domingo, 18 de agosto de 2013

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Spring Breakers: La trascendencia de la intranscendencia

“Spring Breakers
EEUU
Director: Harmony Korine
2012

Sinopsis (Página Oficial):

Cuatro estudiantes planean reunir dinero para el viaje de vacaciones de primavera atracando un puesto de comida rápida. Pero eso es solo el principio. Durante una noche de fiesta, las chicas son arrestadas con cargos por drogas. Con resaca y vestidas solo con sus bikinis, comparecen ante un juez, pero son liberadas inesperadamente por Alien (James Franco), un infame matón local que las toma bajo su ala y las lleva a las vacaciones más salvaje de la historia. Duro por fuera, pero con un lado amable, Alien se gana el corazón de las chicas, y las llevará en un viaje que nunca olvidarán.

Crítica Bastarda:

Lo único que se necesita para hacer una película es una chica y una pistola.

Jean-Luc Godard

Muchas veces se emplea el termino videoclip como un elemento peyorativo dentro de la convulsión gratuita del montaje y el frenesí musical que envuelve y recrea el instante o la obra. “Spring Breakers” se ciñe a clip musical como código pero acaba por traspasar la superficialidad, pese a recurrir a elementos recurrentes como si fueran ‘samples’ de montaje, para conferir al conjunto un alma trascendente e inmortal. Podríamos señalar que Harmony Korine ejerce como DJ cinematográfico más que director de cine, mezclando imágenes, pinchando encuadres y reproduciendo fotogramas propios y ajenos, incitando a un paralelismo de trasgredir las reglas iniciado por “Al final de la escapada” valiéndose de su misma y escueta premisa. El resultado es una nueva canción sobre retazos de otras obras, un cover discutible y premeditado, tan reprochable como carismático, tan olvidable como eterno.


Se acabaron los freaks, los vagabundos, las imitaciones del misticismo y el dogma. Bienvenidos al mundo de Disney pasado por la droga, el antifaz y el bikini, por James Franco lil-wayneizado y el fanatismo adolescente enfundando en las carnes de Selena Gomez y Vanessa Hudgens. Bienvenidos a un mundo amoral, corrupto y hedonista dispuesto a hincar el diente a aquello que considere virginal y apetecible. Bienvenidos a un mundo sin sentido basado en el dinero y en el que el underground es capaz de burlarse sobre el mainstream utilizando sus resortes y armas para ensuciarlo con una sonrisa que esconde afilados y resplandecientes dientes, idóneos para practicar una felación hasta a una arma de fuego cargada. Bienvenidos a ese cine de estética y pose que no cuenta nada… pese a que “Spring Breakers” nos cuente todo sin decirnos nada. Bienvenidos, en definitiva, al mundo de Harmony Korine con un nuevo disfraz y mismo fondo.


El intrascendente mainstream se ha convertido últimamente en lo más trascendente: héroes terminales, tramas, traumas y dramas por doquier y la oscuridad como nuevo barniz de tragedia para camuflar su tremendo y habitual vacío interior. El director de “Gummo” se mofa del camuflaje que emplea la irrelevancia sirviéndose de su superficialidad, frivolidad y eterna trivialidad. No hay tanta provocación como sí marketing y Korine trata de profundizar dentro los límites fútiles sobre el personaje de Selena Gomez y el halo de inocencia que queda corrompido bajo los resortes de la fama y los falsos ideales del sueño americano. Como si anduviera equilibrando la balanza, entre un desfase onírico tras ver 24 horas seguidas sin dormir un especial de verano de la MTV, la narrativa es musical y la senda es apartarse de la trascendencia para revelar que la intrascendencia en nuestra actualidad se ha convertido en la única consecuencia relevante sobre nuestras vidas. Hay malicia sobre la mutación del entretenimiento de los jóvenes en nuestra sociedad y una inteligente finalidad de dejar en manos del espectador el juicio, a modo de espejo inverso, sobre el resultado final de tan atrevida y escueta obra.


Los chillidos y pasajes del verano ayudan a construir un gran castillo de arena dejando el papel de olas al público. Muchos lo echarán por tierra mientras que otros lo adornarán como el mejor fondo marino, aunque nadie puede negar su capacidad de producir tsunamis en la audiencia. La juerga, la fiesta, la cerveza y la música son los motores de entretenimiento de millones de existencia. Es momento de relajarse y disfrutar de un espectáculo en el que únicamente se puede deleitar uno si forma parte de sus nihilistas protagonistas. Lo burlesco cobra forma para proponer la masturbación de la juventud ante la intrascendencia de sus rituales sociales como comedia de la vida, su bacanal post-moderna y su anodina vacuidad. Todos los clichés se dan cita en “Spring Breakers”: el atraco, la road-movie, el personaje seductor y peligroso, el tercer acto con el clímax con la violencia por bandera. Todo bajo los influjos del los pasajes adolescentes del american-way-of-life, la religión y el universo de pistolas de juguete que acaban solidificándose más allá de un videojuego que se convierte toda ficción. Sus personajes nos explican el truco a la cara con un «Actúa como si fuera una película» y nosotros actúanos como cómplices retenidos por el pasatiempo; la vulgaridad y el pastiche se hicieron arte entre el flashback el tiempo reiterado, como una melodía y canto hacia la insipidez en relieve entre gangstas y una historia que nos han contado tantas veces como pistolas existen en el mundo.

Ámala u ódiala… pero nunca hagas que la indiferencia marque tu camino, parece decirnos el director y sus protagonistas en la se podría definir como la “Asesinos natos” del Siglo XXI. Tal vez “Spring Breakers” reduzca su esencia a James Franco haciendo un cover a piano de ‘Everytime’ de Britney Spears con los coros de las nuevas terroristas del mainstream, dejando clara la sinceridad de una propuesta desnuda y expuesta a cualquier arañazo. Aunque, como sus supervivientes protagonistas, no hay bala que puede traspasar la cultura pop juvenil por tremendo que sea el fusilamiento de la sociedad. No malgastes tu saliva y balas y, simplemente, ríndete a las bitches del cine contemporáneo.

3 comentarios:

  1. Muy buena crítica. Yo la vi y me pareció muy lenta. Me imaginé que el guión sería mucho más rico y la verdad es que me defraudó bastante. Aunque las expectativas siempre se las pone uno mismo...

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  2. A mí me gustó mucho cuando no me esperaba nada de ella pasada una media hora. La verdad es que sin contar mucho y con una estética videoclipera desde el primer segundo, me parece una película de esas que serán de culto dentro de unos años.

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  3. Hola Bastardo, me ha encantado la crítica, pero a que te refieres cuando hablas de "Hay malicia sobre la mutación del entretenimiento de los jóvenes en nuestra sociedad..."
    No me ha quedado claro si hablas de la narración del autor o malicia de la sociedad.
    Saludos!

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