sábado, 14 de diciembre de 2013

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El Hobbit. La desolación de Smaug: La desolación de los haters de ‘El Hobbit’

“El Hobbit: La desolación de Smaug”
Título original: “El Hobbit: La desolación de Smaug”
Director: Peter Jackson
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

La aventura sigue el viaje del protagonista Bilbo Bolsón, que se embarca en la recuperación del tesoro y del reino enano de Erebor arrebatados por el terrible dragón Smaug. Alcanzado de repente por el mago Gandalf el Gris, Bilbo se encuentra acompañado de trece enanos dirigidos por el legendario guerrero Thorin Escudo de roble. Su viaje les hace adentrarse en el bosque cruzando tierras peligrosas, donde se encontrarán con trasgos, orcos, wargos salvajes, arañas gigantes, cambia pieles y hechiceros. 

Aunque su objetivo era la Montaña Solitaria de Oriente, primero tuvieron que escapar de los túneles de los trasgos, donde Bilbo se encuentra con la criatura que cambiará su vida para siempre…Gollum. 

Aquí, a solas con Gollum a la orilla de un lago subterráneo, el sencillo Bilbo Bolsón no solamente descubre, y se sorprende, de lo astuto y valiente que puede llegar a ser, sino que se hace con el 'tesoro' de Gollum, un anillo que posee cualidades muy útiles… Se trata de un sencillo anillo de oro ligado al destino de la Tierra Media hasta un punto que Bilbo ni si quiera puede imaginar. 

Crítica Bastarda:

NOTA: Antes de soltar una sola palabra sobre la película considero imprescindible y honesto de cara al lector que se incluya el formato en el que se ha visto y si al autor le gustó o no la trilogía de LOTR y “El Hobbit: un viaje inesperado”. 

 En mi caso: [3D HFR 48fps / SÍ / SÍ… OH SÍIIIIIIIIIIIIIIIIII]

Superados el drama de los 48 fotogramas y los palos que recibió la primera parte de la adaptación perpetrada por Peter Jackson del cuento de J.R.R. Tolkien, con “El Hobbit: La desolación de Smaug” llega otro terrible drama… para los haters tanto del director, como de las películas que consiguieron 17 Oscars, como de esa primera parte tan criticada que recaudó más queEl caballero oscuro. Una terrible enfermedad conocida como hobbitfobia que provoca que frikis, cinéfilos y gafapastas se conviertan en criaturas de Mordor y hablen peor que un Orco poseído en Evil Dead. El director de “Tu madre se ha comido a mi perro” muestra su cameo masticando una zanahoria como apertura a su declaración alegórica de intenciones a sus haters en plan John Cobra: podéis comerme a lo ‘glande’ todo el ‘glande’. Aclarado el asunto, llegan las mismas quejas e incoherencias de ojos sauronianos y espadazos de trolls y criticones resabiados y mari-sabidillos. Se reprocha que la megalómana adaptación estire más la trama que los brazos del Inspector Gadget, que tendrá mucho mo-co y 48 fotogramas pero parece una tv-movie, que saque personajes de la nada sin ton ni son, que recurra a la épica de el “El señor de los anillos” y a calcos de personajes de la misma junto a la incursión de una historia de amor y triángulo romántico para rellenar su aburridísimo metraje. ¡MENTIRA! “El Hobbit: La desolación de Smaug” es una película MARAVILLOSA y sigue el lema de que «Las grandes historias merecen estar adornadas». ¿No hemos quedado que el adorno es para la Navidad? ¿¡Y en qué fechas estamos listillos del tres al cuarto!?


Los mismos que escriben ensayos con más páginas que una enciclopedia sobre Tarkovski, el escultor del tiempo, y se masturban compulsivamente con un plano secuencia de 20 minutos de una película húngara en blanco y negro de ocho horas que encuadra únicamente a vacas mugiendo y a señoras que miran las pelusillas de la pared de su casa, dicen que el ‘argumento’ de la película de Peter Jackson está estirado. ¡Tócate las dos torres! Y luego llega la envidia de los fanboys de la saga de Harry Potter que no ganaron ni un Oscar con 8 partes, de los nolanistas que sacan fallos a la trama teniendo a El caballero oscuro: La leyenda renace como la película con más errores de la historia del cine, de esos frikis que se quejan siempre que las adaptaciones siempre se quedan cortas y, sobre todo, de personas que dicen marearse con el 3D a 48 fotogramas. ¡Es vuestro odio y envida aquello que os hace perder el conocimiento! Es cierto que aunque aparentemente es más sólida y supuestamente más entretenida que su antecesora, personalmente he mojado menos mis bragas de pelo de pony firmadas por Sean Astin y no he llorado tanto de la emoción. Aún así, es todo un carrusel y parque de atracciones de emoción y divertimento con sobredosis de acción… y mucho drama, oigan. Y no digan la palabra videojuego porque en Tierra Media se inventaron las aventuras gráficas, los RPG y los parques temáticos.


Como comentaba anteriormente, estamos ante una gran cinta de dramas:

El drama de ser un orco entrenado por Chuck Norris y las Tortugas Ninjas y acabar como un masilla de los Power Rangers en versión digital.

El drama de ser un cuello de orco. ¿Tienen un interruptor oculto que al pulsarlo salta la cabeza y cuya ubicación sólo conocen los elfos, no?

El drama de que te llamen El gobernador y no tener ni parche ni tanque y ser una folclórica borracha con un esbirro cejijunto como único fanboy.

El drama de ser un beórnida y acabar haciendo de perro-oso segurata y sirviendo el desayuno a un grupo de enanos okupas. ¡Qué bien tira la leche este cambia-pieles! ¡Qué abra un bar ya!

El drama de ser una hambrienta araña gigante esperando tener mucho protagonismo y chupar muchos planos y acabar saliendo en la película menos que un barril élfilco no reciclable. 

El drama de ser Benedict Cumberbatch y que no te dejen salir disfrazado de dragón en plan Espinete y con los efectos especiales de las películas japonesas de Godzilla. ¡Con lo bien que lo hizo y achantaba en las grabaciones! ¿Es que iban a confundirle con la dragona de Shrek o qué?


El drama de ser una reinona déspota y folclórica élfica de los bosques y estar abocada a mágica cirugía estética y Botox para ser la más bella del lugar.

El drama de ser una reinona enana egoísta, tener familia díscola, sacrificar todo por el joyón de la reina y ser fan del Equipo A para montar todo un P-E-D-A-Z-O de plan improvisado. ¿Me encantan que los planes salgan.... ejem... mal?

El drama de ser Evangeline Lilly y que únicamente te llame Peter Jackson para ponerte unas orejas picudas, hablar de Raticulín, mantener un romance interracial y poner cachondos a una legión de frikis. Y encima dicen que no pinta nada los mismos que se llevan la mano a la bragueta...

El drama de ser un mago y que te trollee hasta un hobbit.

El drama de ser enano, hacer un viaje de la hostia sin lavarte, acabar envuelto en tela de araña en un bosque de mielda, ser prisionero de unos elfos neo-nazis, remojarte los güevillos en los rápidos de un río mientras te quieren matar unos orcos rabiosos, acabar rodeado de pescado congelado hasta en el refajo del culo y llegar al hogar de tus ancestros para que un dragón te diga que no te huele. ¡Cuánto desprecio! ¡Cuánto drama!

El drama de ser Orlando Bloom y tener la regla. 


Sí, “El Hobbit: La desolación de Smaug” es todo un drama… Toda una desolación cinematográfica, sobre todo para sus haters. Aunque yo pensaba que lo de la ‘desolación’ de Smaug era porque Bilbo en plan Jorge Javier Vázquez en ‘Hay una cosa que te quiero decir’ hacía llorar al dragón y éste quedaba desolado… y no sobre sus estropicios en plan “Cloverfield”. En este nuevo clásico popular para la posteridad del cine comercial, aquellos que llorarán son los propios lectores del libro. Sí, se critica mucho pero Peter Jackson ha conseguido lo inimaginable: que cientos de miles de frikis se hayan leído un cuento infantil de 300 páginas y que no paren de gritarte a la cara: ¡NO ME CUENTES NADA! ¡NO QUIERO ME DESTROCES LA PELÍCULA! WTF!? ¿Pero no creían saberlo todo como beatas yendo a la iglesia? No obstante, no es una película perfecta y entiendo que hay cosas que se explicarán en la versión extendida como que los elfos no reciclen o el entrenamiento ninja de los orcos y espero que dure, como poco, nueve horas e incluya la corona de la reinona folclórica élfica cual Roscón de Reyes y un vídeo de la desolación de sus haters. Lo siento, no vais a poder amargarnos este regalo navideño lleno de HAMOR y emoción. ¡Y el final no es un cliffhanger, es un friki-interrumptus!

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