The Newsroom (2x07) Red Team III: Fallo institucional

Los errores informativos se pagan pero el rasero parece depender más del objeto/sujeto que del tamaño de la metedura de pata... y es que los dones y doñas perfectos de “The Newsroom” la han cagado, profesionalmente hablando, y Aaron Sorkin lo recrea de nuevo como un cuento moral sobre la percepción/manipulación de la noticia y sus consecuencias. Sabíamos que los protagonistas de la ficción de HBO eran unos desastres en el plano personal —y así han sido humanizados como recurso del guión— pero esta vez todo el equipo de News Night y su aparente implacable y moral sistema informativo va a ser puesto a prueba por una serie de catastróficas derivaciones. Como siempre, todo está formulado sobre una base real (el grave error que cometió la CNN en 1998 con una información similar) y esta vez la utilización de armas químicas está más en boga que nunca con la actualidad sobre Siria. Esta vez los ‘tipos buenos y defensores de la democracia’ cometieron el desliz en una misión secreta donde el fin justificaba los medios. “Red Team III” va concluir el acto de todos los hechos dejando para los últimos dos capítulos todas las consecuencias. Es momento de repasarlo.

Analicemos los hechos rápidamente. Esta temporada de “The Newsroom” tiene ciertas deficiencias en la estructuración argumental resueltas en el ágil montaje para ofrecer todos los puntos de vista de la historia. El parón en el rodaje y el bloqueo creativo de Sorkin tienen la culpa, pero la serie ha salido airosa con un episodio menos y una temporada que creo que va a ser mucho más redonda que lo que inicialmente parecía. El equipo legal de ACN encabezado por Rebecca (Marcia Gay Harden) va a recopilar toda la información restante y veremos a un furioso Don que expresa la opinión generalizada: Jerry manipuló la entrevista con el general Stomtonovich a conveniencia y es irrebatible que cambió el punto de vista de la historia. Pero habita ciertas cuestiones ilícitas: Jerry fue el chivo expiatorio de un fracaso institucional más amplio. Todos se equivocaron con la historia y quedaron cegados con la misma hasta que pocas horas después de su emisión comenzaron a aparecer numerosos huecos sobre Genoa. Es cierto que tanto Maggie, como Jerry y la propia audiencia escuchó al general Stomtonovich indicar antes de la entrevista que sí se utilizó gas sarín durante la misión, pero el resto de fuentes comenzarán a desmoronarse… incluyendo al propio general que no acepta su testimonio y tira de la manta al desvelar la manipulación.

El recurso de guión para que Mac cace al infractor es algo previsible y reiterativo. La manía de Stomtonovich y la grabación en su salón dejando atrás su televisor y un partido de baloncesto hacen que el contador delate la edición del supuesto bruto utilizado. El equipo rojo, no obstante, hace bien su trabajo con Jim dudando de todo y una Sloan que cede a aquello que diga su ‘hermano mayor’. Will tiene su propia fuente y también había oído la historia haciendo que el equipo se lance a por la misma sin preguntarse si esa fuente es la misma que la de Charlie. Ese plano secuencia que planea sobre la mesa propone un aterrizaje en el antihéroe de la ficción. Don está más preocupado, por el contrario, del peligro que podría suponer el reportaje sobre los soldados y el avance de Charlie y Mac anulan las escasas preguntas y lagunas de la historia. En “Red Team III” no se van a recrear sobre el programa más visto de la historia de la cadena de noticias por cable y va a ser rememorada con fragmentos. Después de la emisión, comienzan las dudas… con la llamada de Stomtonovich… Toda la mierda comenzará a salir a flote después y no antes dejando en evidencia el sistema de News Night. La veracidad de los supuestos testigos quedará en entredicho y la revelación que nos dejará anonadados será la venganza perpetrada por la ‘Garganta Profunda’ de Charlie por el despido de su hijo cuando trabajaba en la ACN conduciéndole a una sobredosis de drogas por culpa de su adicción.

Efectivamente para un periodista —salvo para Lydia Lozano y, por extensión, la prensa del corazón y la deportiva que es lo mismo hablando francamente— perder la credibilidad es peor incluso que su muerte. La Operación Genoa se desmonta y el comunicado del Pentágono condenando la historia y decidida a tomar todas las medidas legales e incluso desclasificar documentos para descalificar el reportaje supone un jarro de agua fría haciendo que el propio equipo dude de la credibilidad y comiencen a emerger revelaciones al revisar las otras fuentes (Maggie no estaba en la habitación en la entrevista de Stomtonovich, por ejemplo). Todo provocará que Mac revise la entrevista original y descubra la manipulación de Jerry, despidiéndole fulminantemente e indicando entre lágrimas al equipo que deben retractarse de la historia esa misma noche. Como “The Newsroom” la tiene un foco real se jugará con el ataque a la embajada de EEUU en Bengasi como acto terrorista camuflado con las protestas por la película “La Inocencia de los Musulmanes”. Pero sin credibilidad no hay hueco para el rigor y la investigación periodista, parece indicarnos como moraleja Sorkin.

El equipo va a dimitir ya que el fallo institucional fue evidente pero Leona, borracha perdida y con la libido por las nubes con Daniel Craig por el regreso de la premiere de “Skyfall”, no acepta la renuncia de Charlie, Will y Mac. Mucho menos pagar un solo dólar de los cinco que reclama el cacho-perro de Jerry. Charlie recuerda a Leona que han perdido la credibilidad, haciendo que la súper-presidenta-jefa-orgullosa-de-su-canal-de-noticias ruja y les deje claro que la recuperen. ¡Recuperadla! ¿Lo conseguirán en los dos episodios que les quedan? ¿Conseguirá otra nominación a los Emmys la actriz Jane Fonda como estrella invitada por esos chillidos finales? ¡Recuperadla! Si esta temporada de “The Newsroom” comenzaba como una especie de punto y final para sus protagonistas, los rugidos han despertado al equipo y ahora tendrán que ser mucho mejores y más precisos para recuperar a su audiencia y, por supuesto, su credibilidad. ¡Recuperadla!