pasa por la propia calidad del producto. Y aquí es bastante pobre, incluso muchas veces más cercana a una adaptación de Dan Brown de la floja e intrascendente “Poseídos” de Janusz Kaminski. Aquello que nos queda claro es que existe una tónica en el modelo televisivo actual cuando se acerca al género (fantástico): transformar en antihéroe al ‘monstruo’. “Damien” pivota constantemente sobre tal concepto, torturando a su protagonista en esa espiral de dolorosa fatalidad que le rodea. Damien Thorn al final ha acabado siendo un fotógrafo de guerra alejado de su verdadera naturaleza y sumido a una amnesia respecto a esos recuerdos que van desfilando como impactantes flashes y revelaciones. El fetichismo que desprende sobre “La profecía” y todos sus icónicos elementos bien merece una reverencia, aunque huela a una lección de marketing y reclamo comercial. Ciertamente el problema vuelve a ser el enfoque porque la nueva serie de A&E podría ser una maliciosa comedia negra si tuviéramos a un antihéroe similar a Frank Underwood, quebrando la cuarta pared y seduciéndonos bajo el influjo de su demoniaca y poderoso aureola. Y es que “Damien” pudiera ser tantas y tan fructíferas cosas que se siente que su modelo actual es tan caduco como trivial, ya que tenemos ya en televisión al supervillano condenado a transformarse en el tirano que subyugará al mundo. No se llama Damien Thorn sino Vandal Savage… aunque siempre existe la salvación como… ¿un crossover con papá en “Lucifer” para dar unas lecciones sobre cómo dominar al mundo y no matar de aburrimiento a la audiencia? 

Invirtiendo la imagen invertida se ve claramente que lo de esta serie es simple y oscuro postureo. 

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