“Hatchet”
Director: Adam Green
EEUU
2006
Sinopsis (Oficial):
Le invitamos a conocer de primera mano la verdadera historia de Victor Crownley, muerto a hachazos por su padre y ahora convertido en fantasma. El nuevo relevo de Jason o Freddy Krueger es un ser deforme y muy cabreado que no dejará títere con cabeza. Víctimas potenciales: cualquier grupo de turistas incautos que se acerquen por la zona de los viejos lagos de Lousiana.
Cameos de ‘Freddy’ y ‘Candyman’, tema de Marilyn Manson y un argumento empapado en sangre y Serie B son las insignias de “Hatchet”, emblemas de un cine nada premeditado e innovador característico de un género donde Adam Green no quiere bajarse del barco.
Pese a sus insalvables y previsibles clichés (parece un slasher sacado una cadena de montaje) tiene personajes más ‘alternativos’ y golpes de humor aunque no llega al nivel de “Desmembrados”. Sí, a uno le tiene gustar la Serie Z para coger el encanto de “Hatchet”. Sí, a uno le tiene que encantar la pura sangre no-fresca de consumo entre incandescentes machetazos nocturnos de alguien cuya historia poco importa construir sino simplemente disfrutar. En definitiva, tienes que zambullirte en ese río de sangre y vísceras que propone una Oda B-cinéfila y sentir cómo poco a poco vas perdiendo miembros de tu cuerpo menos el más importante: la cabeza.
“Hatchet” fue todo un salvable y loable ejercicio de intentar mantener con vida a la vieja escuela como reza su lema del cartel. Eso sí, el público y la crítica sacó su hacha tomando ejemplo de Victor Crownley...
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“Hatchet II”
Director: Adam Green
EEUU
2010
Sinopsis (Oficial):
2006 fue una fecha a señalar: el año en que el terror vio como a la exhaustiva nómina de sanguinarios asesinos se sumaba el deforme y satírico Victor Crowley. En aquella ocasión, la bella Marybeth sobrevivió por los pelos. Hatchet II recupera a su heroína, que decide volver a los pantanos de Louisiana acompañada de un batallón de cazadores y con el objetivo de enterrar los cadáveres de su familia y, sobre todo, acabar con el temible asesino de la ciénaga. Una nueva reivindicación del terror de los ochenta por parte del rey del slasher contemporáneo Adam Green. Hachas, sierras eléctricas y mucha sangre para celebrar el regreso de Victor Crowley.
Crítica Bastarda:
“Hatchet” fue un agradecido homenaje al slasher utilizando resortes del mito y Serie B con cameos de ‘Freddy’ y ‘Candyman’. La cinta de Adam Green fue capaz de hallar el equilibrio entre el humor y el splatter sin desparramar demasiado ambas vertientes y afilando su hacha cinematográfica en el terror de la vieja escuela. “Hatchet II” vuelve por sus fueros para reírse, en cierta media, de las secuelas. Comienza fuerte: la superviviente de “Hatchet”, Marybeth, escapa de las garras de Victor Crownley hundiendo uno de sus ojos en la miseria… Una decapitación con sus propios intestinos de uno de esos secundarios de paso… para dar ‘paso’ a la auténtica historia: Marybeth vuelve al lugar del crimen con un grupo de mercenarios reclutados por el Reverendo Zombi (Tony Todd AKA Candyman). Saben que Victor Crownley es un fantasma ¿indestructible?, aunque las intenciones del Reverendo son tas oscuras como su piel…
La heroína y superviviente (la sosa de Tamara Feldman fue kickeada) quiere volver a enterrar a su familia… y de paso vengarse, aunque la duda es saber si se puede matar a un fantasma. En el mundo paranormal Victor Crownley es un repetidor, en el slasher sería el asesino inoportuno e inmortal que tan bien parodió la deleznable “Club desmadre (Club Dread)”. “Hatchet II” es como “Aliens: el regreso” (aplicado al slasher) pero descuartizando el cuerpo a hachazos sobre el que se apoya el subgénero de terror. El Reverendo Zombi habla mucho sobre maldiciones pero falla más que la Bruja Lola y Aramis Fuster juntas… y es que el cine de terror actual suele ofrecer demasiadas promesas que finalmente incumple. “Hatchet II” da la impresión de ser consciente de aquello que es y sabe reírse de sí misma en su recta final entre una gran amalgama original de muertes y vivisecciones imposibles.
Tamara Feldman patrocina esta foto de Danielle Harris... |
La crítica atacó con brutales hachazos a esta segunda parte: vacía, sin sentido, estúpida, poco ingeniosa y demasiado simple… Se olvidaron recordar que el cerebro a cualquier posible intelectualidad ya lo había vaciado Victor Crownley en la primera entrega. Para el resto: un ¿inteligente? divertimento salvajemente descerebrado, porque lo interesante de “Hatchet II” es que no pretende engañar a nadie por sus obvias pero afiladas pretensiones.
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“Hatchet III”
Director: BJ McDonnell
EEUU
2013
Sinopsis (Oficial):
Un equipo de búsqueda y recuperación se dirige hacia el pantano embrujado para recoger los restos de la brutal matanza de “Hatchet II”, mientras que Marybeth aprende el secreto para acabar con la maldición vudú que ha dejado que Victor Crowley inquiete y aterrorice Honey Island Swamp durante décadas.
Crítica Bastarda:
La trilogía Hatchet siempre ha sido de extremos: o crees en Victor Crowley o llamas loco (y otros innombrables adjetivos) a la gente que cree en esos fantasmas adictos al picadillo y al kétchup. BJ McDonnell toma el relevo de Adam Green y es evidente que vamos a tener un constatado cambio de timón en la política de excesos pese a mantener sus credenciales hiperbólicas y repetir Parry Shen y Rileah Vanderbilt junto a guiños a pasadas entregas con una aparición estelar de Sid Haig. “Hatchet III” decide comenzar fuerte y donde lo dejó sumando un desenlace a lo remake de “Evil Dead” para dejar claras las cosas: Victor Crowley será triturado a golpe de motosierra pero no descenderá a los infiernos ya que recordemos que la maldición está siempre presente… y es en ese punto donde vamos a ser testigos de cómo corren el ensangrentado telón para presentarnos la historia. Sumamos los fichajes de Zach Galligan (“Gremlins 2: La nueva generación” y “Gremlins”) para dejar claro el componente metaficcional cuya ex mujer es Caroline Williams (“La matanza de Texas 2”) sigue intacto, junto a otros visibles guiños e incluso autohomenajes. “Hatchet III”, en definitiva, quiere ser una gran fiesta de excesos sin importarle perder el sentido de la orientación.
Así, el deambular de la cinta de BJ McDonnell está plagado de referencias con una ducha a lo “Rambo” o una transformación de la saga en “Aliens: el regreso” divisada en parte ya en su anterior entrega, aunque “Hatchet 3” también tiene un espacio narrativo dentro de un terreno poco explotado por el género: ¿qué ocurre después de todo el frenesí de sangre, vísceras y masacre? ¿Quién puede creer que un fantasma es causante de una pesadilla real? Desde la frase «¡Quiero a un abogado no a un bloggero!» se establece el remake como condena y repetición, como si la propia película fuera siempre autoconsciente de ese juego sobre fantasmas y maldiciones, sobre repetidores y no-muertos.
Es una incontestable verdad que el gore con tono cartoon que propone la franquicia y la sucesión de ultra-violencia no es para nada gratuita con un personaje como Victor Crownley, pero la película es realista con un hecho: hay tantos cadáveres en el lugar de los brutales crímenes que nadie puede negar lo evidente… por fantasmagórico que parezca. BJ McDonnell ha decidido dar ciertos toques ochenteros al conjunto trazando una trama en paralelo con la heroína que piensa que ha concluido su aventura pero se encuentra atrapada en una repetición como aquella que vivió en “Hatchet II”. Netamente absurda en sus planteamientos, el desenfrene entre maldiciones, soluciones improvisadas y el frenesí de la violencia con una llamativa distinción en cada asesinato y descuartizamiento del anterior, levantando y ondeando una nueva bandera compuesta por órganos vitales. No hace más que ceder a ese desfibrilador que ejerce la crítica para dejarse caer, como si la propia película fuera consciente de la decepción que pudiera crear. Y ahí nos deja con el último aliento y una luz como si nosotros decidiéramos si la pesadilla ha llegado a su fin y despertar…
Fuera coñas, que siempre he querido verlas xD
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