— Hemos atropellado a esa cosa unas 1.598 millones de veces… y sigue viva…
× Perdón, fueron 1.603 millones de veces…
— Da lo mismo, sigue viva esa cosa que tiene todos los huesos astillados y fuera del cuerpo, que sigue caminando hacia nosotros y con la que no se puede dialogar… que quiere comernos hasta los higadillos… ¿Qué será?
× Eso, ¿qué será?
— No sé qué será… pero tiene unos ojazos azules ‘presiosos’. Como alguien toque a esa ‘preciosura’ protesto hasta el fin de los tiempos.
× Sí, parecen muy confiables. Hablemos con esa cosa de la filosofía de Kant y defendamos sus derechos ante los opresores.
[Y LOS ÁNGELES CAYERON EN MANOS DE UNA HORA DE ZOMBIS EN MENOS DE 24 HORAS]
La llegada de la esperada “Fear the Walking Dead” ha supuesto un constatando «MEH?» en gran parte de la audiencia al comprobar que su piloto iba a posicionar a fuego lento al espectador en los comienzos de la Apocalipsis Zombie ya desarrollada al comienzo de “The Walking Dead”. Posiblemente explicar cómo el mundo se fue a la mierda por la invasión de unos víricos caracoles caníbales supone lidiar con esos vacíos que la serie primigenia de AMC desarrollaba en recuerdos y breves flashbacks. Para disfrutar de este spin-off es obvio que hay que tener en cuenta que su desarrollo parte de la base de que nos encontramos ante un universo en el que nadie conoce qué es un zombie o un muerto viviente dentro de la cultura popular. Nunca se llegó a realizar en este cosmos un largometraje, novela, cómic o serie de televisión acerca de la posibilidad de que los muertos volvieran a la vida. ¿Ni siquiera La Biblia? Aunque en “So Close, Yet So Far”, segundo episodio de la primera temporada de “Fear the Walking Dead”, introducen algo de religión el concepto es netamente icónico, no se siente esa amenaza que por ejemplo sugería un reverendo en televisión en “Amanecer de los muertos” de Zack Snyder. Nadie aquí sabe lo que es una Apocalipsis… aunque sí exista algún loco de las teorías conspiratorias (Tobias) y sepa de antemano aquello que va a mandar al mundo, tal y como le conocemos, al abismo. «No hay satélites, ni internet, ni teléfonos móviles. Las comunicaciones se desmoronarán porque no habrá nadie allí para administrar los servidores. La red eléctrica se colapsará por la misma razón. Todo se irá al infierno. Y eso es lo que ellos no entienden. Cuando acaba la civilización, acaba rápido». Y, entonces, yo me pregunto. ¿Por qué no han concebido “Fear the Walking Dead” alrededor de Tobias y nos han ofrecido “La tribu de los Brady” con zombies? Repasemos “So Close, Yet So Far”.