“House of the Dead”
Director: Uwe
Boll
Alemania / Canadá / USA
2003
Sinopsis (Oficial):
Un grupo de jóvenes
asisten a una fiesta rave en la misteriosa Isla de la Muerte en la que siglos
atrás, según cuenta la leyenda, un brujo que experimentaba con un elixir para
burlar a la muerte fue desterrado. Pero los jóvenes descubren que ese brujo
sigue vivo y se alimenta de los humanos que caen en sus manos. Ahora, atrapados
en la isla tendrán que usar cualquier arma disponible para luchar contra las
hordas de zombies asesinos del malvado brujo.
Sí, “House of the Dead” es la mejor y más
genial película de la historia del cine y punto. Y sí, querido Uwe Boll, era un chiste para captar su
atención… Y es que le imagino buscando en internet desde 2003 críticas
positivas y elevadas puntuaciones de su película para enviar a sus responsables
una copia del DVD junto a un ramo de flores y una tarjeta llena de HAMOR. Sí,
sabemos que no se ha dejado mucha pasta en el asunto porque, por ejemplo, en Imdb ni
siquiera el 6% de los votantes la han puntuado con un 8 o más. Y si dichos
zombificados ‘enseres’ fueran sometidos a la prueba del polígrafo
confirmaríamos que la nota del 99% era simple pose y el otro 1% fueron cuentas
creadas por usted.
Sr. Boll, nadie le considera un imbécil
integral ya que es hasta toda una referencia y celebridad. Ha conseguido,
incluso, que personas acudieran en masa al cine a ver su HOBRA MAESTRA —y que
perdieran las ‘masa’ encefálica— y que otros nos acerquemos a su indudable
talento para hacer historia. Hasta puede que me compre —dudo que estén a la
venta— una camiseta con su foto y nombre para quedarme con todo el respetable. ¡Eso
sí que sería ir de radical! ¡Eso sí que sería fuuuuuuuuuuueeeerte! ¡Eso sería
como llevar una camiseta de I LOVE Jar Jar Binks en un evento de Star Wars! Obviamente, antes debería pasarme por
el gimnasio para coger forma y fondo físico —como hizo usted para vengarse en
el ring de los críticos que insultaron su obra— y evitar así la turba colérica
que intentaría patearme el higadillo (entre otras cosas).
Admitimos la
saga de videojuegos de SEGA entre los veinte mejores videojuegos para salas
recreativas. ¡Quién no haya masacrado con mucho gusto a zombis pixelizados con
una pistola de plástico no merece mis respetos! Pero el arsenal de batallitas
cutre-matrix, fritangueo de disparos y acción, sustos de rebajas, macizorras
luciendo su última liposucción (de cerebro y de lorza) y maromos sub-sub-sub-normales
que creen que con esto les darán un papel sin recurrir a la caidita de Roma
típica es de ÓRDAGO. De chiste, de epopeya clásica mezclada con el indudable savoir-faire
de usted, Uwe Boll, de su brillantez
y recurrente ojo fílmico. ¡Bravo Uwe
Boll! ¡B-R-A-V-O! ¡Qué hombre! ¡Qué cine! ¡Cuánto arte condensado en unas
vacaciones en una isla! ¡Cuánta review
memorable en cinecutre.com y similar! Pero sobre todo, ¡Cuánto zombi gilipollas! ¡Y vestidos
con ropa de marca y todo! ¡Qué grande que eres Uwe! ¡Se merece un monumento! De hecho, siempre me acuerdo de usted
cuando voy a plantar un pino y permanezco inmóvil fijándome en mi ‘obra de arte’
flotando en la taza del váter… diciéndome a mí mismo: «Esta sí que se parece a
una del amigo Uwe…».
Y luego
están aquellos que dicen que está película es de DIEZ… Sí, esos trolls, hipsters
y cinéfilos que quieran dar la nota como sea sin importarles que una madre les
escupa a la cara por recomendar a su hijo semejante trauma de por vida. Si te gusta
este engendro, no lo haces por trollear y piensas que de verdad es cine, por
favor, visita a un loquero o una filmoteca: es evidente que tienes un problema
de concepto. ¡Esto no es cine, es un videojuego filmado, coño! Es más, si Uwe Boll hubiera hecho un screener de una partida del videojuego
habría quedado mejor; pero mucho y más-infinitamente-mejor porque, al menos,
resultaría entretenido. Siempre me he considerado una persona muy pacífica pero solo por el final de su película, considerada una de Las 50 Peores Películas del Siglo XXI y clásico del Imdb Bottom 100, merece la pena iniciar un
ataque termonuclear en su casa, querido Uwe
Boll. Pero creo que finalmente el tiempo a usted le ha dado la completa razón porque es irrebatible que “House
of the Dead” ha ganado peso cinematográfico desde 2003 y ahora es todo un must-see para cualquier amante del cine cutre, para todo aquel que vea el
anti-cine por y con HAMOR y para todo bicho viviente que tiempo atrás comenzó a llamarle Uwe Troll.
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