Muchas veces me pregunto por qué soy tan hijodeputa bastardo o, al menos, pienso como tal. No como un simple hijodeputa cualquiera sino con un grandísimohijodeputasupremo, un Maldito Bastardo auténtico.
Todo se basa en pensamientos y planes maestros del mal que no he llevado a cabo pero anoto cuidadosa y milimétricamente en mi cuaderno de grandesplanesdeunhijode
Los villanos y sus planes nunca han sido anónimos sino firmados por una visible firma. ¿Se imaginan a Moriarty, Lex Luthor o Joker viendo en el anonimato sus crímenes? Seguramente el mismo mal que les carcome les fulminase y matase en ese momento si nadie les reconociera por la calle y un friqui les pidiese un autógrafo.
Mi última idea y plan maestro, que posiblemente lleve a cabo, consiste en herir la sensibilidad del orgullo español dentro de mi oficina. Seguramente piensen e incluso afirmen que eso no existe. ¿¡Orgullo español!? Sí, sí… Pero en tiempos en los que una selección de fútbol ondea la bandera española uniendo a catalanes (porque juegan en la selección), vascos (porque juegan en la selección), borrachos y puteros (también juegan en la selección) y… no hay que continuar con la enumeración porque los tres anteriores engloban al 99.99% de los elegidos por Vicente Del Bosque.
El turno de mañana salimos a las 15:00 por lo que el objetivo ‘talibán-bastardo’ sería por eliminación el restante, el turno de tarde.
El partido de España comienza mañana a las 16:00. Sí, la frase anterior denota que este texto esta siendo escrito antes de cometer el crimen y atentado contra mis compañeros. Es algo vil y repulsivo pensar en sus caras cuando vean mi monstruosidad artística como un monumento a la barriobajez pero es algo que personalmente me pone.
Es de sobra conocido que los friquis más enfermos pero mejor vistos por nuestra sociedad son los futboleros. No me quiero repetir mucho pero son aquellos que se dejan más pasta en eventos, merchandising y revistas o diarios deportivos, faltan más al trabajo o llegan y salen tarde o antes y suelen tener muy mala hostia… tanta que la llamarles maleducados es lanzarles un dulce piropo. Aparte de cometer crímenes múltiples (y de toda índole) y ser auténticos villanos cuando animan a su equipo. Son, en definitiva, lo peor dentro del género friqui… pero bien vistos, que conste.
La ventaja de la oficina es que disponemos de numerosos plasmas colgados en el techo en doble paralelo, espalda con espalda (si es que los televisores tienen espalda), lo que proporciona una visión perfecta para que compañeras con instintos marujiles y viboriles se hagan con el mando a distancia y proceden a ‘torturar’ al resto de mortales con el programa de Ana Rosa Quintana, la cocina de Karlos Arguiñano o los culebrones de “Mujeres y hombres”, “De buena ley” o “Corazón de…” ¿Entienden ahora el porqué el plan no funcionaría por la mañana? Allí no interesa el fútbol su friquismo pasa por la cocina, los trapos sucios y la crónica rosa.
Tengo varias posibilidades ya que hay dos áreas de trabajado pero tengo acceso a ellas:
PLAN HIJOPUTA I
¿Se imaginan sus caras cuando lleguen las cuatro menos cinco y busquen los mandos? ¿Dónde están? se preguntarán
Otra posibilidad es quitarles las pilas pero encontrarían recambios incluso vendiendo a sus madres (y ellas no tienen la culpa de que sus vástagos sean unos friquis).
Un notable inconveniente se llama cambio manual de televisión pero conlleva ascender a una altura de unos tres metros. Un friqui sería capaz de hacerlo y también de perecer. ¿Podrían inculparme por homicidio involuntario?
PLAN HIJOPUTA II
Consiste en directamente hacer que todos los televisores exploten a las 16:00 (nada de terrorismo que es de mal gusto sino simplemente a nivel eléctrico) y que de ellas salgan multitud de chispas en plan final de Gran Hermano para que se desvele la palabra “
PLAN HIJOPUTA III
Aviso de bomba a las 15:45. Volvemos a los tiempos de instituto en los que algún gañán con un examen llamaba para avisar de una bomba. Lo ideal es que pidan desalojar el edificio a eso de las 16:00 para ver si los friquis orgullosos de su país y selección se quedan.
El plan está descartado porque sería hacerles un favor ya que todos huirían y se escaquearían al bar más próximo.
PLAN HIJOPUTA IV
No hacer nada de todo lo anterior y contárselo todo a los supervisores de ese turno para que vivan con la incertidumbre de que un grandísimohijode
¡No era ya bastante la tensión de ver el partido! se preguntarán muy, muy nerviosos... Y es que uno va al trabajo a trabajar y no a ver partidos ni a llevarse banderitas. Así, desde luego, no salimos de esta crisis vil, de una E(spaña)-vil.
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