Serie de TV
“Mad Dogs”
EEUU
2016
Sinopsis (Página Oficial):
CANAL+ Series emite en exclusiva “Mad Dogs”, un remake de su homónima británica nominada al Bafta y desarrollada para Amazon por Cris Cole y Shawn Ryan (creador de “The Shield”). “Mad Dogs” es un thriller con toques de humor negro protagonizado por un potente reparto: Ben Chaplin (“La delgada línea roja”, “Dates”), ―quien también protagonizó la versión inglesa―, Michael Imperioli (ganador de un Emmy por su papel en “Los Soprano”), Romany Malco (“Weeds”, “Virgen a los 40”), Steve Zahn (“Treme”, “Dallas Buyers Club”) y Billy Zane (“Titanic”, “El bufete”) y la española María Botto (“Sophia”).
Como todo en esta vida, la novedad resulta sumamente interesante hasta que deja de ser novedad. En el caso de los pilotos de Amazon descubrimos numerosos proyectos que acabaron cristalizando en series fetiche para la seriefilia y la crítica especializada y “Mad Dogs” pertenece a una hornada (la primera de 2015) en la que daba la impresión de que ya existía un corte previo en los episodios mostrados por el portal de streaming, donde precisamente lo más salvable era el remake homónimo de la serie británica de Cris Cole. Puede que aquí lleguemos a la contracrónica cuando pasa la primicia y se rebasa la monotonía o intranscendencia de un catálogo en la que la mayoría de las propuestas carecían de interés y en las que las sensaciones eran de encontrarse ante proyectos de escasa originalidad y/o nulos descubrimientos. Tampoco hay que rasgarse las vestiduras en la era en la que algunos primeros capítulos han marcado el culto (“Mr. Robot”) y en la que muchas cadenas están utilizando las ‘filtraciones’ como vara de medir la respuesta de la propia audiencia. Tal vez el asunto ha quedado tan agotado que el ruido en la segunda hornada de 2015 de pilotos de Amazon fuera inexistente. ¿Alguien sabía algo de “Good Girls Revolt” o “Z: The Beginning of Everything”? ¿Ha quedado ya tan consumida la cuestión que solamente vamos a ver ya las producciones donde el corte de Amazon haya sido impuesto (y la valoración del público ya no es necesaria) o, por el contrario, todo consistía en obtener titulares y publicidad y ahora la nueva técnica sea recurrir a la noticia y los fichajes (como el de Guillermo del Toro)? No obstante, la cancelación de “Mad Dogs” obedece a otras razones que explicaba y aclaraba Shawn Ryan en su cuenta de Twitter, siendo ya en sí una decisión un tanto sorprendente para uno de los shows de la temporada con mejores críticas y respuesta por parte del público (sin exagerar). Aunque la idea siempre fue una serie limitada (y así tal idea se refleja en esos diez primeros capítulos), Amazon obviamente quería más como parte del trato ya implícito en dar una temporada al espectáculo. Esa proyección de futuro, por el contrario, quedó anulada por una diferencia creativa entre lo que querían los creadores y el propio portal de streaming, prefiriendo los primeros dejar “Mad Dogs” en esa versión final frente a la posibilidad de diluir su idea en una innecesaria y contraproducente dilatación.
Tal vez el debate pudiera ser que el remake del espectáculo británico no encontrase de una correcta adaptación al formato teniendo en cuenta que la original se estructuraba en 14 episodios divididos en cuatro temporadas. Posiblemente esa definición de un espectáculo limitado a diez capítulos sea una jugada arriesgada para trasladar de nuevo una comedia dramática (y negra) que normalmente nos remite a tópicos y estereotipos. Puede que nos hayamos acostumbrado a esas coenianas historias de gente corriente atrapada en ambientes turbios y criminales. Esa tensión de peligro esconde parte de las esencias de los mecanismos clásicos de suspense. Rápidamente esas personas alejadas de ese inframundo se manchan sus manos de sangre y el drama acomete sus propias relaciones, acrecentado toda esa tensión impuesta en la que las mentiras y el sentimiento de desengaño se apodera del ambiente. Los trapos sucios salen a flote así como sus traumas. Quizá “Mad Dogs” trate de ser esa regresión a modas tarantinianas en los 90 cuando films como “Very Bad Things” de Peter Berg impusieron tendencias respecto a la comedia negra y un esquema criminal, que apuntalaron otras producciones de Guy Ritchie. Pero tampoco esperen una regresión a esa icónica década sino al espíritu más canalla de “Breaking Bad” donde evidentemente falta un material dramático a la altura. La jugada de la serie de Amazon quizás sea cambiar el escenario europeo-paradisíaco (Mallorca) por las idílicas playas de Belice en Centroamérica para que esos cuatro fracasados cuarentones descubran que los negocios y éxito de su amigo Milo (Billy Zane) esconden un reverso más oscuro y turbio donde ellos mismos van a quedar atrapados. Interesa la proyección del ‘metarelevo’ donde Ben Chaplin acaba siendo y ejerciendo como aquel personaje que interpretó en la ficción inglesa, sumando la identidad y espectro de todas las víctimas que dejó a su paso. Amparada en los golpes de violencia, su sólido reparto y en sus desvaríos respaldados por la comedia negra, el espectáculo de Amazon interesa por ir introduciendo nuevos personajes y líneas de misterio que establecen un entramado entre las autoridades locales, la CIA, empleados de la Embajada, desconcertantes tratos y estereotipados caracteres, sicarios perfectamente entrenados (con o sin disfraz de gato con smoking) o narcotraficantes. Es obvio que nuestros cuatro protagonistas acaban tan metidos en todos esos fregados que finalmente la única opción, al igual que los espectadores, es escapar y huir de ese descontrolado, peligroso y paradisíaco infierno a tiempo. Y ese tiempo eran esos diez episodios que conforman la primera temporada de “Mad Dogs”.
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