sábado, 25 de febrero de 2012

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Bullhead: Como un toro

“Bullhead”
(2011)
Bélgica
Director: Michael R. Roskam
Título original: “Rundskop


Sinopsis (Página oficial):

Un joven ganadero de Limburg llamado Jacky Vanmarsenille es abordado por un veterinario sin escrúpulos para hacer negocios turbios con un comerciante de terneras de la región flamenca del país. Pero el asesinato de un policía federal, y un la confrontación inesperada con un misterioso secreto del pasado de Jacky, ponen en marcha una cadena de acontecimientos con consecuencias de gran alcance.
“Bullhead” es una tragedia apasionante sobre el destino, la pérdida de la inocencia y la amistad, sobre el crimen y el castigo, pero también acerca de los deseos en conflicto y la irreversibilidad del destino de un hombre.

Crítica Bastarda:

Intentando buscar razones por las que “Bullhead” de Michael R. Roskam ha tenido cierta repercusión internacional y finalmente una nominación al Oscar como Mejor película de habla no inglesa, dejando fuera previamente a “El niño de la bicicleta” de los hermanos Dardenne, llego a dos únicas conclusiones: fondo y forma. Parece que un thriller dramático sobre gánsteres y ganaderos encuadrados en las mafias de las hormonas es un tema que suscita cierto interés al no tener antecedentes (conocidos) fílmicos ni siquiera en documentales y ficciones televisivas. Es un territorio ciertamente indómito que puede generar cierta atracción por la propuesta… Pero ese fondo realmente es parte de la forma que impone la opera primera de Roskam.

El hombre toro
El fondo real, esa película que trata sobre la lealtad y la amistad así como de sus polos opuestos en la traición y la pérdida de la inocencia, me parece bastante descompensada y no me transmite ninguna emoción. Hay un crimen, la mafia está implicada, existe una trama policial con informante… pero parece que la vertiente dramática la define una historia que revuelve el pasado del protagonista y le hace reflejarse en un espejo para mostrarle en lo que se ha convertido. Me parece mucho más definida e interesante “Animal Kingdom”, donde esa jauría humana alcanza una brillante metáfora sobre el reino animal salvaje. “Bullhead” es una simple película de tormento muscular y hormonas y de un personaje que parece estar siempre en el lugar equivocado. 

Hombres y reses
La forma puede invitar al interés aunque juegue demasiadas bazas a la cámara lenta, a buscar el encuadre perfecto aunque a veces parezca un clip, a ceñir el conjunto a la brillante y pictórica fotografía de Nicolas Karakatsanis y buscar en la banda sonora de Raf Keunen el empaque emotivo. “Bullhead” pretende ser devastadora pero personalmente me produce bastantes carcajadas. El protagonista (el actor al parecer también se tuvo que hormonar para ganar casi treinta kilos de músculos) tiene y no tiene huevos. Sería, por así decirlo, como el ‘toro de Schrödinger’. Dentro de ese thriller oscuro, turbio y rocambolesco el personaje principal se pasa todo el día tomando pastillas y poniéndose inyecciones en el culito y sus brazos de mula hormonada. Por supuesto, se pretende contar una especie de historia de amor… A veces el estilismo puede otorgar bastante pero cuando no hay nada real ni palpable que contar, todo queda en un simple escaparate. La historia siempre se repite, es imposible escapar del destino y los animales acaban siempre en un matadero. En mi opinión, la película de Michael R. Roskam dudo que escape del mismo en poco tiempo. ¿O es que se acuerda alguien ya de la también belga Farinelli, el castrado?

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