(2012)
EEUU
Director: Akiva Schaffer
Título original: “The Watch”
Sinopsis (Página Oficial):
“Los
amos del barrio” nos lleva hasta
Glenview, Ohio, Estados Unidos, planeta Tierra. En este enclave aparentemente tranquilo
y seguro, Evan, Bob, Franklin y Jamarcus han decidido unir sus fuerzas para
proteger a su comunidad. Además, así pueden disfrutar de algunas de las
ventajas que se derivan de ser un ‘vigilante’, como beber cerveza, darle al
pico y, simple y llanamente, comportarse como tíos. Pero cuando el coche de la
Patrulla de Vigilancia choca contra algo que deja tras de sí una estela de una
viscosa sustancia verde y una especie de tentáculo, y además encuentran un
extraño dispositivo en forma de bola de bolos que emite un intenso rayo de
energía, el grupo comprende que han topado con algo mucho más importante que un
simple merodeador deambulando por el barrio.
Todo
anverso debe tener un reverso, toda cara una cruz… y “Los amos del barrio”
es la hermana gemela mala de “Attack The Block”. Joe Cornish o Edgar
Wright podrían rentabilizar tan trillada premisa pero el libreto de Evan
Goldberg y Seth Rogen hace aguas viscosas y verdes por los cuatro
costados. ¡Vaya cagada! Fiasco en taquilla aunque salvable para los Razzies en
un año en el que “Mil palabras” con Eddie Murphy, “Abraham
Lincoln: Cazador de vampiros”, “Battleshit”,
“La fría luz del día”, “Sin rastro (Gone)”, “La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 2”, “Devil Inside”, “Sácame del paraíso”, “Ira de Titanes (Furia deTitanes 2)” o “John Carter” han hecho méritos más que suficientes
para bodriear en tan ignominioso reconocimiento.
Lo
único ‘‘‘‘‘‘‘‘‘‘interesante’’’’’’’’’’ (¿se ha notado que va entre muchas
comillas?) que plantea “Los amos del barrio” es que las redes sociales son
mostradas como imprescindible guía paternal detectivesca para investigar a
hijas en albores sexuales, que las frustraciones laborales deben ser
enfrentadas por la jubilación pro-activa y los embarazos abortados por la
esterilidad deben combatirse con la sinceridad. El enfrentamiento típico-tópico
entre amistad y egoísmo personal / familiar deja ese regusto a comer trufas con
mierda en un guión de Evan Goldberg y Seth Rogen que debería ser
denunciado por robo por la propia productora.
El
previsible-y-más-que-previsible argumento busca desesperadamente la complicidad-complicada
del público con Ben Stiller, Vince Vaughn, Jonah Hill y Richard
Ayoade. En el mundo de la conspiración global e invasión alienígena queda
el reducto infantil como solución final y fatal. Cualquier telefilme infantil
y familiar muestra a personajes más
inteligentes que los protagonistas de “Los amos del barrio”. Entiendo
que al película de Akiva Schaffer quería ser a las invasiones
alienígenas lo que supuso “Infiltrados en clase” al cine de institutos.
Sin Cristos coreanos no hay camino a la redención ni a la carcajada… simplemente
al desagüe fecal, tal y como la propia película decide leerse en su recta final. Lugar donde tuvo que acabar ese guión lleno de palabrotas
[momento cliché para una película repleta de momentos cliché] que convierte los
musicales preescolares en “Inland Empire”.
El
mismo año en el que el Pulpo Paul nos mató de la risa en “Prometheus”, podían
haber sacado algo de tajada argumental y homenaje aquí… Pero cuando hasta las
inteligencias superiores piensan con el pito…
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