La segunda temporada de “American Horror Story”,
marcada como antología y distinción de ‘Asylum’, sigue revelando
rápidamente sus cartas y formulaciones. Nos encontramos ante un homenaje-revoltijo-de-clichés-y-post-popurrí-fan-fatal
que emerge nuevamente de las sombras con credenciales de la anterior campaña.
Evan Peters, Jessica Lange, Lily Rabe y Sarah Paulson planean de
nuevo entre futuras sorpresas. Y es que “Nor'easter”, tercer capítulo de
“American Horror Story: Asylum”, sigue generando nuevas revelaciones
que asustan por su pronta disposición al espectador. Para que se hagan una idea,
la esta temporada independiente a la antología que propone Ryan Murphy está
descargando tantos giros argumentales, homenajes y cliffhangers que miedo da
pensar en los próximos diez capítulos. ¿Qué puede ocurrir en una serie en la
que no hemos visto ni la cuarta parte y ha revelado más que muchos
largometrajes de género de los últimos años? Momento de repasar y analizar “Nor'easter”.
Veamos, para esta temporada tenemos refrito y para nada
fantasmal de psycho-killers, posesiones en un entorno religioso, manicomio
lleno de secretos, un evil-doctor, mutantes devoradores de carne humana y, por
si fuera poco, presencia alienígena en el pack. Con tres episodios emitidos y
semejante arsenal de posibilidades nuevamente la serie se propulsa al límite y
consigue mantener el equilibrio pese a bordear constantemente con el ridículo y
con un rápido y potente montaje. “American Horror Story” es una serie de
extremos y “Nor'easter” nos va a demostrar ya suficientes
revelaciones para tener en cuenta los elementos que manejaremos esta temporada.
En el anterior capítulo nos quedamos con la Hermana Mary Eunice con el ‘diablo
dentro’, con sucios, delictivos y oscuros secretos de la vida pasada de la
Hermana Jude antes de ponerse el hábito y con la revelación de que Bloody Face
no es el abducido Kit Walker, ya que ha hecho una ‘visita’ a la ex amante de Lana
Winters, Wendy… ¿Y por qué a ella?
En esa línea temporal introductoria que se desarrolla en
nuestro presente observamos que el efecto matrioska va a marcar un cumulo de
giros en la breve duración con la que cuenta en cada capítulo actualmente.
Recordemos que Teresa se oculta por el ataque de Bloody Face en la celda donde
algo arrancó el brazo a su reciente marido. Bloody Face apuñala a Leo y accede
a la celda para acabar con Teresa… pero su marido se recupera milagrosamente y
derriba al monstruo. Teresa le da de su propia medicina, coge el móvil y a su
marido y escapan… pero en un pasillo exterior se encuentran de nuevo mientras
llaman a Emergencias, cara a cara, con dos Bloody Face que les cierran el paso.
Uno de ellos saca una pistola y dispara a ambos haciendo que caigan al suelo —uno
no se puede fiar en esta serie de que aparezcan en el próximo capítulo como
fantasmas o se regeneren por arte de magia y guionista—. Observamos que son dos
jóvenes que llevan máscaras de Bloody Face y que están ‘jugando’ a ser asesinos
a (y en) serie. Se llaman Cooper y Devon y hacen mención a Joe… que en teoría era el
tercer fake-copy-cat-Bloody-Face que acosó a Teresa y que fue apuñalado
por la misma. Ambos observan el brazo amputado de Leo y se preguntan qué o
quién pudo hacerlo. No hay tiempo para más porque el true-Bloody-Face se
dirige a ellos con intención de darles de su propia medicina… Continuará.
Con el diablo dentro, la Hermana Mary Eunice va a jugar con
el Dr. Arthur Arden y la Hermana Jude para que tal vez se maten entre sí… Para
llegar a ese extremo hábilmente deja ‘caer’ un periódico —los diablos de alto
nivel tienen acceso a la completa información de hemeroteca— que saca relucir
el crimen que cometió Jude antes de ponerse el hábito. En “Tricks and Treats”
conocimos su libidinoso pasado y su asesinato al atropellar a una niña. Mary
Eunice guía a Jude contra Arthur Arden y a su vez intenta seducir a éste mostrándole
su sexo para disgusto del evil-doctor. Por si fuera poco, Arthur podría tener
un pasado nazi y acusa a Kit de ser un espía por el aparato que se recompone
solo — de origen presumiblemente alienígena— que le extrajo. Una tormenta se
acerca a Briarcliff y Jude ha preparado
una distracción en forma de película de Cecil B. DeMille, “El signo de la
cruz”, para regocijo del diablo: es una película repleta de fuego, sexo y
de muerte de cristianos… Mary Eunice liquida a una mejicana beata que había
reconocido la maléfica presencia y se la da de comer a los mutantes. Las intenciones
de Arden es que aguanten vivos el invierno… aunque la comida ‘humana’ pudiera
escasear.
Shelley, Grace y Kit quieren utilizar la sesión de cine para
escaparse mientras que Lana pide ayuda a Oliver Thredson para contactar con su
ex novia Wendy al no saber nada de ella… Oliver descubre que Wendy está
desaparecida y que la escena del supuesto crimen coincide con las anteriores de
Bloody Face. La policía hace caso omiso al tener ya un culpable… y esto provoca
que Lana se apunte a la huida y pida disculpas a Kit. Los cuatro escapan
mientras que Jude, por intervención diabólica, cae de nuevo en el alcohol.
Shelley ‘entretiene’ a un guardia, mientras que el resto escapa y Arthur Arden
maldice la perversión de su amada y pura Mary Eunice. Una Hermana Jude borracha,
en busca de la mejicana que piensa que se ha fugado, descubre a un alienígena
pero cuando se despierta achaca el encuentro a los efectos etílicos en la
tercera fase (y edad). Lana guía por el túnel subterráneo a Grace y Kit a la
salida pero en el exterior se encuentran con los mutantes que hacen que tengan
que recular sino quieren que les coman el culo. Jude, recuperada, para la
proyección y los tres fugados han vuelto a su sitio… mojados, embarrados y
llenos de miedo. Shelley se ve cara a cara con Arden que intenta violarla pero
no sabemos si un micropene, eyaculación precoz o impotencia evitan el momento
ante la burla de la ninfómana… que es golpeada y pierde el conocimiento. Cuando
se levanta descubre que está atada en la mesa de operaciones de Arden y que ha
hecho unos ligeros retoques a sus piernas por encima de la rodilla… Todos
piensan que se escapó la noche pasada y en el sótano del evil-doctor nadie
escuchará sus gritos. Así, que griten junto a Shelley hasta la próxima entrega…
¿Con qué nos sorprenderá de nuevo “American Horror Story: Asylum”? ¿Por
qué el alienígena considera tan importante a Kit? ¿Obedece Bloody Face a algo o
alguien? ¿Es uno de esos mutantes que en teoría ha ‘creado’ Arden?
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