“Boardwalk
Empire” nació como nueva bandera de oro de la HBO.
La confianza en Terence Winter, el jugoso
material originario de la ficción y un piloto dirigido por Martin Scorsese fueron suficientes credenciales para dar el golpe y
necesario golpe de efecto. Puede que la primera temporada derribara a “Mad Men” en los Globos de Oro y que deba permanecer a la sombra de “Homeland” e
incluso de “Game of Thrones”, pero
la realidad es que calidad y mimo en la producción de la serie que recrea al crimen
organizado en EEUU de los 20 es irrebatible. “Boardwalk Empire” es
la serie que conseguirá cuantiosos premios técnicos, artísticos y de dirección temporada
tras temporada. El mejor licor está servido aquí, aunque no estemos en el mejor
local. Prueba de ello es la tambaleante tercera temporada de serie que alcanza en
“The
Pony”, octavo capítulo, un clímax en uno de sus mejores capítulos. ¿Están
dispuestos a bebérselo?
El ‘humor’ sostenido por la mala leche vuelve de
nuevo a “Boardwalk Empire” con
un capítulo crucial que da el golpe de efecto necesario para desencadenar todo
lo que veremos en la recta final de la presente temporada. Todas las tramas
anteriores quedan atadas en el mismo capítulo para dejarnos entrever posibles
vías de futuro. Tenemos dos ‘ponis’ que dan nombre al capítulo: uno es el que
Nucky quiere regalar a la pequeña Emily y que une en un coche en plena lluvia a
su mujer con su guardaespaldas, y el otro hace referencia a esa bailarina sin
suerte… que nunca será la protagonista pero se convierte en la divertida del
coro. En este capítulo Lillian ‘Billie’ Kent se dará cuenta que es una mera
secundaria en una historia en la que creía que era protagonista.
La (nueva) ‘muerte accidental’ de Jimmy Darmody
provoca un carrusel de repercusiones. Lo primero es el entierro que permitirá a
Gillian, con la ayuda de Leander Whitlock, hacerse con el control de la
mansión-puticlub-balneario y así pedir un crédito para deshacerse de Lucky
Luciano como socio. Puede, tal y como indica Richard Harrow, que Jimmy se
merecía algo mejor… pero realmente ahora Gillian alcanza una independencia que
le permite enfrentarse a Nucky Thompson y las mentiras sobre la (verdadera) muerte
de su hijo. Con Nucky y Gillian frente a frente y en plan teatral, llega el
derramamiento de licor sobre la cara del gánster y la acusación del asesinato
de su hijo. Nucky vuelve a desmentirlo pero Gillian sabe que le engaña,
recibiendo una sutil amenaza del asesino de su hijo: ella existe en Atlantic
City porque él quiere…
En Chicago vamos a tener dos frentes en ebullición.
La conversión de Van Alden al lado ‘oscuro’ ha sido lenta y dolorosa tanto para
espectadores como para el propio y pésimo vendedor de planchas. La deuda con O'Banion
la va a pagar con una destilería en su cocina y entregando 24 botellas por
semana. Alden vive la gota etílica de Poe en sus carnes y es humillado en el
trabajo para dar carpetazo, perdón… planchazo, al asunto. Gran secuencia y
humor negro al vapor y al dente con el que pretende huir de nuevo pero
su mujer le da pistas y lecciones sobre el negocio del alcohol… y se vende
mejor que las planchas, oigan.
Por otro lado, Johnny Torio parece que ha regresado
con una mente más nítida y relajada de su viaje a Italia. No se enfada con Al
Capone con su enfrentamiento con Joe Miller, quien trabajaba para O'Banion… y
en la reunión que mantiene con este último quiere llegar a un entendimiento…
pero entre los afectados, desmarcándose de cualquier tipo de contienda. Recuerda
Pompeya y que lo importante en la vida es mantenerla antes que el dinero. Al
nota esos cambios en la relajación de su jefe y es obvio que seguramente
plantee su jubilación legando el poder al que será el nuevo eje del crimen
organizado en Chicago.
La trama entre el Dr. Mason, la monja, Miss Schroeder
y las clases de ‘eduación sexual’ llevan a Mrs. Shearer a hacer acto de
presencia y querer hablar en privado con Margaret. Su marido no para de estar ‘encima’
suya y no desea otro hijo. Margaret se entera de que tomó la leche para abortar
voluntariamente e indica que lo que quiere es conseguir un diafragma a través
de ella… ya que a ‘los médicos sólo escuchan a las mujeres como Margaret’. Dicho
y hecho: un dos por unos en diafragmas con petición al Dr. Mason. Recordemos que
Margaret está un poco pendona con Owen. Aunque creo que al final Margaret se
divorcia, monta una clínica abortista y se hace lesbiana… y la HBO le
dedica un spin off al asunto, claro.
Nucky viaja a Nueva York para reunirse con Esther
Randolph y Gaston Means e iniciar las maniobras para que el gánster se acerque
a Andrew W. Mellon. Se trata de uno de los hombres más ricos del mundo pero
tiene un desliz en forma de destilería. Nucky aprovecha su improvisado
encuentro para lanzar sus propuestas y trato: detener a George Remus, acabar
con Harry Daugherty y que Nucky lleve su destilería produciendo suculentos
ingresos. Mellon se lo piensa e informa telefónicamente a Nucky de que acepta
su oferta pero su relación y trato acaban cuando cuelgue el teléfono, tal y
como habían pactado. Nucky aprovecha la visita para visitar a su amor y
encontrarse que está bebiendo y jugando con el que será seguramente su
compañero de reparto. El ambiente se enrarece y Nucky se lía a golpes produciendo
una breve crisis en la pareja que acaba en sexo. Ella quiere tener un gánster como
novio pero Nucky sabe que va a perderla y teme por su futuro profesional.
Gillian se entera por Lucky de la reunión con Rothstein
y Nucky antes de pagar por los servicios prestados al que fue su dotado amante.
Gyp Rosetti se pasa por su burdel y Gillian saca el tema de la reunión y les
presenta a Harrow. Gillian sugiere a Rosetti que lo mejor es que se pase por Babbette
para ‘dar una sorpresa’ a Nucky y compañía… Es obvio que “Boardwalk
Empire” necesita un ‘explosivo’ golpe de efecto para
afrontar el cierre de temporada y muchos temíamos que Billie, que se encuentra
en Atlantic City y Nucky le da una paga vitalicia como una semi-despedida,
sería una pieza de sacrificio. Nucky, Rothstein, Lucky y Billie recorren el
paseo marítimo cuando se encuentran con el pesado de George Baxter. Nucky envía
a la puerta de Babbette a Billie para que no tenga que esperar el mode-pesado
de Baxter. Mientras que Rothstein también se desmarca mirando al mar, Nucky y
Billie conectan con sus miradas. Sabemos que es el adiós… un adiós marcado por
una enorme bola de fuego y explosión de esos habitantes que desconocían que vivían
sobre un volcán. Pompeya se persona en Atlantic City para que su lava se lleve
a la mujer que tal vez amó de verdad Nucky…, que observa impotente sin
posibilidad de ponerse en pie la ira de los dioses que ha desencadenado.
dato extra http://www.youtube.com/watch?v=RdzTLLqX9xw
ResponderEliminarla explosion