‘Dirty Dancing’ sigue sobrevolando nuestros corazones y el de esas aspirantes a súper-milf catódicas para cerrar el 2013. La trospidez ha vuelto a marcar tendencias con “¿Quién quiere casarse con mi madre?” y #QQCCMM4 fue de nuevo predilección, subiendo en audiencia y con un recital de casting, efectos sonoros para el recuerdo y un montaje capaz de transformar un reality en una comedia donde la ficción se torna y voltea en ¡¡“Hotel Glam”!! WTF!? Esperábamos una boda roja-moldava para finalizar tan climático programa pero sin grandes joyas y personajes con los que completar ese ‘Gran Tróspido’. Evidentemente esto es una (semi)semifinal y gran parte de las elecciones finales han quedado tan veladas como el cerebro de muchos participantes. Tuvimos tramas, besos, interrupciones sexuarrrles y universos cruzados para dejarnos en el lobby de la Gala Final con un paradisiaco balneario como escenario de fondo y pasión desmedida. Es momento de repasar el programa y que Luján Arguelles deje de comerse todo el queso.
Me siento un poco como Charo recordando el día anterior y sin tener claro qué pasó. Realmente no pasó nada en el cuarto programa de “¿Quién quiere casarse con mi madre?” pero, al mismo tiempo, sí pasaron cosas. No se me entiende pero me da igual. Teníamos poderes pendientes de usar: Gabi podía elegir eliminado, María Teresa of Getafe de Todos los Space Saints Wiers una cita con cualquier pretendiente y Paulina el tocomocho-comodín. Y muchas sorpresas en el ‘candelero’… ¿Muchas? Teníamos muchos detalles en el avance pero las cartas estaban guardadas con candado o en la inabarcable garganta de Toñi. Sabíamos que Teresa se iba a dar un buen remojo ataviado con un condón gigante en su cabeza con Antonio pero, por ejemplo, la vuelta de tuerca (y Viagra) no nos la esperábamos. Antonio no aceptó la invitación de tomarse una lujuriosa copa en la habitación de la madre adicta a los frutos secos… Sí, los amigos de Nico no iban desencaminados: ¡Cuidado con Mel B! ¡Cuidado! Antonio es una calienta-bragas del montón y las sospechas de Tere sobre un hombre FAIL en la cama no hacen más que emerger. ¿Qué hizo la aldeana madridista entonces? Aparte de quedar atrapada en “Inland Empire” dirigida por Jorge Javier, utilizó su PPoder para pescar al italiano que suplicó entre lágrimas a Toñi no ser el esclavo sexual de una señora que podía meterle en una olla a presión por pieza… a juzgar por cómo le miraba el paquete.
No fue para tanto porque Toni lució músculo y Tere pectoral, flotador que podría tumbar a Godzila y poderío. Apareció por allí Ángel, la drag queen ocasional Mari.com, para liberar al esclavo… Fue una decepción porque esperábamos que estuviera en el picadero campestre en plan voyeur para restregarse la entrepierna entre los matorrales viendo el encuentro sexual tróspido. No, estaba allí para llevarse al huerto (o casi) a Tere. Todo el mundo pensábamos que se la llevó cerca de un acantilado para lanzarla al vacio y cobrar el seguro de vida como buen Barba Azul… pero todavía no están casados y Ángel besó apasionadamente a Tere y Tere besó apasionadamente a Ángel. ¡Qué bonito! ¿Cuándo la tira por un precipicio? Ah, cuando se casa… Sí, porque esta es la madre que se casaba, ¿no?
Conocíamos de antemano que Manuel volvía con Toñi por intervención del regalo del PPoder y el programa jugó con posibles miradas, cruces de intereses e ¿intercambios de parejas? Una versión liberal del show con dos rombos sería muy interesante pero estamos en un convento con mucho pica-flor y todo quedó en los sucios pensamientos y vistazos lujuriosos. Paulina, así, pudo vengarse de la PEUTEONE y esperamos que Charo saque la pistola en la gala final y haga justicia. Toñi y su hijo Gabi fueron al Hotel Glam con Paco-Josep y Toni-Franchesco. Toñi quería hombre y macho y ahora ha quedado atrapada entre dos pretendientes que quieren comerla el tigre y un hijo con complejo de Edipo que no para de comerla la cabeza. Gabi tiene un PPoder que desconoce aunque en el adelanto de la Gala Final sabemos que va a protagonizar un momento de reconciliación con su madre o de asesinato estrangulamiento por parte de ésta sobre su persona. Lo desconocemos y nos perturba. Toñi tuvo su rencuentro con Manuel, el policía, y su cita gracias al robo se tradujo en un deglutir de langostinos homenajeando a “Garganta profunda”. Como traga esta señora. Con el nuevo macho en juego, la carta de amor más tróspida que un italiano haya escrito alguna vez y una cita con caballo y cobra, Toñi acabó atrapada en sus propios deseos y expulsó a Paco que no se tomó nada bien el adiós. Su homenaje a Bebe con un ‘Que te follen’ final nos deja con alguna lágrima en nuestro rostro y cierto acongoje. ¿De qué estaba hablando? Ah sí… Se va el hombre-caballo y que te follen bien.
Paulina y su hija Blanca formaron una trama sin Dinger todo quedó relegado a los trolleos mayores de la vengativa Paulina. Elvis Presley era heavy y punto, oigan. Mondaríz será Mondáriz cuando naríz sea náriz… ¡Se pronuncia Mondariz! Unos aplausos enlatados de esos, oigan. Qué pena que no estuviera allí Dinger para poner orden… ¡Qué Pena! Veamos, Mílf será Milf cuando Paulina sea Pau-Pis ¡Se pronuncia PEUTEONE INTERESADA SACA CUARTOS! El resto fue un tanto previsible con la cazafortunas siendo seducida por Ángel y esas dos caras de Paulina que quiere cash y pasta… y no de dientes... de ese entrenador que no tiene donde caerse muerto. El problema es que Serafín es ‘oscuro’ y demasiado ‘vintage’ para su hija Blanca. Ay, qué dilema, cuánto lloro y gilipollez con nariz. ¿No estaba de moda “The Artist” o nadie se acuerda ya de la película? Sin MILFINELLA hemos perdido uno de los pilares de las aventuras de esta señora por los pelos de más allá de la prehistoria... y se nota. Demasiado.
Mar y su hijo Javier viajaron con tres pretendientes (Jesús Yogurín, Juan Kung Fu Panda y el repescado Jordi) y la dramaturga y sus mandarinas de Proust iban a caer seducidos por la guerra de los pretendientes. Jordi consiguió besar a Mar, Jesús Yogurín aumentó posiciones a golpe de mojito y lección ¿magistral? de seducción y Juan Kung Fu Panda fue prácticamente despreciado con un RIP cuasi-final. Salvo nuestro Yogurín de Pueblo preferido y ante la negativa de Mar de lidiar con Kung Fu Panda, la trama quedó muy descompensada y únicamente pasará a la historia por los intentos y miradas de salido de aldea de Jesús sobre Toñi… que pareció seguirle el juego. Pero, recordemos, esto es un convento…
Charo, tras el aumento de candidatos y un plan digno de Jigsaw, sigue torturando a todos los hombres que le rodean a unos niveles psicológicos brutales. Tal y como recordaron las otras madres, ella no va a conseguir así nunca pareja. Lo sabe. Ella no quiere pareja, quiere torturar hombres desde el despecho que sufrió en su vida y su venganza no conoce límites. Kike, su hijo, ya es un MEME. Manuel, el policía que deseaba que fuera su complemento escrotal, le fue arrebatado por Toñí. No le importa: sus zapatillas eran horribles. Le queda un independentista catalán que está enamorado tanto de Charo como de Madrid. WTF!? A éste le vemos cantando el ‘Cara al sol’ en la Gala Final o llevando los anillos a cuatro patas y con la bandera de Cataluya metida en el trasero. Nos queda Alfredo, que se confirma como el Tom Bombadil de la edición y es el único ser que puede apaciguar a la bestia de Charo. Sabemos que no lo va a hacer ni de coña y Charo desea que ese señor sea su bolso para las rebajas y su nuevo juguete de tortura en esa feria de golfos y golfas atrapados en un monasterio.
Los hijos se fueron y ellas elegirán sus pretendientes finales en una gala de despedida... en la que “¿Quién quiere casarse con mi madre?” no necesita un cura sino un psicólogo para que pase por el diván a todos esos personajes llenos de traumas, parafilias y conflictos ¡Vaya revuelto de psicopatía y vicios! Otros esperamos que el pianista que apareció en el programa demande a Cuatro como poco. ¡Qué vergüenza!
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