“The Walking Dead” es, ante todo, un drama post-apocalíptico con tintes psicológicos amparado en un tono que se ciñe al género. La serie que inicialmente creó Frank Darabont ha mutado y transitado por diferentes fases para recrear el cómic de Robert Kirkman y su viaje es inevitable hacia la llegada de un personaje condenado a tomar el relevo de maldad de El Gobernador. En el polémico regreso de la serie, “What Happened and What's Going On” (5x09), nos dejaron caer la presencia de unos ‘Wolves’ que dejaron su seña de identidad en las cabezas desmembradas de unos caminantes. ¿Serán esos ‘lobos’ Los Salvadores? ¿Terminará la quinta temporada de la serie de AMC presentando al archiconocido, para los fans de los cómics, Negan? En “No Sanctuary” (5x01) el mismísimo Kirkman tuvo que salir a desmentir que el antiguo villano de Terminus —y que provocó que Gareth pasara al lado oscuro convirtiéndose en un monstruo— fuera el gran bastardo y miserable que pondrá en aprietos a Rick y los suyos. El futuro está cada vez más cerca y es hora de repasar “Them”, décimo capítulo de la quinta entrega de “The Walking Dead”.
La secuencia inaugural de “Them” ciertamente nos habla de que el dolor sigue tanto dentro como fuera de esos personajes, que ansían una catarsis y un motivo para continuar… Ellos seguirán de pie sobreviviendo porque están condenados a ello y Carol se lo recordará más adelante a Maggie Greene. Cada uno parece lidiar con el sufrimiento y la pérdida y en apariencia pudiéramos simplificar el episodio como una transición cargada de cuantiosos matices con un gran alegórico milagro de fondo. “The Walking Dead” es un survival horror y vamos a ver a los protagonistas hacer cosas desagradables. A Daryl comiéndose una lombriz, por ejemplo. Sasha busca agua inútilmente generando la propia metáfora de la desesperación y la rabia encorsetada. El luto es el silencio, la carretera es el camino y ellos son los otros caminantes por mucho que se repitan «No estás muerto…», «No estás muerto…», «No estás muerto…», «No estás muerto…», «No estás muerto…». ¿Están ya muertos y todavía no son conscientes o es su modo de afrontar un mundo en el que la propia muerte gobierna?
El drama post-apocalíptico de AMC siempre ha conjugado elementos morales, religiosos con la supervivencia de un mundo que dejó de ser tal para convertirse en otra áspera e ingobernable realidad. Ellos están allí… buscando un camino que les proporcione una salida al caos y mal, a la muerte que camina y que les persigue para que se unan definitivamente a sus filas. Hasta ahora, han fracasado. Ni el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, ni la granja de Herschel, ni la prisión, ni Woodbury, ni Terminus, ni la iglesia del Padre Gabriel Stokes, ni el Hospital Grady Memorial, ni Richmond, Virginia… ¿Será Washington la salvación definitiva? ¿El final de ese largo e interminable camino marcado con el dolor de sus tambaleantes vidas? La única diferencia con los muertos que caminan son sus propios sentimientos y, sí, vamos a tener una ración de ese Daryl llorón que se ha convertido en un recurso habitual de “The Walking Dead”. ¡No hagan llorar a Daryl, hijos de fruta! ¡No hagan sufrir tanto a la pobre Judith y den a ese bebé un bazuca ya! La intención, por el contrario, es gestionar un capítulo que sirva para amarrar a los personajes los unos a los otros, ya que se darán cuenta de que la única vía de conseguir salir vivos es trabajar juntos. Los protagonistas van a sufrir por esa ruta en la que se han quedado sin provisiones y en el que tienen que lidiar con ellos mismos. Rick avecina que se aproxima una tormenta que pudiera ser tan catártica como salvadora… aunque un grupo de caminantes les sigue. No importa, buscarán el momento apropiado para despacharlos.
Maggie no quiere consuelo y desea encajar el luto por la pérdida de su hermana. No está interesada en aquello que pueda contarle el Padre Gabriel, un tipo que no estuvo allí para proteger a su propio rebaño… El pasado condena también a los personajes y Michonne tratará de guiar a Sasha en esa rabia contenida. Carol hace lo propio con Daryl. En ese grupo siempre existe un apoyo, una salvación… Un barranco parece el lugar propicio para arrojar a los caminantes perseguidores pero Sasha rompe la dinámica y el plan. La matanza a cuchillazos comienza. ¡Y a Rick casi le muerden el brazo! Sasha hace enojar a Michonne… y ambas son mujeres de armas tomar… Precisamente es la propia Sasha aquella que conduce su odio a cualquier amenaza hacia una salvación para el grupo, acabando con un grupo de agresivos perros salvajes y siendo la comida que necesitaban. También la secuencia supone un contraste a esa barbacoa de ‘Los cazadores’ con la pierna de Bob. Esta parte del show no va a gustar nada a los seguidores de “Lassie”… y el propio padre Gabriel reniega de su alzacuello arrojándolo a la fogata antes de hincar el diente en esa carne perruna. ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡A la cazuela!
Cuando era un niño le pregunté a mi abuelo si alguna vez mató alemanes en la guerra. No me quiso contestar. Dijo que eran cosas de adultos, así que le pregunté si los alemanes alguna vez intentaron matarlo… pero se quedó callado. Dijo que estaba muerto en el momento que pisó el territorio enemigo. Cada día se despertaba y se decía, «Descansa en paz. Ahora levántate y ve a la guerra». Y entonces años después de pretender que estaba muerto logró salir con vida. Esa es la trampa de esto, creo. Hacemos lo que necesitamos hacer y luego salimos con vida. No importa lo que encontremos en DC. Sé que estaremos bien. Porque así es como sobrevivimos. Nos decimos a nosotros mismos… que somos los muertos vivientes.
We are The Walking Dead |
El fin siempre ha justificado los medios del grupo aunque siempre ha existido un límite moral. Rick se transformará en un monstruo para sobrevivir y lo sabemos. Todos ellos se han convertido en caminantes para poder lidiar con un mundo que no admite débiles sino supervivientes. Daryl no acepta la idea… Maggie deberá superar sus propios conflictos ante la pérdida de su hermana Beth y hacer frente a ese universo donde la muerte camina y los reflejos entre vivos y muertos cada vez se hacen más idénticos. La tormenta se aproxima… pero un ‘amigo’ deja agua al grupo en medio de la carretera. ¿Estará envenenada? ¿Piensa mal y acertarás? Eugene está dispuesto a sacrificarse pero Abraham Ford se lo impide. Nadie quiere correr el riesgo. Ninguno se fía… a estas alturas. La tormenta está aquí para propiciar el agua que necesitan aunque podrían haber bebido de las lágrimas de Daryl y no ir tanto de víctimas… En fin. En el momento ‘moja-bragas’ del redneck, encontró un granero y refugio para poder soportar una tormenta que se convierte en un elemento sobrenatural y redentor para todos los protagonistas. Una horda de caminantes intentará tomar el granero y únicamente con la ayuda de todo el grupo podrán impedir su avance sirviendo de contrapeso a las puertas… El director Julius Ramsay ha optado por el montaje y la interposición de todos ellos para confeccionar una especie de revisión metafórica del Arca de Noé… aunque, por momentos, parezca una rave ibicenca. Todo sea dicho.
A la mañana siguiente todos despiertan como si la gran y destructiva tormenta fuera un sueño. Maggie y Sasha descubren que los árboles cercanos al granero cayeron encima de esa hambrienta horda de muertos vivientes. Fue esa arca y ellos mismos los que propulsaron una salvación a un Diluvio Universal. Una caja musical marca su sintonía y motivación y todo parece resuelto hasta la llegada de un desconocido que va más limpio que el plato de comida de Falete. Se llama Aaron y quiere hablar con su líder… e incluso sabe que se llama Rick. Oh my God! Sasha y Maggie ponen su modo alerta, que ya trataron de comérselas con buenas palabras hace pocos capítulos. ¡Nadie me toca mi cuerpo serrano! ¡NADIE! ¿Quién será Aaron? ¿Qué buenas noticias les trae? Siguiendo la tónica bíblica impuesta en el capítulo, Aarón, fue un levita y primer sumo sacerdote de los judíos. El hermano mayor de Moisés deberían ser palabras mayores… En “The Distance” (5x11) veremos si Rick y los suyos se fían de ese nuevo amigo que les puede ayudar a cruzar el Mar Muerto hacía su hogar. Su nuevo hogar. ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¡A la cazuela!
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ResponderEliminarCOMENTARIO SIN SPAM: Esta temporada ha empezado genial! Que no la terminen como la 5º!Muy buenos contenidos, me encanta vuestro blog como Guia.
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