The Walking Dead (6x13) The Same Boat: «Todos somos Negan»

Han pasado demasiadas cosas en el regreso de la sexta temporada de “The Walking Dead” para no hacer hincapié en aquello que trata de ser y trasladar al otro lado de la pantalla la serie de AMC. Este drama postapocalíptico siempre ha consistido en trazar una línea de evolución entre la supervivencia (y su precio en un mundo amoral) al mismo tiempo que sus personajes trataban de aferrarse a su humanidad. Puede que el mosaico que representaba el póster de su regreso diseccionara ciertamente la representación de un espectáculo que quiere hacer efectivo ese «un mundo más grande» que utiliza como reclamo promocional. Existen un par de imágenes dentro de esas viñetas que se asocian a “The Same Boat”, decimotercero episodio de la sexta temporada de “The Walking Dead”. La adaptación de los cómics de Robert Kirkman nos va a explicar, tras revelar qué era esa antena, ese humo negro y crucifijo que bien pudiéramos asociar incluso a la mayor crisis que vivió Alexandria. Todo, en realidad, consiste en un discurso sobre la fe en la humanidad y la perdición que ésta puede abrazar tras su extinción. Una ‘fumata’ negra seguramente sintetice ese luto respecto al entierro de aquello que simbolizaba la mejor versión de la especie humana y su caída a ese nuevo abismo sobre el que gira la serie de AMC. Es normal que Rick y los suyos hayan ido encontrando reflejos en sus enemigos. Rick, en ese sermón en “Not Tomorrow Yet” (6x12), nos remitía a El Gobernador antes de tomar la prisión, utilizando la esperanza y la supervivencia como excusas para transformarse en un monstruo. Ciertamente todos los que siguen con pie (y con vida) en el Apocalipsis Zombie lo han hecho con una ristra de pecados sobre sus espaldas y alma y los escritores tienen en ese material suficientes ingredientes para confeccionar ese drama sobre el que suele pivotar el show. Tal vez antes no funcionaran este tipo de capítulos porque los protagonistas no tenían un back-story adecuadamente potente para mantener el equilibrio entre fatalidad interna y acción. “The Same Boat” pudiera ser el “Internment” (4x05) de la presente temporada o aquello a lo que no pudieron llegar pasadas entregas muy controvertidas de la serie como “Still” (4x12) o “Now” (6x05). En esta ocasión los conflictos de los personajes se van a amoldar bien al presente arco argumental, generando esa lucha de supervivencia y guerra actual entre los neganites y los alexandrinos con una gran pregunta de fondo: ¿sobrevivirán Maggie y/o Carol? Repasemos “The Same Boat”. 

Volvamos a esa alarma que bien pudiera recordarnos a la bocina (o cuerno según Glenn) que marcaba el ataque de The Wolves a Alexandria. Las tornas han cambiado, los discursos también. Finalmente, Rick se ha transformado en una versión de El Gobernador y sentimos que estamos al otro lado aunque Los Salvadores también sean unos hijos de la gran puta y psicópatas en potencia. Vamos a presenciar cómo Carol y Maggie, que vigilaban el perímetro, fueron emboscadas y el germen del conflicto de Carol será presentado, disparando al brazo de un hombre y perdonándole la vida. No era el único miembro de Los Salvadores en la zona y otras tres mujeres tomarán como rehenes a las protagonistas. Paula lleva la voz cantante y trata de resolver un acuerdo con Rick para hacer un intercambio por Primo, su hombre a manos del grupo opuesto. Pensemos que la moto de Daryl aquí es un easter egg para saber dónde se dirigía Dwight, aunque todo eso está todavía por desarrollarse… Nos interesa más fijarnos en la evolución de un personaje como Carol, considerando que es fundamental para hacernos viajar dentro de esos márgenes de la evolución de los supervivientes en la apocalipsis ‘zombie’ en la que se centra y recrea la serie de AMC. Su punto de vista, ahora en las sombras y en ese picado al suelo, directo al nadir, son algunas de las piezas y pistas para su traslado y viaje a un matadero donde serán amordazadas y atadas en una improvisada celda. No es que ambos personajes no hayan pasado por distintas fases y situaciones tan peligrosas como las que trata el capítulo pero, en ese aspecto, “The Same Boat” es un episodio botella que sirve para explorar sus mecánicas dentro del show mediante un concepto que las enfrente a sus reflejos. Es otra guerra frente a ese cúmulo de asesinatos que vivimos en el anterior capítulo. 

En ese lugar los muertos son seguridad gratis mientras que el grupo de Paula prepara una maniobra para lidiar con Rick y los suyos. La hiperventilación de Carol en cierto modo nos posiciona en el punto de vista de Maggie. ¿Está fingiendo? ¿Es real? ¿Hay algo humano en un personaje que hemos visto convertido en una máquina de matar? Puede que su acercamiento a Morgan haya desplegado otros matices interesantes en su conflicto interior ante ese reproche del grupo de Los Salvadores: «¿cómo has sobrevivido hasta ahora, zorra?». Carol se aferra (literalmente) a esa fe aunque la realidad aquí para los espectadores sea también otra prueba de esperanza en la humanidad a la que se aferra Morgan. ¿De qué tiene miedo Carol? ¿De verdad tiene miedo de morir? Tal vez todo consista en una estrategia y ese bebé en el interior de Maggie supone también una revelación para el grupo de Salvadores que, ahora, también tienen que hacer frente a la misericordia que habita en su alma. Si es que queda algo allí… Molly y su tabaco o su enfermedad terminal (?) como reflejo también del destino inminente de Carol y Maggie van ofreciendo líneas de progresión ante esa posibilidad que también se respira en el aire: ¿está todo perdido? Las experiencias personales de Maggie acaban finalmente endureciéndola, enfrentándola a esos bad-asses que también necesitan aferrarse a algo y es que, ciertamente, no nos hace falta haber estado al lado de Paula o Chelle para saber con aquello que han tenido que experimentar para sobrevivir y llegar a este punto. Donnie culpa a Carol de sus heridas y acrecienta la tensión pero, al mismo tiempo, “The Same Boat” se transforma en una especie de obra de dramaturgia dentro de esas habitaciones que conforman sus escenarios para reivindicar el papel de la mujer y su fuerza en el orden del nuevo mundo. “The Walking Dead” desea seguir sorprendiéndonos con los que pudiéramos definir un episodio botella dentro de su universo y esa teatralidad impuesta en un interrogatorio en el que el bando de los protagonistas va a ser puesto a prueba. ¿Quiénes son realmente los buenos? Aunque la pregunta sea otra: ¿quedan buenos a estas alturas del Apocalispis Zombie? 

En el episodio cada intérprete juega su papel. Paula, por ejemplo, quiere utilizar como rehenes a Carol y Maggie hasta que otros Salvadores llegan a la zona como refuerzos para sacarlas de allí. En ese punto estamos seguros que no querrá lastres como marca su conflicto y veremos que su golpe con la culata de su arma para dejar inconsciente a Donnie es el principio de sus inteligentes acciones, mandando a Chelle interrogar a Maggie en la otra habitación. Y sobre este territorio también llega la exploración de Carol. ¿Cómo es exactamente? ¿Es patética o su acercamiento a la fe (y ese rosario) es una estrategia de supervivencia? Digamos que ya en el diálogo de Maggie y Chelle se nos revela las heridas de una mujer, el pasado sobre el que todo gira y los traumas que ocultan. Chelle estuvo embarazada y también hizo todo lo posible por encontrar el cuerpo de su novio, revelando esas conexiones entre personajes y que todas allí harán lo necesario para sobrevivir. Ni Maggie ni Chelle piensan morir en el día (de hoy) y ambas no pretenden estar equivocadas ni en su decisiones ni en el bando que eligieron. Rick y Paula, mientras tanto, siguen debatiendo por el walkie talkie y comenzamos a divisar también la estrategia de Carol, utilizando la historia de esos moteros (descubriremos que su líder respondía al nombre de T) para sacar el nombre de Negan a la palestra. «Todos somos Negan». ¿Qué quiere decir Molly cuando dice eso? Podemos entender que en cierto punto “The Same Boat” traza una línea de evolución sobre Carol, replanteando que utiliza también una falsa humanidad y debilidad como nueva arma y ese cigarro realmente quiebra sus principios pero, simultáneamente, los refuerza. Por su parte, conoceremos más sobre el pasado de Paula. Era secretaria y su historia sobre el café y relato respecto al comienzo del apocalipsis zombie nos remite en cierto modo a “Fear The Walking Dead”. También al precio de su supervivencia siendo su jefe su primera víctima para poder subsistir y que comenzó a sentirse mal cuando esa cifra llegó a los dos dígitos. Todos han acabado siendo asesinos y los escritores refuerzan el discurso episódico gracias ese juego de reflejos. «La muerte llega» y ciertamente el conflicto de Carol se traslada al de Paula, siendo su necesidad de no volver a matar la clave para entender cierta evolución en ambos personajes. El capítulo es obvio que se recrea sobre la fe de Carol en aquello que está haciendo su líder y ese «Rick es un hombre de palabra» es clave para unificar todo ese pasado personal que les une y que, tiempo atrás, les separó. Vamos a ver también que Paula no ha llegado viva a ese punto por casualidad y es lista para saber, en su conversación con Rick vía walkie talkie, que su grupo rival está cerca del matadero, contactando con sus refuerzos para generar cierta tensión argumental y dejar a Carol sola en la celda. Carol también nos remite a Andrea y la facilidad para poder librarse de sus ataduras, trasladando su conflicto a su realidad para poder escapar: sus debilidades son sus armas. Carol encuentra y libera también a Maggie y ésta prepara una estrategia que choca de frente con el conflicto de compañera: van a tener que acabar con todos Los Salvadores. Irónicamente Carol acabó matando a Donnie, que yace ya difunto en la celda y lo utilizan, ya convertido en caminante, para acabar con Molly. La violencia de Maggie para cebarse con la cabeza de Molly tal vez sea desmedida pero remarca el concepto sobre el que quieren trazar líneas y paralelismos los escritores. Paula descubre los cadáveres y saca su arma iniciando esa guerra que previamente ya había comenzado. El precio para poder sobrevivir de ambas mujeres y su enfrentamiento con sus reflejos marca su nueva transformación. Al fin y al cabo, fue Maggie la que hizo el trato con el líder de Colonia Hilltop. Pero, ¿de qué realmente tenía miedo Carol? Tal vez de sacar ese monstruo interior de nuevo… Paula, por su parte, hizo los deberes, colocando y empalando en un pasillo a varios caminantes para frenar o atrapar a Rick y los suyos. Es evidente que “The Same Boat” va a diseñar un enfrentamiento final y directo entre Paula y Carol y por otro lado Maggie y Chelle, como si las réplicas y homónimos conformaran ese material dramático necesario para explorar a los personajes. La equivocación de Paula fue quedarse sin balas demasiado rápido, convirtiendo en personal su venganza frente a esas dos mujeres enemigas. Por su parte, Chelle atacará con un cuchillo el vientre de Maggie rompiendo su camisa sin que el corte llegue a mayores. Ambas neganites, en realidad, se traicionan a sí mismas y el precio que marcaron por sobrevivir y veremos cómo ese acto activa a Carol para acabar con Chelle con un disparo en la cabeza y dar una vía de salvación a Paula, que finalmente reniega de la misma y acaba siendo víctima del arma que ella misma diseñó. Hay otro problema mayor y son esos otros Salvadores que ya están en el perímetro. Carol imita la voz de Paula e incluso, en esa breve espera, “The Same Boat” ofrece unos segundos para recapitular el conflicto de su protagonista. «Creo que he matado a dieciocho personas, puede que a veinte». ¿Podrá detener la cuenta en algún punto o está condenada a repetir el ciclo una y otra vez?

Carol no quería matar a Donnie, ser una máquina de asesinar a otros seres humanos, para definitivamente frenar esa sucesión de víctimas sobre su conciencia. Obviamente no va a poder hacerlo ya que Carol y Maggie han preparado una fogosa trampa diseñada por unas nazis… irónicamente en un matadero para esos Salvadores que llegan allí. Es el precio por sobrevivir y no hay vuelta atrás. Su deambular hacia la salida marca esos costes dolorosos y su única humanidad pudiera ser acabar con Paula una vez quedó transformada en caminante. En ese recuentro con sus seres amados llega la moraleja, siendo los sendos abrazos con Glenn y Daryl parte de esa concurrencia con su lado humano al que tratan de aferrarse. «Están muertos, todos están muertos». El episodio no sólo desea plantear que Maggie y Carol son de armas tomar sino dejar cierto aire de conclusión de Rick y los suyos en su lucha frente a Negan. Recuerden, Negan son todos los neganites… y el precio de Primo por decirlo frente a Rick es la muerte. Tal vez la sangre de la mano de Carol ante el asesinato a quemarropa de su líder signifique el precio moral de sus crímenes y que, posiblemente, el discurso de Morgan no fuera tan errado. Hay esperanza… aunque curiosamente ésta aparezca antes en Carol que en Rick, incluso en esos Salvadores que ahora han quedado humanizados frente a ese reverso psicópata (las fotos que encontró Glenn de cabezas humanas aplastadas) o el encuentro ciertamente caricaturesco de Daryl, Abraham y Sasha. Quizá aquello que nos quiere contar “The Walking Dead” es que los monstruos pueden nacer de la propia humanidad y aquí Carol ocupa una parcela un tanto complicada que bien pudiera representar los enigmas de la propia feminidad en los introspectivos márgenes contemporáneos de la pequeña y gran pantalla. “The Same Boat” es un episodio muy completo en ese aspecto, revelando grietas sobre personajes que considerábamos cimientos del grupo. Puede que también otro de los aciertos de la serie sea identificar y diseccionar a los grupos de supervivientes por el apodo que dan a los zombies. Los Salvadores los llaman ‘gruñones’ y nos queda claro que ese «todos somos Negan» de cara a la galería no va a ser el último gruñido que Rick y los suyos escuchen respecto a un personaje que sabemos estará interpretado por Jeffrey Dean Morgan y que no hará acto de presencia seguramente hasta la recta final de la temporada. Y aquí sobran las palabras y los gruñidos…

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