2010 Moby Dick: Y Hernan Melville se levantó de su tumba para clavar un arpón a los responsables

“2010: Moby Dick”

Director: Trey Stokes

EEUU

2010

Sinopsis (Oficial):

Una adaptación moderna de la clásica novela de Hernan Melville que narra la historia del capitán de un submarino de alta tecnología y su búsqueda obsesiva por destruir la enorme ballena prehistórica que le mutiló.

Crítica Bastarda:

¿Ha oído hablar usted de “2010: Moby Dick”? 

Es el mayor monstruo y aberración fílmica del Siglo XXI. ¡Es el mismísimo diablo!

¡Y se aproxima a usted para comerle… su cerebro! 

1 kilómetro

700 metros

300 metros

150 metros

100 metros

50 metros

¡FUEGO!

Perdón, ¡BODRIO!

¿Qué hace Moby Dick? Pues canta… Moby Dick es una ballena asesina saltarina legendaria que vivía en paz y armonía masacrando a otras ballenas con fines ecológicos hasta que comenzaron a clavársela una y otra vez. Una y otra vez. Y otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra, otra… vez. Se convirtió en un animal rencoroso y destructivo. Como si el Toro de la Vega no se muriera cada vez que le meten una lanza por las costillas y decidiera devolver las mismas clavadas directas al orto de sus mongoles atacantes. Un momento, ESO sería una pedazo película marca The Asylum y no el mojón que nos conociere. Nos imaginamos al fantasma de Hernan Melville buscando a los responsables con un arpón directo a realizar un homenaje de la portada de “Holocausto caníbal”. Es el único consuelo que te queda después de sufrir esta continua vejación de despropósitos. Lo dicho, corriendo un estúpido velo. ¡VENGANZA!, gritaba Moby Dick. ¡VENGANZA!, volvía a gritar Moby Dick, que como todos ustedes significa la «PILILA de MOBY». Moby es el compositor de melodías para anuncios cuya pilila es tan grande que tiene que cubrirse la cabeza con el escroto. No es calvo, va cubierto por el escroto de su mastodóntica y monstruosa pilila. El problema es que el canto y grito de Moby Dick NO se escucha. He ahí su maldición. O ESE es el argumento y discurso que yo he extraído de esa defecación y tortura fílmica. O puede que sufra incurables daños cerebrales después del visionado…

Trey Stokes se reserva gloriosas frases como «¡Fue Moby Dick la que me arrancó la pierna en el 69!» pero grandes incógnitas del tipo ‘¿Fue con un 69?’. La película nos deja grandes y sesudas incógnitas científicas del tipo dónde hay calamares hay ballenas. ¿De verdad? Yo creo que no: dónde hay calamares… hay BODRIOS de tamaño Godzilla. Luego llega ese recital de referencias cual torpedos termonucleares asesinos. Por ejemplo, cuando “2010: Moby Dick” hace un guiño a “Apocalypse Now” es para salir corriendo y tirarse de cabeza por la taza del váter. La ballena da mucha guerra… Los momentos ‘claudicación’, post-torpedo y la interpretación de Barry Bostwick merecen un Oscar de grande…  como la pilila de Moby o Moby Dick. En resumen y despedida: un macro-oscar, tamaño monstruo prehistórico cantarín, para metérselo por el orto a los responsables de ese PEDAZO BODRIO, claro.

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