“Dexter” sigue
remontando su rumbo en esta séptima temporada para dar el carpetazo final en su
octava y última entrega. El camino recorrido es amplio y muchos buscarán cuál
fue la mejor de los diferentes escenarios y asesinos en serie con los que se topó
Dexter Morgan. En “Argentina”, octavo
capítulo de la séptima temporada de “Dexter”, las andanzas de Debra y
Dexter están más apretadas y menos plásticas que nunca. Algunos
continuarán con el videojuego y, otros, con los cómics que va a publicar Marvel
Comics con tan peculiar personaje. Los restantes seguiremos disfrutando con lo
que nos queda de la serie. Es momento de repasar todo lo que ocurre en “Argentina”.
Harry
y Dexter conversan en su habitual compra de donuts para que un accidente con la
caída de su teléfono le salve la vida. Isaak es el autor de los disparos… ya
que ha conseguido evitar a la policía. Dexter va a averiguar pronto que sus
tres hijos regresan al hogar al someterse el abuelo a cirugía. Dexter tendrá
que encargarse de Isaak mientras que su hermana de los pequeños. Debra sigue
con su intención de visitar a Hannah, pese a los dulces de su hermano, mientras
que Maria decide hacer las pesquisas por su cuenta al desconfiar tanto de Debra
como su sospecho número uno: ¡Dexter! Angel tiene su restaurante y la mezcla de
felicidad con incertidumbre es siempre un espejismo en “Dexter”. Hannah
va a descubrir tanto que Debra pretende desenmascararla como que es la hermana
de su nuevo novio… George, para termina de liar y tambalear todo, pide permiso
a las altas esferas de la Hermandad para acabar con Isaak… ya que se su
venganza personal se ha convertido en un peligro para sus negocios. El
siguiente paso de George va a ser poner de nuevo a Quinn contra la espada y la
pared para que recupere sus antiguos vicios… y trabajos sucios para la mafia.
Dexter
se mete en casa de Isaak para seguir los consejos de su nueva amante y asesina
en serie: debe conocer el motivo por el que el mafioso desea vengarse y verle
muerto. Dexter se encuentra con un asesino a sueldo que iba a matar a Isaak y
acaba cortándole la garganta. Isaak decide que la policía haga el trabajo y
lanzar una serie de indirectas al propio Dexter en la escena del crimen. La
policía le siguió toda la tarde y tiene coartada… pero sabe que ese asesino
estaba allí por intervención de George y que es prácticamente su fin. Es hombre
muerto a ojos de la Hermandad y quedan únicamente su fiel guardaespaldas y él
para completar su venganza. Dexter averiguará en un local gay, donde pasa a tomar
una copa al seguir a Isaak, que Viktor era su amante. También que no se detendrá
para completar su venganza y lo que podrían ser dos grandes amigos y animales outsiders
se han convertido en declarados enemigos. No hay vuelta atrás para ninguno de
ellos: uno de los dos morirá al finalizar la temporada. Ejem, Isaak palmará y
Dexter sobrevivirá para su temporada final… claro.
La
investigación de LaGuerta va a llevarla de nuevo a Dexter y el contrato que
rescindió en 2007 con ocho meses pagados de arrendamiento… Las fechas coinciden
y ahora LaGuerta tendrá que ser cuidadosa en su siguiente paso. Astor y Cody pasan
por su particular edad del pavo y también Dexter teme dar el siguiente paso para
meter a Hannah en su vida. Más, cuando su hermana le ha decidido que debe
asesinarla. Todo va a salir a flote: Astor busca un auténtico hogar y no nos
extrañaría que decidiera cambiar de aires en Miami con su padrastro para la
próxima temporada. También Debra se va a enterar de la relación que su hermano
asesino en serie tiene con Hannah y deja caer la bomba atómica: estaba
enamorada de él e iba a declararle su amor en la iglesia que les ha llevado a
un nuevo rumbo emocional. Dexter no sabe cómo asimilar la noticia y la propia
Debra lo ve todavía más raro que conocer que su hermano sea un asesino en
serie. Es momento de recopilar todo en una secuencia de montaje y conectarlo
con ese lugar especial de escape personal que tiene cada uno. Para Hannah fue
Argentina…
Argentina
es solo Argentina. No importa a donde vayamos, nos llevamos con nosotros todo
el daño que hemos hecho. Así que es nuestro hogar, el lugar al que huimos, o lo
es el lugar del que huimos. Sólo para escondernos en lugares donde somos
aceptados, incondicionalmente. Lugares en los que nos sentimos como en nuestro hogar. Porque
finalmente nosotros sólo podemos ser lo que somos.
Dexter
acaba en los brazos de Hannah: su nueva fuente de sinceridad con la que puede
ser él mismo. Es obvio de que va a ser la pieza que desequilibre su
enfrentamiento con Isaak. Lo veremos en “Helter Skelter”…
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