Annabelle: Monchita, la película

“Annabelle”

Director: John R. Leonetti

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

John Form encuentra el regalo perfecto para su mujer embarazada, Mia: una preciosa e inusual muñeca vintage que lleva un vestido de novia blanco inmaculado. Sin embargo, la alegría de Mia al recibir a Annabelle no dura mucho. Durante una espantosa noche la pareja ve como miembros de una secta satánica invaden su hogar y los atacan brutalmente. No sólo dejan sangre derramada y terror tras su visita…los miembros de la secta conjuran a un ente de tal maldad que nada de lo que han hecho se compara al siniestro camino a la maldición que ahora es… Annabelle.

Crítica Bastarda (Review satánica):

No sé cuántas veces tengo que repetirlo, como versado satánico (y habitual poseído) este tipo de películas son un auténtico FAIL e insulto a cualquier experto en la materia. Considero que este bodrio se define a sí mismo como a su innombrable género en su propio argumento: Annabelle es arrojada unas 5.586.479 millones de veces a la basura… pero siempre regresa del hedor y olvido para dar por culo a diestro y siniestro. Es basura que vuelve una y otra vez. Basura. ¡Basura! Después nos desvelan que la Annabelle es una Monchita y el diablo su titiritero. ¿De verdad? Perdonen, pero el diablo no es José Luis Moreno… aunque algunos programas que ha hecho este señor hayan sido calificados por gran parte de la sociedad como satánicos e infernales. No, el diablo no es así… No lo es y usted lo sabe. El diablo, para empezar, puede ser usted. ¡No eche su basura encima de otro y responsabilícense de sus actos de una vez!

NI QUE EL DIABLO FUERA JOSÉ LUIS MORENO...

Cualquier satánico sabe que “Annabelle” es ciencia ficción. Las únicas muñecas poseídas por el demonio son las Barbies de edición limitada con algo de glamour, no monchitas terroríficas emos que incitan a la violencia a chonis imberbes gabachos. Y es que el spin-off de “Expediente Warren” pasará a la historia tanto por su estupidez como esos altercados que ocasionaron adolescentes monguers en salas francesas. Poco más. Nada más. Nada. Precisamente el prólogo nos remite a esos jóvenes que entrevistaron Ed y Lorraine Warren sobre su experiencia con convivir con Monchita… Nos vamos a un tiempo en el que no había smartphones y la generación ‘Justin Bieber’ no había nacido. Nos vamos a 1970 donde los satánicos entraban a tu casa a jugar con tus tripas al ‘Candy Crush’ y a pintarte la casa… con tu sangre. John y Mia Form son el matrimonio perfecto y esperan bebé… pero todo se tuerce cuando alguien asesina a sus vecinos. Los Higgins fueron masacrados por una pareja de jóvenes satánicos y tratan de hacer lo mismo con Mia… La atacante se llama Annabelle Higgins y hace un rito para traspasar su alma a la muñeca Monchita. Y yo digo, ¿eso no es el argumento de “El muñeco diabólico” versión Charles-Cafre-Manson? ¿No debería haber llamado a la muñeca satánica Mansita en vez Monchita en su honor?

¡ESTOY MUY CABREADA, MIRADME TO ER COÑO!

Vayamos al repaso del resto de este infierno hecho película. Mia da luz a Lea, una niña sana, pero Monchita provoca sucesos muy raros y pide a su esposo que tire al engendro a la basura. No será la primera vez ni la última. O esta muñeca tiene enchufe con el basurero o puso un GPS al matrimonio, la verdad. Es conocido que la gente posesa —incluyendo muñecas y juguetes— tienen un pésimo sentido de la orientación. Se lo dice una persona poseída por un demonio de alto rango, que conste. La cuestión es que los protagonistas se mudan y se encuentran con la pesada de Monchita una y otra vez. Esa es la mierda de premisa de una mierda de film. Mia, como es rubia y muy lista, la pone con sus otras muñecas aunque tenga un aspecto más chungo que el cantante de Cradle of Filth. Pero aquí no pasa nada, es normal. Tan normal como tener el consolador especial de Mandingo al lado de la sevillana encima del televisor. Muy normal, vamos. Obviamente empiezan a pasar cosas chungas como reposiciones de “Mi Gitana” y “Sábado sensacional” en televisión sin haberse estrenado. Ante semejantes sucesos paranormales —y teniendo en cuenta que “Poltergeist” es de 1982 y Tangina (Zelda Rubinstein) tenía un pacto de no-competencia con los Warren—, Mia acude a una librería especializada en literatura paranormal donde se hacen lecturas de las biografías de Ana Obregón y Belén Esteban. Evelyn o Doña Spoiler, la dueña esquizofrénica que ‘escucha voces’ del director y guionista diciendo a su oído que todavía no tiene que suicidarse, aclara tan turbio y fecal asunto de la muñeca basurera. Comienzan las acciones para salvarse de protagonizar una mediocre película de terror sin sentido. Es demasiado tarde. ¡La basura ya está en todas partes!

¡POR GUARRA Y COCHINA TE VAS AL ÁTICO DE ROUCO VARELA!

El Padre Pérez ve un peligro en ese espíritu tróspido por lo que se lleva a Monchita al ático de Rouco Varela pero es interceptado por una fuerza maligna que le pone el escroto y recto mirando a Cuenca y acaba en un hospital. Llega el drama y la tensión demoníaca. La muñeca Monchita también tiene contactos con las empresas de telefonía y deja incomunicada a Mia y a su hija tróspida, que acaba secuestrada y cuyo rescate pasa por un alma humana. Evelyn finalmente accede a las pretensiones del director y guionista y se sacrifica para expiar un trauma (que no importa a nadie) con su hija fallecida. No nos importa pero tírate, que a nosotros nos hemos quedado catatónicos por el aburrimiento aparte de ver una muñeca basurera pesada. La Muñeca Monchita decide volar de allí (literalmente) y prueba suerte en el mercado de segunda mano donde consigue llegar a los inquilinos del comienzo de “Expediente Warren”. FIN. Tócate los cojones. Toma moreno. Toma. 

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