El final de la sexta temporada de “True Blood”
ha dispuesto los elementos para una nueva serie en una nueva era y mundo. “Radioactive”,
décimo y último capítulo que conforma el season 6 finale, presenta
numerosas incógnitas y algún cliffhanger que
asocia la ficción de la HBO
con “30 días de oscuridad” impulsando el conjunto a nuevo escenario. Se
acabó Vamptánamo y la guerra de humanos y vampiros debe posicionarse con un
capítulo que si bien saciara las ansias de desnudos, sexo y violencia que pide
su audiencia, nos dejará sin nuestra dosis anual hasta el 2014. ¿Un perfecto broche
de oro para una temporada renovada por una nueva temporada o el enésimo
desvarío sobre las novelas de Charlaine Harris? ¿Preparados para el último
review bastardo hasta el verano que
viene?
Confirmado, Warlow no ha esperado 5500 años para
nada y sus deseos para convertir a Sookie en su alimento, esposa y consorte
sexual por toda la eternidad, le van a catapultar a ser el villano de la
temporada ¿No había quedado claro que el niño era un mentiroso compulsivo desde el primer momento en el que le vimos? El cierre de Vamptánamo y el final del entierro más largo de la
historia de la televisión nos va a dejar las semillas de esa relación y paseo
junto a Alcide. La tensión sexual y la atracción por el cultivado lobo sin
manada es evidente pero Sookie está prometida y debe lidiar con el regreso de
su hermano y su medieval y vampira cuñada Violet. Un beso lésbico sella las
presentaciones y la reconciliación llena de HAMOR por parte de Pam y Tara dejan
a Sookie prácticamente en estado catatónico como a la audiencia. WTF!? Pam se
va en busca de su Eric dejando plantada a Tara mientras que Bill comprueba que
sus poderes han desaparecido y Lilith ya no está en sus ‘enseres’. Normal., tanto Goku-Vamp suelto no tenía gracia más allá de algo temporal. Ahora se
lamenta de haber dejado a merced de Warlow a Sookie y que ésta le vea como un
monstruo… ¿por comportarse como tal?
Aquel que se comportará como un monstruo-malo-malo-malo es Warlow
que simplemente quiere a la camarera, que no ha servido ni una copa esta temporada,
como una simple muñeca hinchable de sangre. Una bofetada y un reverso bondage nos dejarán claro que ahora el hado-vampiro es
malo-malo-malo y que no dejará que la chica pierda sus poderes con su Kame Hame
Ha (Supernova mode). Jessica convencerá a Bill que tendrán que ir en busca de
la salvación de Sookie y Jason y Violet se apuntan al rescate, pese a que
necesitan una hada para abrir el portal hacia el plano donde se hallan. Sí, Adilyn
tendrá que ser la pieza clave muy a regañadientes de Andy y la joven y
traumatizada hada de dos semanas de edad y cuerpo de post-adolescente tendrá
que utilizar el miedo como catalizador. Dentro del plano la lucha entre Bill y
Warlow es a muerte mientras Sookie es recogida por el grupo de rescate en un maltrecho
estado de salud. La sangre de Violet salva a Sookie pero la suerte está con
Warlow, que escapa al ataque letal de Bill e inicia su persecución.
En la casa de los Stackhouse, Warlow planta cara a
todos y Bill sin los poderes de Lilith no puede traspasar la casa sin
invitación. ¿Está todo perdido? Sookie se esconde en el baño y por suerte y antes
del bocado mortal de Warlow, su ta-ta-ta-ta-ta-ta-y-más-tatarabuelo emerge
del plano donde fue confinado para dejar en bandeja a Jason que selle la
venganza por la muerte de sus padres. Con la muerte de Warlow se acabó la
mitología vampírica y todos los vampiros ya no podrán jugar al voley-playa en
un día soleado y radiante. De acuerdo, era de noche en la serie y todos estaban
a salvo menos Eric, que se encontraba leyendo en una nevada montaña de Suecia, estallando en llamas como millones de fans en lágrimas. ¿Se ha muerto Eric o su
salchicha simplemente se ha quedado churruscada durante una temporada? No vemos
que reviente y conozca la muerte verdadera pero aquí los guionistas se reservan
revivirle o liquidarle junto a Pam a su conveniencia. Es cierto que nos
temíamos que el vikingo fuera unos de los personajes que pudieran sacrificar, aunque también incita a pensar en un descanso temporal en la serie o una vuelta apoteósica en
mitad de la séptima temporada, por ejemplo.
Una elipsis de seis meses nos presenta cómo ha
afectado al mundo la Hepatitis-V extendida por todo el mundo y que no afecta solamente a vampiros. ¿La alegoría del SIDA? ¿La serie va a ser el decálogo vampirizado de la sociedad contemporánea a golpe de chascarrillo y vertiente camp? El libro de Bill
Compton titulado ‘And God Bled’ es un éxito y que la situación tanto para
humanos como vampiros se ha vuelto inestable dejando claro que todos están en peligro. Después de la quiebra de Yokonomo Corporation ninguna otra
compañía va a hacer un sustituto de Tru-Blood, ya que ningún vampiro se fiaría del mismo. El
mundo de los colmillos está dividido, Sam es el alcalde y la comunidad religiosa de Bon
Temps propone a cada humano no infectado tener una relación monógama saludable
con otro vampiro para su protección, ya que los vampiros infectados son más
débiles. Tendremos una barbacoa social donde Arlene es la nueva propietaria de
Merlotte’s, una tróspida reconciliación de Tara y una madre que por fin desea
alimentar a su hija y una nueva pareja lobuna que se venía venir junto a la redención de Jessica con sus víctimas. Bill ofrece a
Sookie su protección frente al necesitado corte de pelo de Alcide pero son
interrumpidos por un olor familiar: una horda de vampiros infectados por Hep-V
y locos de remate se dirigen a la barbacoa para darse un festín. Suena ‘Radioactive’
de Imagine Dragons y no nos paran de repetir «Welcome to the new age» mientras
también nuestras mentes corean: ¿nos ha convencido la presentación de esa nueva
era de “True Blood”? Si querían sorprender, entre tanta barbacoa, chorizo y salchicha nórdica calcinada deberían hacer finiquitado el asunto con ‘La Barbacoa’ de Georgie Dann, ¿no?
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