Aunque “Last Resort” empieza a tomar forma catódica en todo el globo
terráqueo, unos misiles llamados ‘cancelación’ siguen sobrevolando su objetivo.
“Another Fine Navy Day”, sexto capítulo de la primera temporada, ha
vuelto a marcar un mínimo pese a subir en datos demográficos. El nacimiento de
ficción que alterna el thriller con el drama militar y la sombra de una
conspiración, nació para muchos con los días contados al emitirse en la ABC.
Competir con “The Big Bang Theory” en la misma franja ahora es sinónimo
de suicidio televisivo. El último capítulo de las aventuras de Sheldon Cooper
congregó a más de dieciséis millones de espectadores que confirman datos
desorbitados propios de un fenómeno televisivo. Es momento de disfrutar la
serie y esperar cierto apoyo de la cadena para que tenga cierta estabilidad.
“Another Fine
Navy Day” es a “Last Resort” lo que supusieron “Out
of Gas” de “Firefly” o “The Constant” a “Lost”. Vamos a tener
varias líneas temporales antes y después de evento crítico. Tal vez indicar los mismos por títulos sea un
defecto o no quieran que el público se pierda en un rompecabezas que empieza a
cobrar forma rápidamente. Sam Kendal se levanta desorientado, aturdido y con
sangre en su rostro. Rápidamente tenemos conocimiento de que han pasado 3 horas
de un ataque químico a la isla. Sam tiene una jeringuilla en su mano mientras
ve el pueblo vacío… Llegan las visiones y los sentimientos por su mujer Christine
van a ser expuestos a raíz de haber visto antes del incidente las fotos de la
misma abrazándose a Paul Wells. Sam descubre que los miembros de la tripulación
y los aldeanos han perdido el conocimiento y se encuentran ‘durmiendo’ cerca
del río… Pero no está solo: Julian Serrat está despierto, completamente activo
y cargando suministros médicos en su coche. Tras amenazarle, entra en el
pequeño hospital y encuentra a dos de los SEALs, Vogler y Monk, muertos en el
piso… Serrat aparece a sus espaldas con una pistola eléctrica y le golpea para
hacerle perder el conocimiento…
Vamos a pasar 20 minutos antes del ataque químico y ver cómo James y Tani
se enteran del mismo y también que Hopper, su compañero de los SEALs, se
incomoda por las preguntas sobre la misión de Pakistán que hace Marcus. Está
claro que todo está relacionado y Marcus quiere establecer una videoconferencia
con el Secretario de Defensa… pero Nigel pierde los papeles, aparte de alterar
a Sam con las fotos de su mujer, y destroza equipos electrónicos necesarios
para el contacto. Mientras tanto, Tani empieza a sufrir alucinaciones y casi se
arroja por un acantilado al ver a su madre fallecida. James salva a su ¿novia?
pero divisa que en una lancha Zodiac se dirige un equipo de Operaciones
Especiales a la isla. ¿Qué querrán? Prosser detalla los efectos de la droga con
el apodo ‘The Buzz’ por los propios militares. Provoca alucinaciones, paranoia,
nubla el juicio, desata alucinaciones y, en última instancia, pérdida del
conocimiento. ¿Lo positivo? Dura ocho horas y no mata…
El plan es que Marcus, Grace y Prosser tomen el Colorado para mantener la
seguridad del resto y que Sam consiga inyecciones de epinefrina o adrenalina
para mitigar los efectos de la droga que todos bebieron en el agua… Rápidamente
se darán cuenta que alguien robó las dosis del Colorado y empezaran a caer como
moscas con el agravante de un incendio en la sala de generadores de oxigeno…
Marcus no sólo tendrá que llevar a cabo la misión para restablecer los
generadores sino que tendrá que combatir a las visiones de su pequeño hijo
correteando por los pasillos del submarino. Marcus no completa su misión y al
despertarse observa que tiene clavada una jeringuilla, que alguien restableció
los niveles de oxigeno… pero también cogió la llave que activa las bombas
nucleares de su pecho. ¿Quién será esa mezcla de topo y ángel de la guarda que
tampoco quiere acabar definitivamente con ellos?
Pasamos a tres horas después del ataque y al punto de vista de Sam. Va a
buscar a Serrat pero encuentra a los agentes de Operaciones Especiales tratando
de recuperar a Sophie para restablecer las comunicaciones. Allí se encontrará
con James. Hopper también es prisionero y su líder obedece al nombre de Booth.
Serrat colabora con ellos y pasamos a confirmar que Sam y Booth tuvieron un
encuentro previo en el hospital. Sam fue víctima de un engaño de Booth para
llegar a Sophie… Booth da órdenes de liquidar a Sophie una vez haya realizado
el trabajo aunque Serrat muestre oposición al respecto. James y Sam intervienen
y Serrat acaba con Booth para certificar su salida de tan comprometida situación.
Hizo el pacto con ellos para recuperar su isla… Vamos también a descubrir parte
de la misión de James y Hopper:
inicialmente era una extracción pero Hopper y sólo Hopper recibió un cambio de
orden para liquidar al objetivo. ¿Quién será ese hombre al que iban a salvar y
finalmente eliminaron? Marcus y Sam van a tener que encontrar la llave
rápidamente mientras que Sophie fue víctima en parte de las visiones de Sam.
Una cámara de seguridad registró el beso de Sam a Sophie pensando que era
Christine. ¡Vaya lío! O no tanto lío, aunque de nueve “Last Resort”
demuestra que puede dar juego por infinitas combinaciones.
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