jueves, 11 de agosto de 2016

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Mr. Robot (2x06) eps2.4_m4ster-s1ave.aes: La gran mentira


Si algo ha mostrado la serie de USA Network es que siempre desea ir por delante del espectador, imponiendo sus propias reglas y percepciones pero, al mismo tiempo, dotando un sentido de conjunto sólido en su propuesta. Sam Esmail ha tratado de conciliar lo que sería un espectáculo minoritario y de culto con otro que atraiga a todo tipo de espectadores y posibilite una unanimidad entre público y crítica para poder seguir creciendo y desarrollándose. Tal vez sus riesgos muchas veces alejen a una parcela de seguidores de las intenciones finales de “Mr. Robot”, todavía difusas más allá de su comunión entre el poder de la mente (o su supervivencia ante una enfermedad que le afecta directamente) y la necesidad de salvar a un mundo condenado por esos hombres que en secreto lo gobiernan (y que juegan a ser Dios sin permiso) y de los que hablaba Elliot Alderson en el piloto. Nos encontramos, por lo tanto, ante la crónica de una gran conspiración con tantos ramales como alternativas lógicas y, desde tal premisa, Sam Esmail ha entablado un diálogo sobre el espectro sociopolítico actual. ¿O qué ocurriría si el mundo se viera liberado de esa farsa que ha servido a otros para subyugarlo a sus intereses? Es normal que una de las imágenes de “eps2.4_m4ster-s1ave.aes”, sexto episodio de la segunda temporada de “Mr. Robot”, sea la de Phillip Price cada vez más arrinconado y perturbado con ese mundo exterior que le rodea y amenaza con derrumbar su imperio. El pueblo ha salido a las calles cuando la gran mentira que mantenía sus existencias fue descubierta y derribada y, ahora, es momento de lidiar con todas las consecuencias. El contexto es cada vez más asfixiante, más caótico y funesto. Es cierto que la serie de USA Network siempre ha jugado con la paranoia, la sátira y también con ciertas maquinaciones que todavía no ha desvelado completamente. Tal vez, incluso, Price tuviera en mente todo este plan aunque jugar con fuego para quemar Roma puede tener sus contratiempos o, precisamente, hacer que te quemes… Ese material queda todavía en punto muerto con todo lo ocurrido en eps2.3_logic_b0mb.hc” (2x05), donde una ‘bomba lógica’ explotó en la cara de todos los protagonistas al iniciar nuevos y peligrosos viajes personales. “eps2.4_m4ster-s1ave.aes” se trata de uno de esos episodios que desean también marcar un antes de después dentro del propio espectáculo, potenciado sus posibilidades y, al mismo tiempo, estableciendo una metáfora de la capacidad del cerebro humano para generar una mentira y autoengañarnos. Y la falsedad y ficción que va a vivir Elliot al comienzo del episodio pudiera ser extrapolable a la propia sociedad sumida en necesidades irreales para no afrontar una dolorosa y cruel realidad que le espera. O quizás aquello que nos indican es que la ficción es la idónea representación de una vía para eludir la realidad. Repasémoslo. 

Si alguien pensaba que “Mr. Robot” no podía sorprenderle a estas alturas estaba completamente equivocado. “eps2.4_m4ster-s1ave.aes” transforma la serie en una comedia de los 80 que no duda en homenajear a “Alf” pero también esconde una aureola de macabra oscuridad. Existen réplicas sobre la primera temporada ya que Elliot está condenando a hacer frente a peligrosos hombres para tratar de hacer lo correcto y somos conocedores, como nuestro protagonista cada vez que mira en una pantalla o espejo que está ahí tras la paliza que los hombres de Ray le dieron. Todo, no obstante, tiene una explicación lógica y satisfactoria, siendo el cerebro de Elliot el que recicle recuerdos familiares respecto a un viaje familiar de los Alderson que tal vez nunca existió. Sam Esmail desea contraponer esa introducción catódica a la emoción de un flashback de la secuencia final, donde el padre de Elliot ya avanza su enfermedad y que va a abrir un negocio cuyo nombre será dado por su hijo. Esa sitcom también sirve a Esmail para explorar también la psique de su protagonista, dejándonos claras sus dudas respecto a los sentimientos por Angela, el incierto destino de Tyrell (amordazado en el maletero donde viaja a la familia) y, sobre todo, la extraña asimilación de la muerte de Gideon Goddard siendo atropellado ¡por Alf! No sabemos si el antiguo ex jefe de Elliot es una especie de Kenny McCormick o si, simplemente, la idea es instaurar que la mentira (y ficción) es la respuesta a muchos planteamientos reales. 
A veces las mentiras pueden ser útiles, Elliot. A veces te protegen. Y a veces te ayudan a librarte de un asesinato. Y la verdad es dolorosa, hijo. A menudo es así. Una mentira es el único remedio. Porque demasiada verdad, demasiada honestidad… eso te matará.

Evidentemente, Mr. Robot es un mecanismo de la mente de Elliot y sirve de defensa para eludir ese dolor a su despertar, que también racionalizará el motivo de la inclusión de Alf en ese sueño imaginario generando por la psique del protagonista. Aparte de plantearnos en cuántos hospitales siguen emitiendo tan icónica sitcom, la idea es que Ray se posicione como un gran villano que dejaa claro a Elliot, a través de la crónica de la muerte de Maxine, que todo el mundo debe pertenecer a alguien y tener un dueño. El paso por el hospital de Elliot será tan mínimo como un nuevo secuestro para que Ray posicione en ese sótano maldito a aquel que quiere que gestione sus turbios negocios. Es ya su perro (aunque éste tiene otro dueño más peligroso). Posiblemente Sam Esmail haya articulado conscientemente una distracción para su antihéroe alejándolo del foco principal de acción y fomentando esa nueva comunión con su álter ego. A “Mr. Robot” también le interesa posicionar ese concepto de mitología tan habitual en esta temporada, dotando de sentido todos los elementos que se han ido exponiendo. En cierto modo, la promesa del padre de Elliot para ponerse bien y nunca abandonarlo pudiera encajar como parte de ese mecanismo de su mente una vez que ésta fue dañada. O, parafraseando a Mr. Robot, ¿para qué lamentarnos del pasado si podemos ver el futuro? El problema es que el futuro todavía está por definir aunque Elliot tiene claro (también en otro sueño) aquello que quiere y desea. Y conseguirlo no va a resultar fácil si tiene que liberar al mundo de hombres tan peligrosos como Ray.


Respecto al ataque terrorista en el hotel Bayi Lake de Beijing, Dominique DiPierro es conocedora que no puede tomarse la baja por un mes en tan tensa situación. Aunque las autoridades chinas apuntan a separatistas uigures ya que el grupo de hackers no opera de tal modo, la agente del FBI sabe que el Ejército Oscuro está detrás del tiroteo y que no existen las coincidencias. Esos actos fueron cometidos no para asesinarlos sino para interrumpir la investigación del FBI en China y no dejar ninguna huella. DiPierro hace hincapié en su relato por qué sobrevivió y que los asaltantes ‘borraron su historial’ acabando con sus propia vidas. Aquí el espectador tampoco cree en las coincidencias y, quizás, la agente siga viva porque aquel que presuntamente orquestó el ataque (Whiterose / Zhang) quiso no tocar a su nueva flor de loto. La idea es que también veamos que los métodos del Ejército Oscuro no son para nada pacifistas y prueba de ello es el doloroso castigo que recibe Cisco por hacer demasiadas preguntas. Al fin y al cabo, el propio nombre de ese ‘ejército’ de hackers nos revela que aquellos que son soldados rasos no deben cuestionar nada, simplemente obedecer órdenes. “eps2.4_m4ster-s1ave.aes” también desea posicionar ciertas piezas para que todo comience a encajar. Prueba de ello es que Angela, entrenada por fsociety para una misión a contrarreloj, se encuentre con Cisco para comprender más si cabe ese gran todo donde ella también es un elemento fundamental. Es interesante que “Mr. Robot” revele de nuevo todo su potencial en este episodio, que veamos que el espectáculo puede transformarse en una sitcom o una cinta de atracos donde el pulso cinematográfico de Esmail nos posiciona a seguir a Angela en su misión para hackear al FBI en las instalaciones de ‘Evil Corp’ antes de que los agentes abandonen el lugar. Toda esta trama es un recital donde los teclados se fusionan con la banda sonora y la capacidad de mutar en “Ocean Eleven” si así se considera necesario. Todo es posible y todo ese sumatorio de tensión, sofisticación narrativa y visual, es complementado por un golpe de efecto al llegar DiPierro al escritorio/cubículo de Angela en el momento más inoportuno. ¿Hay posibilidad de escape o solamente nos queda ver una partida a una Gameboy que revela el dolor de la vida real y las consecuencias de tratar de hacer un mundo mejor? Las respuestas comenzarán a llegar en el próximo episodio.

http://wendiget.tumblr.com/post/148783019560/mr-robot-sitcom-opening

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