The Real O'Neals: De cómo recrearse en la disfuncionalidad de la familia disfuncional

Serie de TV

“The Real O'Neals”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

La nueva comedia de ABC “The Real O'Neals” es una aproximación diferente a una familia aparentemente perfecta cuyas vidas toman un giro inesperado cuando algunas verdades sorprendentes son reveladas. En lugar de hundir a la familia, la honestidad desencadena un nuevo capítulo en sus vidas más caótico donde todo el mundo deja de pretender ser perfecto y realmente comienza a ser real.

Crítica Bastarda:

Pasamos a ser de la familia perfecta en el boletín de la iglesia a irnos a las escondidas por la parte trasera, recibiendo sucias miradas de las prejuiciosas monjas. […] Así que, aquí estamos. Solo una típica totalmente americana, católica, divorciada, deshonrada, infractora familia gay. Y adivino que podrías decir que al final todos dijimos quién realmente éramos.

¿La comedia familiar norteamericana está completamente agotada o todavía queda por rebuscar entre la disfuncionalidad o el tono racial/social para construir algo llamativo o novedoso? “The Real O'Neals” trata de recrearse sobre las grandes imperfecciones de una familia católica irlandesa, asentada en Chicago, que vivía atrapada en una farsa para mantener las apariencias pero que, por el contrario, acaba vomitando toda la verdad delante de ellos mismos y su comunidad. Y aquí aparece la interesante vuelta de tuerca: la verdad, en vez de dinamitar una familia que comenzaba a descomponerse y fragmentarse, sirve de pegamento y catarsis para mantenerlos más unidos que nunca pese a cualquier factor adverso. ABC se ha fortalecido con la comedia familiar atravesando tanto el espectro temporal como el racial gracias a “The Goldbergs” o “Fresh Off The Boat” y “Black-ish” da la impresión de desear coger el relevo de “Modern Family” o “The Middle”. La serie creada y desarrollada por Casey Johnson, Joshua Sternin, Jennifer Ventimilia y David Windsor, no obstante, pretende recrearse en la disfuncionalidad como nueva normalidad, centrándose principalmente en que el hijo menor salga del armario delante de su familia y, sobre todo, de su beata, impositiva y estricta madre. Aunque el acercamiento a la homosexualidad de la televisión generalista norteamericana está siendo positivamente recurrente, puede que “The Real O'Neals” sorprenda por presentar al narrador de la historia como un adolescente que sale del armario en plena escuela secundaria y ceñirnos a su espectro imaginativo para integrar a personalidades célebres en sus pensamientos y acciones. Aunque si aquello que busca el espectador es dirigirse a lo políticamente incorrecto se encuentra en territorio equivocado y deberá dirigir sus pasos televisivos a los universos que plantean, por ejemplo, “The Detour” o “F is for Family”. La finalidad de la nueva comedia de ABC, por lo tanto, pasa por propulsarse desde la concepción de un espectáculo sólido y entretenido cuyo acto más controvertido sea poner a la Virgen María encima de la cisterna del inodoro. La polémica está ahí fuera… en las incendiaras declaraciones de Noah Galvin que pudieran llevar a la cadena a ‘recortar’ tanto la sitcom como la propia cabeza del supuesto egocéntrico actor de su parrilla.

Vayamos a la propia ficción que representa y personaliza “The Real O'Neals”. Lo más positivo del conjunto es que las dinámicas están más pulidas que otras sitcoms familiares y las mecánicas entre personajes funcionan satisfactoriamente gracias también a la química y trabajo del reparto. Tal vez resida ahí un potencial que tampoco acaba de explotar a nivel creativo, ciñéndose a los estereotipos y clichés del propio subgénero familiar donde queda integrada la propuesta. Desconozco hasta qué punto en este ya sobrecargado reino televisivo de comedias familiares puede aportar su granito de arena, aunque el espectáculo trata de centrarse en esas citadas mecánicas familiares rompiendo algunos tabús como tratar de unificar la religión con la homosexualidad en los márgenes de la televisión generalista. La idea es mantener siempre una mentalidad abierta respecto a los temas que plantea, siendo el ingrediente principal ciertas exageraciones y peculiaridades de los integrantes del clan, como si la decepción y vergüenza que pudieran generar por sus actos y acciones sea el material para construir algo memorable y trascendente. Más allá de ciertas etiquetas, como anti-cristiana o pro-gay, la idea del espectáculo es dejar claro que cualquier clase de perfección es simple fachada. Ser gay parece netamente el ‘problema’ secundario ante una familia en la que los padres están en plena crisis y proceso de divorcio, su hijo mayor es anoréxico y su inteligente hija una problemática ladrona. Todo ese sentimiento de falsa superioridad no conduce a nada salvo a la propia destrucción en pos de mantener las apariencias. Hay que ser uno mismo, seguir adelante y aceptar las consecuencias. Hay que ser real, parece contarnos “The Real O'Neals”. El problema es que la comedia acaba queriendo ser tan agradable y divertida que finalmente termina siendo demasiado convencional, dejando la sensación de que la ‘realidad’ que nos vende parte de otro tipo de farsa e imposición televisiva.

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