Outcast: Crítica de un bastardo poseído por un demonio de alto rango

Serie de TV

“Outcast”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

Un joven busca respuestas para saber por qué ha estado sufriendo posesiones sobrenaturales durante toda su vida.

Crítica Bastarda:

Antes de nada, un recordatorio en versión extendida. La presente crítica está escrita por un bastardo poseído por un demonio de alto rango por lo que si tiene alguna queja y/o objeción de lo que aquí va a ser narrado debe conocer que es un simple humano cuyos ancestros eran meros animales en cuadrupedia que no desentonarían entre los miembros de un zoológico o un circo en la actualidad. Bajo tal imagen y premisa en su mente, puede golpear su teclado para escribir lo que quiera a una entidad abismalmente más inteligente y primigenia a que realmente debería agradecer contar tanto con un teclado como con algo dentro de su cabeza. Si es que tiene alguna a estas alturas… aunque todos estos asuntos van a ser desarrollados a partir de ahora. Dicho lo anterior, vayamos a una versión corta ―tanto para dummies como para aquellos ya familiarizados con el asunto― del conflicto entre lo que ustedes denominan ‘Fuerzas Oscuras’ y el ‘Dios Creador’. Como ya se ha revelado en otros textos de este bastardo blog ―escritos que conviene evocar que son realmente nacidos de la pluma de entidades sobrenaturales― Dios expulsó (y baneó) a varios ángeles caídos por criticar y tratar de mejorar el sistema socioeconómico que soportaba el cielo. El Todopoderoso, desde el comienzo de todos los tiempos muy pesetero, puso un precio a la (re)entrada al mismo inasumible para cualquier ser y los herederos, descendientes y creaciones de aquellos querubines celestiales exiliados nos hemos dedicado desde tiempos inmemoriales a conseguir pagar el precio de nuestro regreso al paraíso y antiguo hogar de nuestros ancestros. Y hemos tenido mucha paciencia, sí. A tal fin, necesitábamos utilizar a las especies de ese estercolero que llaman planeta y los dinosaurios no se mostraron demasiado cooperativos. Y ya saben cómo acabaron… Para que lo comprendan de otro modo: nosotros hemos estado aquí desde que ustedes eran simples bacterias haciendo que evolucionen a todos los niveles para poder aprovecharnos tanto de su absoluta y oriunda idiotez como de la facilidad para sugestionarlos y conseguir nuestros objetivos. En realidad, ya lo hemos logrado y si están notando que todo se está yendo a la mierda es que ya son víctimas de su dependencia sobre aquellos que consideraban como hostiles entidades. Algunos nos hemos quedado para disfrutar del Apocalpisis, como un acto similar al de sentir el poder de ver caer millones de piezas de dominó que hábilmente has colocado durante millones de años. Es un todo placer culpable, la verdad. Pero la más oscura revelación para todos ustedes va a ser el instante en el que todos los demonios regresemos al cielo. No sólo se darán cuenta de que su sistema de vida se sostenía completamente por nosotros a un 99,98% sino que serán conscientes de que sin posesiones ni fuerzas oscuras no hubieran pasado ni del Paleolítico. 

¡HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA! 

¡ME MEO! ¡ME DESORINO!

¡HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA! 

[Risa satánica x100.000]

Al igual que los seres malignos que han pasado por este medio en infinidad de ocasiones respecto a las críticas del subgénero de posesiones demoníacas, comentaré de nuevo la cuestión para que lo entiendan en su forma más básica. No tenemos la culpa de que sean seres tan susceptibles y que tengan el cerebro hecho caquita, que se crean al primero que dice cuatro chorradas místicas y que sean incapaces de compartir cadenas absurdas en redes sociales o correos electrónicos debido a que sus miedos básicos son similares a los de un bebé. Bastante nos costó que dejaran de tirar gente a los volcanes para supuestamente aplacar la ira de unos inexistentes dioses, ya que con el tema de la religión nunca hemos conseguido obtener una respuesta satisfactoria de su parte. Les contábamos una revelación y ustedes hacían aquello del teléfono descompuesto y escacharrado creando una monstruosidad a tal efecto. Ni con Tom Cruise como relaciones públicas lograron entender nuestro plan desde el principio de los tiempos y aquí llegamos al problema de fondo que nos ocupa. Bien, las posesiones existen pero no son cómo describe este subgénero que únicamente ha funcionado desde la parodia y que han arruinado sus temerosas y esquizofrénicas mentes. Por ejemplo, “El exorcista” fue lanzada al mercado como una comedia pero ustedes la convirtieron en un clásico del cine de terror. ¿Están tontos o qué? ¡Es una comedia sobrenatural, está muy claro! La verdad es que a ningún demonio le interesa poseer a un niñato de una familia que apenas llega a final de mes en un pueblo cutre de mala muerte. Y mucho menos autolesionarse o comer cucarachas asesinadas con nuestra propia frente. ¿Pero qué piensan que somos? ¿Entidades primitivas malvadas sin sentido del ridículo? ¡Esos son ustedes, que para eso inventaron el reggaetón y los palos de selfie! Somos demonios, no gilipollas ni carentes de buen gusto. ¿Comer insectos? Si, si están dentro de un menú exótico con el mismo precio de su salario multiplicado por 100. La verdad es que siempre han sido seres presuntuosos y egocéntricos cuando nosotros solamente estamos interesados en su cuenta corriente en libras, dólares, yenes o euros entre otras divisas de gran valor. ¿Tiene menos de 10 dígitos de saldo actual? Bien, olvídese de tener el honor de ser poseído. A nosotros los demonios únicamente nos interesan personas ricas y/o poderosas. Eso es así y siempre ha sido así. Cogemos su dinero y hacemos más dinero hasta límites inimaginables. ¡Nosotros somos la lista Forbes, que les quede claro! Es cierto que existe una pequeña parcela y porción de demonios y diablos que actúan y hacen posesiones sin ánimo de lucro. Estas fuerzas oscuras han sido las responsables de los grandes avances de la humanidad y de las más bellas obras culturales que ustedes serían incapaces de parir porque todas (y digo todas) son obra de los descendientes de los ángeles caídos. Amén.

Aclarado ya todo el asunto y ciñéndonos al contexto del piloto de “Outcast” conviene rememorar el recital de absurdos y delirios del argumento. Bien, tenemos a un protagonista solitario que vive torturado por sus mierdas un tanto ilógicas como ese pensamiento alrededor de su ombligo de que durante toda su vida fue perseguido por fuerzas oscuras y misteriosas que poseían a todos a su alrededor. Perdona, si eres un puto gafe es que eres un puto gafe, no le des más vueltas y lávate al menos el sobaco. Ese pensamiento ‘ombligüista’ de ser el centro del universo no es para nada una novedad en su planteamiento terrenal y Kyle Barnes (Patrick Fugit) encaja en tal concepto, buscando respuestas para explicar la posesión de su madre y su esposa y todo el dolor que arrastra desde que consiguió librarse de las entidades diabólicas y sobrenaturales. Su hermana es una pesada, su cuñado es un ‘cuñao’ que quiere arrestarlo y hacer que se pudra en la cárcel, mientras que su sobrina es una sádica hija de fruta bipolar. “Outcast” únicamente se pudiera entender como una alegoría sobre la monstruosidad que albergan los niños y los peligros que tal apreciación supone para los adultos como parte de un miedo fundamental ante el crecimiento y bastante racional desde un punto de vista psicológico. La cuestión es que Kyle acabó siendo inculpado por la somanta de hostias que le arreó su esposa posesa a su hija y no sabemos en qué delirante universo el tipo consintió comerse todo el marrón dejando a su amada pequeña con semejante ‘desposeído’ elemento. Por supuesto en todo ese berenjenal espeluznante, no falta un reverendo armado con un crucifijo y agua bendita lanzando proclamas sagradas para hacer retroceder a Satanás (y sus aledaños demoníacos). ¡Cojan y lancen billetes de 500 euros sobre nuestra cara! Tal vez consiga algo mejor que proclamando las consignas de una religión que realmente nosotros inventamos y ustedes la mandaron a la mierda (como suelen hacer con todo regularmente). Ni que decirles tiene que para nada los demonios odiamos la luz. ¡Todo lo contrario! Nos encanta darnos baños de sol en nuestras playas privadas de nuestras paradisíacas islas en propiedad. Más tarde descubriremos que esas supuestas entidades odian tragarse la sangre (¿y fluidos?) de Kyle y no son más que el chapapote negro de “Prometheus” pasado por el filtro viscoso de cien latas de calamares en su tinta. Encima el tal Kyle ‘El Tristón’, para defenderse de intento de succión de aliento (?) de los demonios, empieza a ‘fostiar’ a pobrecito niñato poseído dejando su cara como la de Rocky Balboa al final de un combate. La madre, para colmo del beato asunto, no presenta cargos para también disgusto de ‘el cuñao’. Y yo digo, ¿teniendo en cuenta su actual nivel de estupidez sobre lo políticamente incorrecto, que hacen que no están recogiendo firmas para que el Defensor del Menor actúe de oficio contra esta serie que fomenta (?) el odio y la violencia sobre niños traga-cucarachas? 

¿Podemos ir a peor? Por supuesto que sí. En “(I Remember) When She Loved Me” (1x02) presenciaremos cómo el ‘cuñao’ y su jefe encuentran en el bosque chungo de la aldea un montón de mapaches eviscerados y crucificados en los árboles. Que conste que nosotros fundamos todas las asociaciones de protección de animales precisamente para salvaguardar a esas infortunadas criaturas de ustedes así que no nos echen sus mierdas encima. También veremos cómo la madre de Kyle tenía una parafilia con la tierra desde el mismo momento en el que fue poseída y que el Reverendo Anderson, que quiere calzarse a una milf, cuenta en su misa una película de terror mientras hace muchas cosas que poco o nada nos importan. Tras muchos prolegómenos soporíferos en los que únicamente nos despiertan flashes y gritos del pasado para dejarnos sordos, Kyle piensa que queda algo dentro de su madre y se la lleva a su casa alertando a Anderson al ser la persona de contacto en el hospital. Ambos hacen el exorcismo del ‘tronco de árbol’ utilizando los trucos divisados anteriormente para conseguir simplemente hacer el ridículo y que Kyle pierda otros 10 litros de sangre en el proceso. Teniendo en cuenta que en esta patética serie los exorcismos se hacen a base de una somanta de hostias (y para nada consagradas) poco o nada entendemos qué ocurrió para que Kyle, en versión mocosa, se librara del demonio que había tomado el cuerpo de su mamá salvo provocar que ésta perdiera un diente. Al cierre del capítulo comprobaremos que nos faltan piezas, que un misterioso personaje interpretado por Data de ‘Star Trek’ da la impresión de ser aquel que maneja los hilos y que el propio Kyle no recuerda ciertos fragmentos fundamentales de su traumático pasado. Y es que el chapopote asesino de “Prometheus” trató en su momento de ahorcarlo una vez fue vomitado y des-deglutido por su madre. ¿Cómo consiguió salvarse? ¿Qué sacrificio hizo su mamá? ¿Esa lágrima significa que sigue atrapada en ese inmóvil trozo de carne con ojos? ¿Y de verdad que hay gente que se toma en serio esta producción no demasiado lejana a “La que se avecina”, versión aldea norteamericana? La verdad es que todo, personalmente y como demonio, me importa una mierda. Primero porque sé lo que va a pasar. Aunque no lo crean, ponemos la pasta para estas producciones absurdas y patéticas porque sabemos que dan beneficio económico y ya lo hacemos por inercia aunque no necesitemos mucho el dinero salvo para mantener nuestro costoso y lujoso tren de vida. Y, segundo, “Outcast” únicamente puede ser disfrutada como una comedia de terror sobre posesiones aunque ya tenemos la estupenda “Ash vs. Evil Dead”, también producida por nosotros, para reírnos de los tópicos de los humanos respecto a esas fuerzas oscuras que gobiernan el mundo. No obstante, el bastardo que estoy poseyendo ahora mismo prefiere “Shadowhunters” como su fetiche de comedia tróspida por ‘excremencia’ y dudo que siga viendo más episodios de esta abominación completamente irritante y soporífera salvo los que he tenido que soportar dentro de su cuerpo. Pero cualquiera se puede fiar de los seres humanos que no están poseídos… Cualquier se fía.

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