Agent Carter (1x07) SNAFU: Leviathan está llegando…

Bienvenido al anticlímax de “Agent Carter” después del clímax —y mejor capítulo— que supuso “A Sin to Err” (1x06). “SNAFU” es el séptimo episodio y penúltimo de una serie (limitada) condenada a su desaparición por un injusto ninguneo de la audiencia. Puede que sea mejor así, que quede completada la mitología acerca de un personaje que siempre permaneció a la sombra del Capitán América y que apostamos a que tendrá cabida en el actual universo cinematográfico al servicio de Marvel. Antes de S.H.I.E.L.D. fue el S.S.R. (Strategic Scientific Reserve) y una organización llamada Leviathan está a punto de llegar a Nueva York de manera contundente, violenta y catastrófica para millones de inocentes. “Agent Carter” va a dejar muchos de sus secretos para su desenlace y presumiblemente todo el misterio de batalla de Finow (¿o Fornau?) y la implicación de Howard Stark serán reveladas en el cierre del show. Dottie Underwood y ese prestidigitador llamado Dr. Ivchenko van a presentar su jaque mate a la organización que equivocadamente ha dirigido su teoría conspiratoria hacia Peggy Carter y el propio Stark. El enemigo vive bajo su tejado y Leviathan está llegando… ¿Qué paso en “SNAFU”? 

Peggy está contra las cuerdas pero todavía puede alzarse para lanzar su alegato feminista: 

Cree que me conoce pero no he sido más que lo que cada uno de ustedes ha creado. Para ustedes, soy la gatita extraviada, dejada en su puerta para protegerla. La secretaria convertida en dama en apuros. La joven en el pedestal, transformada en una ridícula puta. Se portan como niños. Lo que es peor... Lo que es mucho peor... esto es solo trabajo policial de mala calidad.

“SNAFU” va a vendernos al villano de la serie y comprobaremos en un flashback, ubicado tres años antes, la capacidad de sugestión y poder hipnótico del Dr. Ivchenko… al ayudar en un campo de batalla en Rusia a un soldado al que tenían que amputar la pierna sin anestésico. Sierra que te sierra… O lo que es lo mismo, brutalidad frente a esos pasajes oníricos que el maestro de la inercia metal es capaz de dibujar en la mente de cualquier hombre. Tres años después se dispone a dar sentido al plan de Leviathan. ¿Qué objeto e ítem de Stark desea? ¿La sangre de Steve Rogers que tanto protege Peggy? Carter va a tener que lidiar con las preguntas y acusaciones de sus compañeros mientras las piezas —como el extraño suicidio del agente Yauch— se van completando… danto sentido a Dottie Underwood, que comprará en una tienda un cochecito de bebé. Nada bueno puede salir de eso…

Jarvis irrumpirá en el SSR con una confesión firmada por Howard Stark para exonerar a ambos… aunque Peggy sea despedida de la organización. En ese momento fuera de la sala de interrogatorios, Peggy verá a Ivchenko haciendo señales en código morse en la ventana del despacho de Dooley. El plan tiene que ser cambiado y todos están en peligro… Tienen 90 minutos para evitar algo malo que va a ocurrir y Jarvis desvelará que la confesión es falsa. ¡Él mismo la escribió ante la imposibilidad de localizar a Stark! Peggy revelará todo a Dooley, Thompson y Sousa… incluso la sangre de su amado Capitán América. Ella llevó su investigación en paralelo porque nadie en el SSR la hacía caso… salvo para sus labores de secretaria. La bofetada parece convincente porque las verdades como puños golpean a esos hombres machistas superados por las indiscutibles dotes de su compañera. Sousa y Jack Thompson acudirán al edificio de enfrente mientras que Dooley tendrá que lidiar con Ivchenko girando su anillo. ¿Están todos perdidos?

Que nos mostraran previamente el poder de sugestión de Ivchenko nos deja claro que Dooley será sometido a su voluntad. Dejará a Peggy y Jarvis esposados en la sala de interrogatorios bloqueando la salida, para que propicien la secuencia más divertida del capítulo. Mientras tanto, el propio jefe acompaña al sirviente de Leviathan a localizar ese ítem que tanto ansía. Sousa tendrá que enfrentarse a Dottie y ésta saldrá huyendo ante los disparos finales del agente. Vamos a ver a Dottie bajando por el hueco de las escaleras como una ninja. ¡Ni Spider-Man hace eso, oigan!  Posiblemente una de las críticas es el repetitivo recurso de guión: ¿la abuela de ‘Viuda Negra’ cae como una felina ante un hombre armado que la apunta y ninguno se atreve a abrir fuego? En el edificio de enfrente, Ivchenko consigue el ‘Ítem’ de Stark y deja a Dooley con un extraño chaleco… Será recogido por Dottie y ambos van a poner en funcionamiento su plan conociendo de antemano que el SSR va estar más preocupado de otros menesteres. Y es que el chaleco que se ha colocado Dooley, que vive atrapado en un sueño, es un diseño defectuoso que se recalienta y explota… Sousa une las piezas demasiado tarde, Peggy cometió errores y Thompson se dio cuenta de toda la conspiración como el propio Dooley de la gran mentira a la que fue expuesto. Dooley coge un arma y dispara sobre las ventanas para salir despedido (y volando) de allí antes de detonar. Los cristales y escombros dejan dañadas las oficinas del SSR pero el pérfido plan de Ivchenko falló. Toca recomponerse después de sacrificio. ¿Qué robó? ¿La sangre de Steve Rogers? No, es el Ítem 17… pero, ¿qué hace? Nadie lo sabe y vamos a verlo de la propia mano de ese cochecito de bebé, con Dottie como maestra de ceremonias del mal, en la sala de un cine donde es abandonado… y con Ivchenko atrancando la puerta. Que Dottie se tapara su nariz y revelara que un gas sale de una pequeña bombona marca esas toses y ataques de violencia a las que son expuestos sus víctimas. Una pareja que llega tarde se encuentra el baño de sangre al abrir la puerta el ujier. El material pudiera recordarnos al de la estupenda “En la boca del miedo” de John Carpenter y su desenlace. Una Apocalipsis se va a desatar en Nueva York si Peggy Carter y los restos del SSR no lo evitan… que actualmente viven en ese anticlímax marcado.  

Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.