Conversaciones con mi Blog
Capítulo II: Historias Extraordinarias de lo nuestro
INT — CONSULTORIO MATRIMONIAL — NOCHE
Aparece un SUBTÍTULO
«Septiembre – 2011»
B—Él me prometió que cumpliría con sus compromisos maritales cada noche o tarde... pero al menos me caería uno al día, ¿es cierto?
MB—Sí, cariño mío, es verdad.
B—Me indicaste que siempre sería como el primer día; nada de meterla y sacarla en un par de minutos.
MB—Sí, cariño mío, fueron un par de días al principio y luego se convirtió en una rutina.
B—Y yo ya no gozo nada. He perdido aquellos orgasmos que tenía al principio del matrimonio. ¿Por qué?
MB—¿Por qué qué? Yo no quise herirte. Yo me casé contigo para cuidarte, para amarte en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte virtual nos separe.
Aparece un SUBTÍTULO
«Septiembre – 2011»
B—Él me prometió que cumpliría con sus compromisos maritales cada noche o tarde... pero al menos me caería uno al día, ¿es cierto?
MB—Sí, cariño mío, es verdad.
B—Me indicaste que siempre sería como el primer día; nada de meterla y sacarla en un par de minutos.
MB—Sí, cariño mío, fueron un par de días al principio y luego se convirtió en una rutina.
B—Y yo ya no gozo nada. He perdido aquellos orgasmos que tenía al principio del matrimonio. ¿Por qué?
MB—¿Por qué qué? Yo no quise herirte. Yo me casé contigo para cuidarte, para amarte en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte virtual nos separe.
B—Al principio le dedicaba tiempo a nuestra relación y hasta parecía que me quería pero era una técnica bastarda de todos conocida. Después del acto orgásmico siempre hablaba de más y más. Era un auténtico pesado. Pero al menos le valía para metermela al día siguiente. Después olvidó su promesa personal de nuestros sagrados votos y metía como mucho la puntita... Dos palabritas y fuera...¡Por God-Blog! Dime algo ahora mismo que salve nuestra relación.
MB no contesta y se limita a mirar su reloj.
B[Entre lágrimas]—Eres un bastardo, hijo de mil padres.
MB—Me merezco tus insultos y sé que sentirlo no es suficiente pero es la hora y me tengo que ir a trabajar.
MB sale del Consultorio Matrimonial ante la indignación de B que no para de llorar.
El CONSULTOR MATRIMONIAL mira a cámara y habla.
CM—No sé por qué siempre me han gustado los finales infelices. Para mí, las historias más románticas y hermosas (y económicamente satisfactorias)... suceden cuando dos personas se conocen y se odian y 50 ó 60 años después, cuando se siguen odiando aún más, una muere y días después de su muerte la otra inventa una máquina del tiempo para retroceder al pasado, a ese día de la muerte de su pareja y asesinarle cinco minutos antes de que la palme. ¿Eso no es amor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario en la entrada (lea antes los Mandamientos de este blog)
Lea antes los Mandamientos de este blog.