El regreso de “Fear the Walking Dead”, tras su parón desde el mes de mayo, nos lleva también a un peliagudo territorio para saber si merece la pena seguir viendo (y escribiendo) sobre el spin-off de “The Walking Dead”. La propuesta de AMC llegó tanto para rentabilizar el éxito desmedido del show original como para disponer de dos espectáculos conectados bajo una misma temática, universo y género. Pero, por el contrario, su ficción hermanada siempre se ha quedado precisamente en sus proposiciones e ideas por encima de sus irregulares (e incluso pobres) resultados. Es cierto que a la serie original le costó arrancar aunque disponía del material comiquero escrito por Robert Kirkman para que los espectadores no iniciaran la espantada. Además, el despido de Frank Darabont y sustitución por Glenn Mazzara dio otro brío al show aunque su adiós a partir de la cuarta temporada dejara en evidencia esa polémica generada por la visión impositiva de Kirkman (netamente visual) y otro tipo de necesidades narrativas de todo espectáculo televisivo para que funcione. Dentro de los márgenes de ese choque, no obstante, siempre nos ha dejado excelentes episodios que han dejado huella entre los seguidores de las vivencias de Rick Grimes y los suyos, pero el problema es que “Fear the Walking Dead” no está alcanzando un nivel del todo satisfactorio y deseado. Desde el principio ya divisamos sus grandes inconvenientes en sus mecánicas y personajes y que la crónica del estallido del apocalipsis zombie venía determinada de dos licencias por parte de los creadores:
1.- En el universo de la serie nadie sabía lo que es un muerto viviente hasta la irrupción del virus y nunca existió nada a nivel cultural que reflejara tal concepto.
2.- El mundo, atrapado en su buenrollismo y lo políticamente correcto, se fue a la mierda en cuestión de horas con una simple mecha.
Ironía y sátira social aparte, en “Grotesque”, octavo episodio de la segunda temporada de “Fear the Walking Dead”, podríamos añadir a la lista que entenderemos por qué los perros salvajes se extinguieron rápidamente… Repasemos el capítulo.
Vayamos a la crónica de las debilidades de “Fear the Walking Dead” que pasan por muchas jugosas ideas que nunca se materializaron satisfactoriamente. Si bien su primera temporada no acababa de convencer aterrizó un desenlace y clímax donde se nos presentó a Abigail y que la continuación se desarrollaría inicialmente en alta mar. Tal concepción no acabó de estabilizar un irregular espectáculo que deseaba crecer a través de unos personajes tampoco demasiado sugerentes salvo Victor Strand. Y su vuelta de tuerca y homosexualidad desató cierto odio de ese sector homófobo que ya se escandalizó con el beso de Aaron y Eric en “The Walking Dead”. Las intenciones de esos primeros nuevos siete episodios, no obstante, fueron establecer parcelas temáticas cuyo escaso tiempo en pantalla arruinaba muchas de sus posibilidades. Precisamente la llegada a Mexico de Abigail y sus ocupantes nos presentó a un nuevo e interesante personaje (Celia Flores) que posicionaba el discurso de la serie ante una atractiva premisa: ¿Quiénes son realmente los monstruos? ¿Los vivos o los muertos? Los escritores han tratado por todos los medios hacer mucho más sugerentes a sus protagonistas y utilizar una vieja técnica del show original para separar a sus personajes y abarcar mucho más escenario. Generalmente, esas particiones no han sentado demasiado bien a “The Walking Dead” y “Grotesque” confirma tal tónica, siendo el viaje de Nick Clark por encontrar su lugar en el mundo y santificar a los muertos (por encima de los vivos). El episodio va a recurrir a varios flashbacks para establecer todo el arco argumental a través del conflicto del personaje, valiéndose de sus adicciones y la muerte de su padre junto a su relación con Gloria.
Hasta llegar a Tijuana ese viaje existencial y de supervivencia nos remite al mismo tiempo a la necesidad del espectáculo de pisar el freno de mano y dar más tiempo a esos escenarios que van a visitar sus protagonistas. De este modo, esas peripecias y aventuras en la onda de “127 horas” (en movimiento y sin automutilación por medio) llevarán a Nick a un territorio que sirva tanto para desarrollar al personaje como introducir una colonia de supervivientes en Tijuana. En “Grotesque” veremos que tampoco es fácil sobrevivir en un mundo apocalíptico donde la muerte camina y con todos los habitantes de la finca en Baja labrando sus propios destinos tras esa fatídica noche que presenciamos en “Shiva” (2x07). Sofía, uno de los miembros de la familia de Celia, informa al joven que al norte encontrará a más supervivientes que profesan la misma percepción religiosa respecto a la muerte. Los contratiempos no tardarán en aparecer y Nick pierde su mochila y agua al establecer su campamento en el mismo lugar que una violenta y protectora madre con su hija. Sabíamos que Nick no tiene inconveniente con los muertos al camuflarse como uno de los mismos pero los peligros aquí los propician tanto los vivos como los animales salvajes y hambrientos. Un grupo de forajidos armados y que viajan en un jeep, acecharán al joven tras acabar con la vida de un anciano que les pedía agua. Nick escapará pero perderá su nuevo botín (una radio) en el proceso, dándose cuenta que la única vía para poder conseguir agua es beberse su propia orina. Tal vez el problema de “Grotesque” sea que funciona como un capítulo de transición pero no llega a un nivel de exigencia y contundencia que se le pudiera pedir a un mid-season premiere. Con dos perros poniéndole en más aprietos, tras ser atacado y mordido en su pierna, Nick será salvado precisamente por esa muerte que camina y que ha establecido como timón de su supervivencia. El punto de interés del episodio es ver como Nick abraza el mimetismo y se une a un rebaño de infectados, alimentándose de los restos de un perro y sometiéndose a la locura de estar entre muertos vivientes. Su alucinación donde los caminantes conversan con él y le indican que le llevarán a casa pudiera ser lo más reseñable de un episodio que revela su interés en su recta final, presentando un nuevo escenario y personajes. Luciana (Danay Garcia) y dos hombres que acompañan a la mujer observarán a Nick desplomarse pero no ayudarán al joven… La negativa de Luciana pudiera establecer que solamente los fuertes y aquellos que abrazan a la muerte sobreviven y da la impresión, además, que esos supervivientes utilizan las mismas técnicas de camuflaje gracias a la sangre de infectados.
El destino y la lluvia salvarán a Nick y su sed será apagada para poder continuar su camino hacia la ciudad aunque allí no encontrará los medicamentos que necesita… salvo poder vendar su herida con cinta adhesiva en una barbería. ¿Un guiño al comienzo de “Fear the Walking Dead”? ¿Los personajes están condenados a volver a réplicas de otros lugares donde estuvieron el resto de protagonistas? Sea como fuera, Luciana y Francisco se encuentran con el joven y se interesan por saber si esa herida en la pierna es una mordedura de un caminante. Con todo aclarado, tras los iniciales problemas idiomáticos, un médico llamado Alejandro (Paul Calderon) atenderá la lesión de Nick y le enseñará la colonia donde seguramente permanezca una buena temporada. ¿Otro guiño a Woodbury en su versión mexicana? Estamos seguros que no todo va a ser tan estupendo y radiante como parece teniendo en cuenta que allí se profesan las mismas creencias de Celia. Otra cuestión es que Nick encaje en el lugar a la perfección… tras decidir aislarse de su propia familia y amigos por destruir todo a su paso. Y, recuerde, este chico quiere reconstruir su vida ante tanta desolación a su alrededor. ¿Nos interesa, de nuevo, ceñirnos a ese personaje que nos abría las puertas del spin-off en esa extraña combinación del mundo de las drogas (y su abstinencia) respecto a un apocalipsis en ciernes? Posiblemente “Grotesque” nos presente una serie tan deshidratada como su propio protagonista y que necesita otro tipo de líquidos que propicien una correcta y sanadora catarsis. Y beber orina no es una opción… Aunque existen muchos espectadores que consideran que seguir viendo “Fear the Walking Dead” es equiparable a tragar con todo tipo de evacuaciones y esenciales fecales… ¿Y qué pasó con el resto de los personajes? ¿Remontará el vuelo el spin-off o ya podemos ir poniendo los clavos a su tumba? Desde luego, mi cuenta atrás personal ha comenzado.
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