«Cualquiera
puede ser comida para alguien más» es una de las primeras frases que escuchamos
en “Secrets”, sexto episodio de la
segunda temporada de “The Walking Dead”.
Y la serie parida de los cómics de Robert
Kirkman y éxito de la AMC internacional nos da la
sensación de que ninguno de los personajes, por protagonista que parezca, está
exento de peligro. Siempre hay algo cercano en ese mundo apocalíptico sin
apenas humanidad que hace que la membrana protectora pueda debilitarse y
quebrarse para dejar entrar a la mismísima muerte. Y esa muerte no sólo son
caminantes eternos que desean convertir en comida cualquier carne con riego sanguíneo
sino en los propios caminantes vivos y supervivientes a la gran masacre de la
humanidad. Que el hombre es un lobo para otro hombre no es nuevo aunque en este
episodio y parte de la temporada estamos observando que cuando llega la calma
es cuando en mayor peligro están los personajes al tener que lidiar con ellos mismos y
los demás.
Tenemos
dos grandes secretos y ambos los tiene que mantener la misma persona: Glenn. Ambos vinculados con mujeres
pero que podrían dar giros a la situación del grupo que se hospeda temporalmente
en la granja de Hershel. El primero
es el descubrimiento en el anterior capítulo, “Chupacabra”, por parte de Glenn
de caminantes ocultados y retenidos en un establo por el propio Hershel. Se entiende que quiere darles
una curación cuando ésta se inventada o Dios libere al mundo de la Apocalipsis
al que le ha sometido. Se ve y se nota que no ha visto suficientes películas
sobre zombis. Glenn lo contaría al
grupo si no fuera porque su chica, Maggie
Greene, se lo pidiera…
El
otro secreto es el estado de Lori:
está embarazada y puede que de Shane.
No se lo quiere decir ni a su propio esposo, Rick. Con todo y semejante peso Glenn decide compartirlo con Dale
que se convierte en una especie de catalizador
en este episodio para el resto de afectados.
Clases de Tiro |
Una
de las tramas principales de la temporada está siendo la desaparición y
búsqueda de Sophia. La única pista que
tienen es la muñeca que encontró Daryl
en un riachuelo. Una urbanización cercana podría ser su origen y el escondite
de la pequeña… Pero, antes, es necesario un entrenamiento de tiro al que se
apuntan los más patosos, la gente de Hershel
que perdió con Otis su mejor tirador
y el propio Carl que ha empezado a
madurar rápidamente. Andrea parece una alumna aventajada pero
no soporta bien la presión y el duro aprendizaje avanzado de Shane. Finalmente ambos, después de
hacer las paces, van a la urbanización y descubren que allí no está Sophia pero sí numerosos zombis que
intentan comerles vivos. Andrea da
su mejor clase práctica de supervivencia y se perfila como una gran tiradora.
También como una gran amante debida al subidón de adrenalina que baja y rebaja Shane. Dale no es tonto y sabe lo que han hecho y que Shane no es trigo limpio…
Colocando piezas antes de destruirlas... |
Y
parte del peso del episodio lo proporciona el propio Dale al intentar hacer ver a Hershel
que esos caminantes que mantiene en el establo no son personas y que Lori tienen que decirle que está
embarazada a Rick (confirma que es
de él). Maggie y Glenn le consiguen pastillas del día
después a Lori para que aborte
aunque son atacados por un zombi que es reducido por el asiático. Lori decide tomarse las pastillas
aunque finalmente las vomita y Rick descubre todo el tinglado. Es momento de
decir la verdad aunque eso conlleve un final roto y abierto a un futuro en un
mundo apocalíptico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario en la entrada (lea antes los Mandamientos de este blog)
Lea antes los Mandamientos de este blog.