(2006)
EEUU
Director: Larry Charles
Título
Original: “Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation
of Kazakhstan”
Sinopsis (Oficial):
Dejando atrás su país natal, Kazajistán, Borat viaja a los Estados Unidos para hacer un documental. En sus idas y venidas por el país, Borat conoce a gente real en situaciones reales con hilarantes resultados. Su estrafalario comportamiento genera fuertes reacciones a su alrededor, exponiendo los prejuicios e hipocresías de la cultura norteamericana. En algunos casos, los temas que toca Borat en sus entrevistas se hacen eco de sus extravagantes puntos de vista sobre la raza y el sexo, ratificando su forma de pensar, mientras que en otros intenta dar una patriótica lección respecto a los valores occidentales.
“Borat” habla de un choque cultural-geográfico utilizando el falso documental: un tema empleado y explotado hasta la extenuación en infinidad de series y películas. Pero ese mismo choque traspasa la pantalla y se produce en el espectador en forma de un digno estudio sociológico: se convirtió en el estreno en España del 2006 más controvertido. Contradictoriamente y sorprendentemente “Borat” fue la película americana al 100% (“United 93” es una coproducción) con las mejores críticas del 2006 (por encima de “The departed”, “Volver” o “Banderas de nuestros padres”) y fue una de las 20 películas más taquilleras de su año en el box office americano.
Esta suma de degradaciones verbales y físicas no sólo es una casi perfecta combinación de “South Park”, “Jackass” y “Torrente”… va más allá. Al de un ejercicio inteligente para realizar una radiografía del american way of life utilizando la herramienta más simple: «Hola, me llamo Borat, soy idiota, vengo de un país de trogloditas y quiero ser como vosotros. Ayúdame».
La imagen que se desprende del
pueblo americano, una vez vistos los resultados, no podría ser más sórdida y
aterradora. Lo mejor es que parece un
documental de cámara oculta, ya que es imposible adivinar si los personajes que
aparecen entre los ‘sexy times’, peleas zafias a lo 69, chistes dañinos y
malsanos y esa apología del humor soez de trazo grueso son reales o simples
actores. Sus ‘cientos’ de demandas dan idea de lo que fue realidad o ficción…
“Borat” es pura basura execrable que llega a los límites de demencia moral más ignominiosos vistos en una pantalla en mucho tiempo, para convertirse en una lluvia de carcajadas y granizo de sonrisas. Todo un mérito y un pecado que muchos no podrán perdonar. ¿Se equivocaron de sala, de confesionario o de iglesia?
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