La quinta temporada de “The Walking Dead” ha mutado por distintas fases en las que la barba y mirada de Rick Grimes han marcado la constante y camino recorrido. Esa evolución ha llevado a su personaje principal a un viaje sin retorno hacia unos abismos morales que ya marcaban ese disparo a una zombificada niña como punto de giro y primer paso a ese itinerario y futura e interminable carretera. La familia se ha convertido en ese bastión a defender y cualquier precio será pagado. Cualquier precio. Rick no sólo tiene a sus hijos Carl y Judith sino a ese grupo que forma ya esa tribu esculpida por la humanidad y que ha ido integrando a sus miembros por la ayuda y auxilio ante la adversidad. De hecho, Glenn pudiera considerarse ese ángel de la guarda que ha ido integrando miembros a un grupo que tendrá que replantearse si confía o no en Aaron. ¿Quién es él? ¿Está solo? ¿Qué quiere de Rick y los suyos? Repasemos “The Distance”, undécimo capítulo de la quinta temporada de “The Walking Dead”.
Con “What Happened and What's Going On” (5x09) y “Them” (5x10) se ha generado suficiente polémica y controversia para que el suspense de “The Distance” funcione y se planteen los dilemas morales. ¿Han perdido la humanidad Rick y el resto de los protagonistas? La llegada de Aaron supone un gabinete de crisis en el santuario bíblico que desencadenó una apocalíptica tormenta. Hay demasiada tensión y backstory previo ante el aterrizaje de Aaron y su supuesta simpatía por hallar una conexión con Rick, como líder de ese grupo que tendrá que replantearse la veracidad de esas fotografías y palabras. Rick no quiere andarse por las ramas y golpea en la cara a Aaron para ganar tiempo… y tomar de nuevo la iniciativa. Cuando recupera la conciencia, Aaron da la impresión de haber vivido situaciones similares. Juega con la psicología pero no se asemeja a un Benjamin Linus… o un nuevo Gareth. No, hay cierta sinceridad en sus palabras aunque parece una verdad retorcida. ¿Qué oculta? ¿Por qué quiere fichar a unos bad-asses a su comunidad?
Aaron ha observado y escuchado a Rick y los suyos. Les conoce… y saben que son supervivientes y, en el fondo, buenas personas. Rick sabemos que ha perdido cada vez más su esperanza en hallar la humanidad en ese mundo post-apocalíptico. Amenazará a Aaron con poner un cuchillo en su cráneo si miente… mientras Michonne lidera la búsqueda de los vehículos para hallarlos sin encontrar al compañero de exploración de Aaron. Hay unas líneas en “The Distance” sobre la incapacidad de Rick de lidiar con la verdad y, por extensión, con la esperanza. Simplemente da la impresión de haberla perdido mientras que el resto de personajes se van sumando a las evidencias que propician las palabras de ese supuesto salvador. Rick dividió a los suyos. Glenn y Michonne se unen a un todavía esposado Aaron en un coche mientras que el resto viajará en esa caravana. El suspense crece como las dudas. Placas de matrícula falsas, ausencia de personas en las fotos de Aaron y, entonces, llegan las preguntas de Rick formuladas por Michonne… Aaron confiesa que mató a dos personas para defenderse y que ha acabado con infinidad de caminantes. Rick halla un cono de escucha en el coche y se da cuenta de un posible engaño. No hay marcha atrás: una infinidad de caminantes se encuentran delante de ellos y empiezan a ser reducidos como moscas en un parabrisas. Ahora entendemos por qué Aaron quería evitar esa ruta…
La furgoneta quedó a atrás y Aaron rompe ese optimismo cuando en la oscuridad aparece la bengala de su compañero. Era una señal que desemboca en nervios, temor… y una huida hacia el bosque. Los caminantes rodean a Rick, Glenn y Michonne y tendrán que salir del paso. Precisamente es el propio Glenn aquel que duda en ayudar a Aaron y esa pieza de humanidad es devuelta por ese ser anónimo que ahora desvela una frase del asiático en esas escuchas que hizo previamente. Únicamente trabajando juntos podrán salir de esta… y veremos que una bengala servirá a Rick para dibujar una extraña secuencia en la que la aparición de Glenn y Aaron es fundamental para su supervivencia y la de Michonne. El grupo se reúne y Aaron nos desvela la jugada de los guionistas de “The Walking Dead”. Su amigo Eric, que se ha fracturado el tobillo, es su pareja… y ambos son los primeros personajes gays con carácter regular dentro del show. Dicha secuencia va a romper esa dinámica de suspense y vísceras impuesta anteriormente. Planteemos que la dureza de Rick ha generado una pérdida de su propio liderazgo. Anteriormente recordamos esa frase fundamental que cerraba la segunda temporada: «Esto ya no es una democracia». Bien, parece que la dictadura por necesidad ha dado paso a una libertad en la que todos tienen voz y voto. Aaron confiesa la verdad sobre su destino: Alexandria, Virginia. He ahí la esperanza y ese viaje final del arca de Noé de ese grupo en el que la mirada de humanidad de Abraham, hacia ese destino con el que soñó, se hace finalmente realidad. Da lo mismo el positivismo porque la realidad no es para nada consecuente. Habrá momentos difíciles, instantes en los que todo quede detenido… pero siempre alguien pondrá en funcionamiento al conjunto para reactivarlo. Glenn es la clave y la esperanza es el motor de esa tribu que se dirige a un nuevo hogar, a esa tierra prometida que devuelve el anhelo y la expectativa que Rick perdió tiempo atrás. Judith tiene futuro… y esta vez no hay silencio como en Woodbury o Terminus… Hay niños riendo… y Rick no piensa que sea una grabación en un altavoz. La paranoia llegó a su fin y toda la mutación de la temporada a un nuevo destino. “Remember” (5x12) posiblemente sea fundamental para entender hacia donde nos dirigimos… y qué caminos nos llevó allí.
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