miércoles, 21 de noviembre de 2012

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Skyfall: Skyfuck

Skyfall”
(2012)
Reino Unido
Director: Sam Mendes

Sinopsis (Página Oficial):

En “Skyfall”, la lealtad de James Bond hacia M será puesta a prueba cuando el pasado de M vuelve para atormentarla. Su vida se verá en peligro, de modo que el agente 007 deberá localizar y eliminar la amenaza, sin importar el precio personal que tendrá que pagar. Tras el fracaso de la última y fatídica misión de Bond y revelarse la identidad de varios agentes secretos en distintos puntos del planeta, la sede del MI6 es atacada, obligando a M a trasladar su agencia. Debido a estos sucesos, su autoridad y posición se verán amenazados por Mallory, el nuevo Presidente del Comité de Inteligencia y Seguridad. Ahora, el MI6 se enfrenta a amenazas tanto externas como internas por lo que M decide acudir al único aliado en quien puede confiar: Bond. El agente 007 desaparece en las sombras con una única aliada: la agente de campo Eve. Juntos le seguirán la pista al misterioso Silva, cuyas letales y ocultas motivaciones están aún por desvelarse.

Crítica Bastarda:  

Entre el homenaje y la oscuridad, “Skyfall” de Sam Mendes bebe y se emborracha de la moda del Batman nolanista. El autor de “Memento” demostró sobradamente que se puede arrasar en taquilla gracias a la oscuridad-churruscada-palomitera y con superproducciones apuntaladas sobre tintes tragi-dramáticos y dilemas (e)mo-rales. Consciente de ello, llegan las contradicciones: James Bond ya calza un 23 pero cada vez está más esmirriado y arrugado en pantalla. Es momento de héroes sufridos y pasar página a la revitalización bondiana de “Casino Royale” y la indiferencia traumática post-coito-with-love-interruptus de “Quantum of Solace” (‘Cuánto Sol Hace’ en español). Con el pito descontrolado (perdón, pollón de Daniel Craig) Marc Forster se hizo pipi, apretó demasiado y la (y se) cagó. Aquí Sam Mendes nos demuestra que una vez atado el pito (perdón de nuevo, pollón) se puede caminar e incluso correr. Es momento de renacer… pero para ello hay que morir, ¿no?


“Skyfall” será la película que gustará hasta El Vaticano por mostrar a un antihéroe menos preocupado de llevar impregnado su eau diario de bragas de diseño y sofisticadas. Los placeres de la vida y el putoneo pasaron a segundo plano por la introspección y la oscuridad de un pasado y traición. Entre el psicoanálisis perpetrado por Mendes a lo Jorge Javier Vázquez con bastados y madres bastardas y el thriller post-moderno de fondo-fondiano (que no fordiano), es capaz de dibujar y plasmar las pesadillas nocturnas y sudores fríos de Judi Dench cuando vio esa monstruosidad venosa y carnal a su provecta y avanzada edad. ¡Puro drama senil y peneil! Lamentablemente, Dench y Craig no se enrollan ni mucho menos acaban en un trío con la nueva rata glotona de la franquicia… un tal llamado Silva, que aquí no silba ni tampoco sopla. Lo interpreta Javier Bardem, que años atrás se negó a ejercer de villano en “Minority Report” porque no se veía corriendo detrás del culo de Tom Cruise. Ahora va directo a por el pito y entrepierna de Daniel Craig desde la primera secuencia en la que acaban juntos… ¡No seas tan glotón, Bardem!


Que los nerds dominarán el mundo es una realidad. Aunque no hubiera puesto al inteligente y suspicaz Freddie Lyon de “The Hoursino a Moss de The IT Crowdpara ese punto humorístico que necesita una película tan seria… ¿y realmente tan dramática? Mendes ha metido en la trituradora todo un arsenal de referencias al pasado del inmortal personaje de Ian Fleming. Cumple 50 y vuelve a sus oscuros orígenes para enderezar el rumbo posterior. ¿Reboot sobre reboot? ¿Bond sobre Bond? ¿Pito sobre pito? ¿Pollón sobre pollón? Desde luego, el lema de “Skyfall” es dejar ciego (o tuerto) al espectador. Ya sea por el tamaño, grosor y peso del miembro que calza Bond o por ese pretencioso y estilizado cum-shot de referencias bondianas. Se acabaron los gadgets y llegó el Aston Martin con un torrente de frases ingeniosas y figuras perrunas traumáticas. El pobre Bond se enfrenta a la pitopausia y a su personal Rosebud mientras sufre una nueva doble clavada femenina y una rubia oxigenada con pito y desdentada le persigue. A mí me parece en el fondo un homenaje pop a Lang con escenografías digitales, grandes paisajes naturales y un final oscuro con ecos rojo-que-te-la-cojo. Efectivamente, a Bond le viene la regla y Silva más que rata caníbal va a ejercer de compresa. Lo mejor es Bardem, que se merece un Oscar honorífico por hallar en su esmerada interpretación y caracterización el cruce inenarrable y antes imposible de Belén Esteban y Boris Izaguirre. No puedo afirmar todavía que “Skyfall” sea la mejor película de James Bond porque tengo que esperar a su versión porno, que espero se titule “Skyfuck”… y donde Bond lleve durante todo el metraje una falda escocesa para enseñar aquello que a Sam Mendes le ha faltado para hacer algo definitivo: pelotas. No hablo de capacidad testicular, valentía o simples huevos para reinventar la franquicia… sino de pelos. Hay mucha rata pero poco pelo, por lo que entiendo que rata sin pelo no es rata sino hacer el canelo. Aunque siempre nos quedará Moneypenny… o MoneyBardem...

2 comentarios:

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