Hannibal (2x13) Mizumono: Entre el cielo y el infierno

Hemos llegado a la última cena de la segunda y sobresaliente temporada de “Hannibal” y, más que expectación, algunos estamos deseando saber cómo encadenaría Bryan Fuller esa adaptación libre pero atada sobre los personajes de “El dragón rojo”. El material que ofrece Thomas Harris ha sido aprovechado por dos temporadas extrasensoriales que han ido siempre de menos a más… pero estamos hablando de un ‘más’ que ha catapultado al drama de género de NBC a la excelencia catódica al que ya apuntaba en 2013 y que ha confirmado en 2014. Camuflada como una serie de culto más afín a la televisión por cable, el recital generado por Hannibal Lecter y Will Graham nos ha brindando un magistral ritual entre una peligrosa e inteligente presa y su cazador. Un juego y pesca en que ya hemos confundido ambos roles y en el que se ha hilvanado una estratagema del FBI para poder encerrar a El Destripador de Chesapeake. Un plan también marcado por el regreso de la Dra. Bedelia Du Maurier, que ha dejado claro que su objetivo será tan resbaladizo como el regadero de sangre que ha producido detrás de su alargada sombra. “Kaiseki” (2x01), pieza fundamental cuyo título da pie a esa secuencia de ‘platos’ y capítulos, nos avecinaba el enfrentamiento brutal entre Jack Crawford y el Dr. Lecter, pero también debería sentar las bases de la renovación de la serie por una tercera temporada y su concepción (enmarcada en esa dualidad habitual de la ficción) como final ante el peligro de extinción y cancelación. “Mizumono”, decimotercero episodio y último de la segunda temporada de “Hannibal”, ha llegado para aclararnos el rumbo de la ambición e insaciable apetito de Fuller.

El creador de “Hannibal” quiere hacer siete temporadas… aunque solamente tenga los derechos (como tal) de “El dragón rojo”. Eso nos lleva a la situación del enfrentamiento entre Crawford y Lecter, que según la novela ‘debería’ producir el encierro definitivo de El Destripador de Chesapeake e iniciar la propia narración que ya se ha adaptado anteriormente de Thomas Harris, pero reformulada por ese universo de Graham y Lecter. ¿Se va a sacar algo de la manga para prolongar más el inevitable arresto de nuestro ya caníbal favorito? “Mizumono” es el postre y, tras los destinos marcados de Mason Verger y su hermana, nos queda comprobar qué verdad iba a contar Lecter a Crawford y organizar esa secuencia en la cocina del maestro (criminal) de ceremonias. ¿Por qué ataca el jefe de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI a Hannibal? ¿Es esa ‘verdad’ aquella que también marca la novela de Harris y en la que Will se transforma en su segunda víctima que consigue salir con vida después de Verger? ¿O tenemos algún as en la manga? El trazado de una pluma nos marca la invitación a cenar a Jack Crawford y también a los implícitos concurrentes que observamos la historia. Es hora de que suene el reloj y la cuenta atrás comience… mientras divisamos de nuevo esas sesiones de terapia entre el Dr. Lecter y Hannibal y se forme ese mundo propio entre ambos. El vacío de la vida y la muerte nos da paso a una secuencia de montaje en la que el propio Will avecina que la presa no será fácil de cazar mientras ese ‘goteo de tiempo’ en la banda sonora marcará todo el capítulo. Cuando el momento llegue… Will tendrá hacer aquello que se tiene que hacer. “Mizumono” se va a servir de esa división de pantalla y yuxtaponer tanto a Crawford como a Lecter y al propio Will que parece ser uno solo y con un objetivo claro. No es que las visiones de Garret Jacob Hobbs en la casa del Will asesinando esa figura metafórica que siempre ha marcado la transformación de la empatía de Will en ese ‘Wendigo’ nos den una proyección completa de aquello que vamos a ver, aunque sí nos deja cierto remanente de fatalidad. Tampoco el camino a la muerte (y asimilación del mismo) de Bella Crawford como reflejo irónico en Hannibal e incluso el encuentro entre Freddie Lounds y Will da la impresión de ser un testamento para que la memoria de Abigail Hobbs no quede mancillada por la pérfida periodista. ¿Más ironía premonitoria dentro de la habitual ambivalencia? Esa secuencia, además, será utilizada para que Hannibal, que tiene preparado su plan de escape y las llamas que devoran su pasado, saque su olfato y detecte el aroma de la traición.

El sueño de Alana Bloom, rodeada de líquida oscuridad capaz de ahogar a la víctima envenenándola y sumiéndola en una eterna y fatídica ilusión, nos puede dar señales de los roles de víctimas y verdugos del season 2 finale de “Hannibal”. Es hora de que corran la sangre y las lagrimas, que ambas marquen el goteo y rio de ese festín al que estamos invitados. Esos dos lechos de muerte de las doncellas del cuento dan el contraplano anímico tanto a Will y el Dr. Lecter sobre sus pecados del pasado y posibles remordimientos. Puede ser tan curioso que Bella pida a Hannibal el cuidado de su esposo cuando tiene en mente matarlo, como los planes de esa pareja que forman Lecter y Graham para escapar juntos con una agenda quebrada por el olor pelirrojo a maquinación. Antes, Will ayuda a Hannibal a quemar todos los expedientes e información que tiene de sus pacientes dando a pie al imaginario de la franquicia y necesidad de utilizar al psiquiatra por parte del FBI. Recordemos que su magnetismo hacia el mal le llevó a tratar a muchos futuros asesinos en serie… Tendremos también en esos primeros planos de Mads Mikkelsen a un personaje entristecido en cada diálogo que nos lleva incluso a esa supuesta despedida final entre ambos, en la que esa anunciada ‘verdad’ llegará con todas sus consecuencias… (para todos). El reloj sigue sonando cada vez más fuerte y Kade Prurnell llega para poner orden y cierta coherencia burocrática en el asunto y del precio de la desesperada partida (e ilegal) de ajedrez que mantienen Jack y Will con Hannibal, donde Alana aportará la cordura psicológica. Jack no va a parar… y Prurnell tiene pensado arrestar a ambos para evitar esa situación que compromete al FBI. Esa cadena de acontecimientos y llamadas informativas va a posicionarnos en la celeridad que conducen a los hechos y que nada quiere ser gratuito sino vital para todos los implicados. La llamada telefónica de Will a Hannibal con aquel «Lo saben» no deja de remarcar todo el homenaje interno a la propia serie y a ese eterno resorte que marcó su propio punto de partida: Garret Jacob Hobbs. No obstante, la secuencia inicial de “Kaiseki” (2x01) va a someterse a diálogos adicionales para representar ese ‘momento de claridad’ en la amistad de Jack y Hannibal y también a la llegada de Alana en esa noche lluviosa a la mansión de la bestia. Desconozco si esa secuencia en la cocina del Dr. Lecter fue filmada por Tim Hunter, autor del capítulo inaugural de la serie, o por David Slade (director de “Hard Candy” o “La saga Crepúsculo: Eclipse”). La cuestión es que simplifica la propia esencia de la serie, recreándose en esa carne tan roja como la sangre que correrá por ese suelo, en los reflejos de los cuchillos y en la prolongada violencia dentro de la épica de la vida y muerte.

Digamos que la llegada de Alana, su llamada a emergencias y su pistola nos ofrecen otro tipo de variación al cierre de “Mukozuke” (2x05) siendo esta vez los tres los propios mártires y verdugos de sí mismos. La lluvia se va a transformar en lágrimas de sangre y también en un sumatorio de paralelismos que van a dejar noqueados al espectador en un torrencial de fluidos. Sabíamos que esa batalla campal, sangrienta y épica acabaría con Jack apuñalado en su cuello por un fragmento de vidrio y refugiándose en la despensa de vinos… cerrando la puerta ante una bestia armada con dos cuchillos que desea entrar en el interior para trinchar la carne. Ahí llega a Alana armada con esa pistola de la que ya tenía constancia Hannibal y que sugiere a su cegada amante que no apriete el gatillo. ¿Mejor seguir ciega que valiente? Alana sabe que Jack depende de su decisión pero llegamos al cliché: la pistola está descargada y la presa debe escapar del asesino llegando a la planta alta de la mansión del villano para conseguir la munición de su bolso… Pero aquí que Hannibal deje de los cuchillos en el salón, como parte del ritual del survival horror, no deja de prepararnos para una sombra de la revelación que sospechábamos y que, por fin, se va a materializar. Abigail Hobbs sigue viva pero Alana desconoce la lección de supervivencia al Dr. Lecter: nunca se fie de una víctima que Hannibal ha dejado conscientemente con vida. Una lección que también el propio espectador deberá aplicarse en la secuencia final después de los créditos… Abigail empujará a Alana por la ventana con un «Lo siento» previo para que Will llega a la morada del terror y realice una nueva llamada para reportar la situación. ¿¡Dónde están las ambulancias en esa ‘Cena Roja’, por Dios!? Esa atmósfera de lluvia y sangre ofrece la perspectiva idónea para el reencuentro en Will y Abigail pero con la sombra eterna de Lecter en su espalda y conciencia de ambos. El Dr. Lecter finalmente protegió a la ‘hija’ de los dos y ella ha hecho todo aquello que se le ha pedido, repitiendo los pasos con la vinculación de su padre. Will esperaba que Hannibal se fugara con su llamada pero el maestro de ceremonias disponía de otro macabro y maquiavélico plan del que también él forma parte. «No podíamos irnos sin ti», responde Hannibal en esa vinculación también ciertamente sexual… para después apuñalarle y abrirle su vientre en canal como finalmente una presa destripada por su cazador. Es momento de recordar esa taza de té que únicamente se pude recomponer en el cielo y para llegar allí… hay que morir. Todo ese torrencial de amor, amistad, lealtad están ahora tan quebradas como las consecuencias que conlleva toda la verdad: ambos quisieron sorprenderse… aunque el Dr. Lecter tenía el as del conocimiento en su manga. No de la transformación porque su relación con Will le ha dado un matiz del en este momento es incapaz de renegar. Para completar el rito y reunificar toda la serie, Hannibal cortará, tal y como hizo su padre, la garganta de nuevo a Abigail. Es hora de que el ciervo oscuro dé su último aliento… ¿y morir?

La muerte rodeada de tan macabra y magistral escena reformula la icónica y camp ‘Masacre de Moldavia’ de “Dinastía”. ¿Han muerto todos los protagonistas? No, todos no… porque él es el protagonista de su propia historia. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Su purificación, tras el enfrentamiento final con Will que sólo supo ganar y desequilibrar utilizando a Abigail, pasa por esa lluvia, por dejar el cuerpo de Alana moribundo en el suelo exterior de su casa y, por supuesto, dejando que la sangre abandone su cuerpo tras su catarsis personal y revelación al mundo. De fondo están las luces de la policía. La nueva caza ha comenzado o, al menos, ya está marcada. Posiblemente sea el motivo para que una serie que siempre se ha basado en la ambigüedad sustituya el negror de sus títulos de crédito por un resplandeciente cielo, aquel lugar donde parece haber enviado el Dr. Lecter a todos… incluido a aquel que consideró su igual, protegido y ¿futuro amante? La nueva libertad de Hannibal (y “Hannibal”) es otra que nos remite al cierre del largometraje de Ridley Scott y cuyo francés presumiblemente nos indica el destino tanto de él como de una invitada de excepción. Sí, su acompañante es Bedelia du Maurier, que también ha mantenido su propia ambigüedad tras ser ‘invitada’ por el FBI ha posicionarse en contra de su paciente y, finalmente, persuasivo e inquebrantable seductor. Tenemos claro que Bryan Fuller va a dilatar unos episodios el arresto del Dr. Lecter para esas siete temporadas, donde presuntamente “El dragón rojo” ocupará la cuarta entrega, nos pudiera revelar el nuevo juego de esa clarificada serie. Las aventuras ¿europeas? de Hannibal y Bedelia frente a la búsqueda de esos supervivientes, que comprobaremos en el inicio de la tercera temporada de la serie de NBC, son el futuro más inmediato para una serie con la capacidad eterna de sorprendernos. De momento, nos hemos quedado como Jack tratando de despedirse de su mujer: sin apenas sangre, sin voz, sin capacidad de reaccionar ante el terror que ya nos ha dejado para siempre marcados entre el cielo y el infierno.

A continuación, los reviews de la sobresaliente segunda temporada de “Hannibal”:

✃ (2x12) Tomewan: Él siempre gana…
✃ (2x11) Ko No Mono: ¿Se podrá recomponer una taza rota?
✃ (2x10) Naka-Choko: Freddie Lounds y la muerte
✃ (2x09) Shiizakana: La sangre de las bestias
✃ (2x08) Su-zakana: Muerte, biología… renacer
✃ (2x07) Yakimono: ¿No quieres saber cómo termina esto?
✃ (2x06) Futamono: La sonrisa del Dr. Lecter
✃ (2x05) Mukozuke: Crimen y castigo
✃ (2x04) Takiawase: Beverly Katz y la muerte
✃ (2x03) Hassun: Sobre el éxtasis y la perversidad de la manipulación
✃ (2x02) Sakizuki: «Le creo…»
✃ Comienza la Segunda Temporada de ‘Hannibal’


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