Expediente Warren. The Conjuring: ¿¡Sucios y con mal olor!? ¡Los demonios nos duchamos tres veces al día, hijos de fruta!

“Expediente Warren: The Conjuring”

Título original: “The Conjuring (The Warren Files)”

Director: James Wan

EEUU

2013

Sinopsis (Página Oficial):

Antes de Amityville, estaba Harrisville. Basada en una historia real, “Expediente Warren: The Conjuring” cuenta la escalofriante historia de cómo Ed y Lorraine Warren, investigadores renombrados en todo el mundo de los fenómenos paranormales, son llamados por una familia aterrorizada por una presencia oscura en una granja aislada. Obligados a enfrentarse a una poderosa entidad demoníaca, los Warren se encontraron atrapados en el caso más terrorífico de sus vidas. New Line Cinema presenta un largometraje sacado de los archivos de casos reales del matrimonio de demonólogos Ed y Lorraine Warren.

Crítica Bastarda:

Aquello que van a leer a continuación está escrito bajo la posesión de un demonio de alto rango del mundo paranormal y, por lo tanto, es absolutamente veraz.

De acuerdo, “Expediente Warren: The Conjuring” es la película más completa sobre fantasmas, casas encantadas y posesiones desde las primeras ediciones de ‘Gran Hermano’ y ‘Hotel Glam’, pero ese hecho no la exonera de una crítica provechosa desde cualquier punto de vista. Cinematográficamente hablando, hemos visto todos sus trucos y resortes en “The Amityville Horror”, “El orfanato”, “Los otros”, “Al final de la escalera”, “American Horror Story”, “El exorcismo de Emily Rose” y un larguísimo etcétera junto al imaginario visual de James Wan e incluso habita en todo el popurrí algún guiño a “Poltergeist: fenómenos extraños”. Nada nuevo, nos la sabemos a cabo y rabo… del demonio, claro.

Sí, sí... como dos gotas de agua.

Como adaptación de unos supuestos fenómenos paranormales extraídos de los archivos de casos reales del matrimonio de demonólogos Ed y Lorraine Warren podríamos sacarle demasiados pegas efectistas. Por ejemplo, si alguien se informa sobre la auténtica Annabelle, la muñeca-chochona-posesa, y la compara con la ‘monchita-gótica’ que no hubiera desentonado nada en “Silencio desde el mal”, se dará cuenta que todo ha sido extrapolado al terror de nuestros días. ¡Por no decir que un niño con una caja de Plastidecor tiene más peligro que esa evil-doll adicta al mal rollo! Nos cuenta que antes de Amityville estaba Harrisville, que durante el rodaje ocurrieron cosas aterradoras y que todo está basado en hechos reales, pero nadie con un par de dedos con olor a azufre se puede tragar toda esta absurda historia digna de un plató de ‘Sálvame’. Como ya he comentado en otras críticas sobre mediocres cintas de entidades maléficas, los demonios solamente poseemos a gente con mucho poder y dinero y no necesitamos ese rollo de infectar, oprimir y finalmente tener el control corpóreo de la víctima. ¡Simplemente lo pedimos «por favor» (en versión ‘rumana’ pidiendo limosna) y con la mirada del gatito de “Shrek”! ¡Y ningún mortal puede resistirse! ¡Ninguno! Si son los únicos acertantes de un bote del Euromillones a los pocos segundos un demonio llamará a su puerta y lo comprobarán en sus propias carnes. ¡Y no podrán salvarlos nada ni nadie! ¿Un crucifijo? ¡Si lo inventamos nosotros!

Efectivamente el diablo existe… y se llama Emilio Botín entre otros muchos nombres que podrán encontrar en la lista completa que publica la revista Forbes cada año. ¿A qué demonio en su insano juicio le podría interesar una familia numerosa de paletos con que apenas llegan a final de mes? Ah, que se trata de una bruja vengativa llamada Betsabé que creía firmemente en la propiedad privada por toda la eternidad maldiciendo a todo bicho viviente que pasa por allí. Déjenme decirles que Betsabé nunca pasó los psicotécnicos que estimamos para poder firmar un contrato de trabajo con Satán. Las brujas, tiempo atrás, nos sirvieron como cortina de humo para controlar el poder y el dinero desde la sombras mientras las churrascaban vivas. Para que se hagan una idea eran nuestras belibersmojabragas seducidas por un falso mito. ¡Nosotros fuimos los inventores de la Inquisición, escribimos la Biblia, desarrollamos todas las religiones y les hicimos crecer el bombo y la leyenda sobre la crucifixión de un hippie-porrero-perroflautas judío llamado Jesucristo para así tenerles de rodillas frente a nuestro altar! Se nos fue de las manos el asunto porque se creen cualquier cosa cuando alguien se pone trascendental y prefieren dar por auténtica cualquier soplapollez antes de enfrentarse a sus problemas reales. Las brujas fueron una de nuestras mayores equivocaciones cuando descubrieron que las estuvimos trolleando y se pusieron más tontas que las fans de “Violetta”. ¡Qué rencorosas! ¡Qué malas-víboras! Muchas de ellas se quedaron con almas errantes ensuciando nuestro nombre o simplemente estaban locas antes y después de morir y se habían creído las cuatro chuminadas que las contamos. No se engañen, la tal Betsabé únicamente sabía hace los trucos de abrir y cerrar puertas, lloriquear como Roncero y apagar y encender luces y obviamente pulsando el interruptor de la luz como todo el mundo. ¿Poseer a una maruja? ¡No me hagan reír! ¿Tirar los cuadros y hacer más ruido que un bombardeo en Londres en la Segunda Guerra Mundial y que no se levante nadie salvo cuando les hacen cosquillas en los pies? ¡Me parto! ¿Almas torturadas lloronas en casas encantadas? ¡Me meo! Todo aquello que muestra la película es FALSO ya que los Warren eran unos manipuladores de mucho cuidado y aprovecharon la presencia de un fantasma resentido con dos trucos de feria que le habíamos enseñado para frotarse las manos y conseguir más fama para su ombligo.

Voy a aclararles y resumirles el enfrentamiento entre Dios y el Demonio. En realidad, el Ángel Caído era el Tesorero del Cielo y Dios temió que le pudiera chantajear con algunos apaños y sobresueldos que cobraban allí los ángeles e incluso el sumo creador. Dios le mandó al infierno, antes de mantener una conversación por SMS telepáticos, y poner el fin de la cita a su turbulenta relación. Aquel territorio para el exilio no era otro que la tierra tras la Edad de Hielo, el mismo lugar donde Dios mandaría a Adán y Eva por tocarle ‘los frutos prohibidos’. O sea, el mundo terrenal contante y sonante, donde había que trabajar de sol a sombra para llevarse algo a la boca y llegar a fin de mes. ¡Eso sí que muchas veces es de explicación sobrenatural! ¡Eso sí que es una tortura eterna! ¡Esto sí que es un infierno y no el otro infierno que les hemos contado y que no existe! Seamos sinceros: es imposible encontrar un infierno peor que aquel en el que vivimos. Siento, además, contarles que los Reyes son los padres ya que ningún alma puede entrar de nuevo en el Cielo. Están condenados a llevar una vida de mierda con la esperanza de una salvación y paraíso al que nunca tendrán acceso porque la entrada son cientos de millones de euros —los daños y perjuicios por destrozar el árbol de la ciencia del bien y del mal más los intereses después de 25.000 años— porque Dios es un pesetero de mucho cuidado. Eso sí, en el Cielo tienen reservado el derecho de admisión para demonios y no podemos entrar. ¿O por qué creían que íbamos detrás de su dinero? ¡No queremos que ninguno de ustedes vaya al cielo y pasar la eternidad rodeados de toda clase de riqueza y lujo! Créanme si les digo que ninguna de sus torturadas almas llegará allí ¡Si no entramos nosotros, ustedes tampoco! Ese es nuestro simple plan y explicación del secreto de la vida. ¡Tienen que pagar los platos rotos de Adán y Eva en el sentido económico del asunto y nosotros estamos puteándoles desde el principio de los tiempos!

Para concluir y volviendo al asunto, demonológicamente hablando, “Expediente Warren: The Conjuring” es un absoluto FAIL e insulto. ¿Cómo que los demonios huelen mal? ¿¡Sucios y con mal olor!? ¡Los demonios nos duchamos tres veces al día, hijos de fruta! ¿Se han olido acaso alguno de ustedes cuando cogen el transporte público? ¿¡Se han olido!? Otra cuestión es que los demonios nos tiremos pedos como todo bicho viviente y los nuestros huelan a azufre en vez de a perro muerto. ¡No más insultos sobre los demonios! ¡Por favor! ¡No somos malos sino maquiavélicos, que es diferente! Además, somos incapaces de hacer daño a un animal y eso también va por ustedes. Si les quisiéramos muertos ya estarían bajo tierra hacen miles de años y la única razón por la que no se han matado entre ustedes es porque nosotros lo hemos evitado. Por favor, no hagan caso nada de esta película porque es absolutamente FALSA aunque muy entretenida como cumplidor blockbuster veraniego. ¡Vayan a verla! ¿Saben por qué? Porque somos también sus productores. Bueno, en realidad somos dueños de todos los grandes estudios de Hollywood. ¡Paguen su entrada y den su dinero a una buena causa demoníaca! ¿No es algo absurdo y al mismo tiempo maligno? Pagan por ver cómo el mal pierde y el bien gana y nos llevamos su dinero (y salvación) a cambio. Eso sí, ¡GRACIAS!