Lucifer: El diablo de ‘vacaciones’ resolviendo crímenes

Serie de TV

“Lucifer”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

Al salir del infierno, Lucifer Morningstar se retira a Los Ángeles para tener una vida más emocionante. Cuando el asesinato de una amiga le relaciona con la detective del Departamento de Policía (LAPD) Chloe Decker, Lucifer se interesa de forma especial con la idea de castigar a los delincuentes, conduciendo al mismísimo diablo en una lucha entre el bien y el mal.

Crítica Bastarda:

En los inicios, el ángel Lucifer fue expulsado del cielo y condenado a dirigir el infierno por toda la eternidad. Hasta que decidió tomarse unas vacaciones…

Tras esa premisa y prólogo en forma de reiterados e iniciales créditos, vayamos a Los Ángeles a 2015 para que comprobemos estupefactos cómo FOX está jugándosela con sus nuevos procedimentales rebuscando entre novelas gráficas y un regusto a azufre catódico. “Lucifer” se pudiera recrear sobre una proposición que enfocada a un drama noir de la televisión por cable sería sumamente psicológica y excitante; una especie de variación de “Jessica Jones” con el ángel caído. No busquen demasiados parecidos con la novela gráfica creada a partir del personaje de Neil Gaiman porque posiblemente la cadena quiera hallar un punto intermedio entre “Sleepy Hollow” y “Rosewood” y proveer de competencia a shows procedimentales como “Sin límites” reutilizando el género fantástico para permutar la ciencia ficción. ¿Es posible que con semejante proposición se pueda llegar a buen puerto? En realidad, la pregunta debería ser qué es exactamente lo que busca el espectador más que la propia cadena. A este tipo no le llamen Lucifer sino Luci… Tampoco se lleven las manos a la cabeza porque “Lucifer” de FOX tenga el éxito que le faltó a “Constantine”, reiterando el ‘gusto’ de los espectadores en USA para aupar series y provocar la cancelación de otras. No pierdan su cuero cabelludo… porque, tal vez, vivamos ya en el infierno…

●Deberíamos estar ahí fuera, resolviendo un asesinato y castigando a los responsables.

—¿Nosotros? Estás loco. Te llevo a comisaría. Entra en el coche.

●No. Eso es aburrido, por no mencionar inútil. Venga ya. Te ayudaré. Será divertido.

—¿Cómo podrías llegar a ayudarme?

●Tengo ciertas habilidades, puedo ser muy persuasivo con la gente. Y tiendo a ver cosas que otros no ven.

—¿Así que… eres un vidente?

●No, no puedo leerle la mente a la gente. No soy un jedi… 

¿Este tipo es el diablo o Lucifer piensa fundar una ONG para salvar el mundo? ¿Está buscando justicia para los buenos o quiere castigar a los malos sin que le obligue su ‘papá’ para así disfrutar esta vez del proceso? La respuesta puede oler demasiado a azufre. Que Satanás acabe siendo un dócil y buen ciudadano, que resuelve crímenes y tiene unas sesiones de terapia y sexo, no deja de ser una metáfora de la ‘sodomización’ y domesticación de los antihéroes dentro de los actuales márgenes de la televisión más comercial y necesitada de buenos ratings. Tom Ellis da la impresión de haberse traído el personaje de la cancelada “Rush” y quitar la adicción para sustituirla por narcisismo. Mucho, demasiado. La nueva serie de FOX ejemplifica una escueta réplica televisiva de una ya canónica y reciclada estructura esculpida por etiquetas. “Lucifer”, en resumidas cuentas, ignora los aciertos de “iZombie” para construir un paupérrimo procedimental sobre deseos prohibidos, dolor, sufrimiento e ineficientes vueltas de tuerca que puede ser disfrutados por aquellos que la consideren un guilty pleasure debido a su humor muchas veces involuntario. Que la detective protagonista tuviera un pasado como actriz del nadie en el nada desdeñable título ‘Hot Tub High School’, ratifica lo infantil de una propuesta a la que se lo notan sus hilos dramáticos y narrativos, que se auto-psicoanaliza cínicamente con la terapeuta que interpreta Rachael Harris. Sin demasiado espacio para la sutileza, Lucifer Morningstar va a ir encontrando su humanidad, capítulo a capítulo, dentro de un gran plan que poco o nada importa a ese mundo mortal que tampoco esperaba una maniobra de marketing de una cadena en busca desesperada de un relevo a la virtualmente cancelada “Sleepy Hollow”.

¿Por qué Los Ángeles? Lucifer lo tiene claro: el tiempo, las estrellas porno y la comida mexicana. Pero, de nuevo, su terapeuta y amante revela esa visible vuelta de tuerca: Lucifer, como todo aquel que acude a la ciudad, quiere reinventarse. Lamentablemente la ficción televisiva que propone la serie de FOX no. ¿Su pecado mortal y motivo para descender de nuevo al infierno por toda una eternidad?

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