“John Carter”
(2012)
EEUU
Director: Andrew
Stanton
Título original: “John Carter”
Sinopsis (Página Oficial):
John
Carter, la nueva película del cineasta galardonado con un Óscar Andrew
Stanton, es una historia de acción y aventuras ambientada en el exótico y
misterioso planeta Barsoom, también conocido como Marte. Basada
en la clásica novela de Edgar Rice Burroughs, la historia de John
Carter ha inspirado muchas de las películas más famosas e imaginativas de
Hollywood de ayer y de hoy.
Narra
la historia de un veterano de guerra y antiguo capitán militar llamado John
Carter (Taylor Kitsch) quien, inexplicablemente, es transportado
hasta Marte. Allí, y pese a su reticencia, se verá inmerso en un conflicto de
proporciones épicas entre los habitantes del planeta, incluyendo a Tars
Tarkas (Willem Dafoe) y a la cautivadora princesa Dejah Thoris
(Lynn Collins).
En
un mundo al borde del colapso, John Carter redescubre su lado humano
cuando se da cuenta de que la supervivencia de Barsoom y de sus
habitantes está en sus manos.
Esto no es “John Carter” sino
‘Granjero busca esposa’ pero en Marte.
Bueno…, el tal
Carter es un buscador de oro y no granjero… pero para el caso marciano es
lo mismo. Hay que películas que son aplastadas por sus antecesoras
y se confunden con antecedentes. La tímida y discreta taquilla que ha hecho en
EEUU en su primer fin de semana una producción de 250 millones de dólares invita al desastre, aunque puede
que el boxoffice internacional la salve de ser el mayor fiasco del 2012.
El motivo a señalar sería que la exitosa “Avatar”
(copia de 800 películas y 300 libros… y no voy a decir ‘Pocahontas’
para no repetirme como el James Cameron) llegase antes y triunfase (y de lo lindo) marcando la
referencia y referente en cuanto mundos digitales se refiere. De hecho, el reestreno en 3D
de “Episodio
I: La amenaza fantasma” (también aparente ‘referente’ de “John
Carter”) sólo se ha notado, al parecer, en las salas de
EEUU. La cinta de Andrew Stanton forma
una terna con “Prince of Persia: Las arenas
del tiempo” y “Cowboys & Aliens”
tanto en temáticas, formas, fondos, altísimos presupuestos y (mal)logros. Las
tres, a la espera de confirmación de la última estrenada, tuvieron flojos
resultados en el boxoffice norteamericano, acorde a sus críticas,
salvando los muebles en la taquilla internacional. Es necesario recordar que
fue noticia que Pixar se
embarcase en un proyecto de actores de carne y hueso y que lo ha seguido
siendo, ya sea por temor, envidia o perplejidad, hasta el mismísimo estreno de
la que ya ha sido calificada como una de las decepciones del año.
¡A enseñar pechos y pezones! ¡Qué vergüenza! |
“John Carter” incluso
puede ser vista como un cruce de “Planet Hulk” en Marte con un
Superman cuyo
Krypton es
el planeta Tierra,
pero con todos esos antecedentes y parecidos más que razonables llega el
momento de reconocer la verdad: la novela de Edgar Rice
Burroughs, ‘Una princesa de Marte’, data
entre 1911 y 1912. Aquí pueden estar los orígenes aunque sean aplastados por un
irreal pasado de los estigmas del encanto pulp intergaláctico y muchos sin
saberlo. El problema es que toda esa supuesta gracia del papel impregnado en tinta
se ha diluido en kilo-millones de efectos especiales y renderizaciones o tal vez bajo el sello Disney donde se enmarca la obra. Aquí no
hay carisma ni actor principal con garra en la figura e interiores de Taylor Kitsch, que
recuerda a la versión masculina de Elizabeth Berkley. Ha
tenido que enseñar las tetas durante prácticamente todo el metraje en la gran
pantalla… para fracasar. Digamos que John Carter es como una mezcla de Willy Toledo, George Taylor, Súper Mario Bros con el salto crackeado y Chiquito de la Calzada en “Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera”-
Si el momento de mayor tensión emocional está ‘disponido’
en este diálogo apaga en teletransporter y vámonos…:
«Puede que hayamos nacido en mundo distantes… pero te conozco, John Carter… Desde el momento en que me agarraste en el aire… lo supe. Sentí el corazón de un hombre dispuesto a entregar su vida por los demás. Un hombre dispuesto a luchar por una causa…»
¡En Marte no hay implantes mamarios! |
Pues eso, que mucho aire y mucha ventosidad
cinematográfica porque esta película es un pedo (aunque sin olor). Ay, qué pesado el John Carter con la cueva del oro por aquí y
por allá. ¡Qué cansino! Y luego la cansina del noveno rayo (de Raticulín)… ¡Qué cansina! Y para
colmo sale McNulty de “The Wire”, al que Hollywood solo le quiera de
malo-bribón marciano. ¡Una pena! Lo que no entiendo es que John Carter
tenga que pintarse de ese azul-avatar-cameroniano para iniciar una
revolución a lo “Braveheart” ni
que salve a la princesa de que ‘vierta
sus lozanas pieles y carnes’ en el suelo marciano una vez, dos veces… cinco
millones de veces… ¿¡Todo el rato igual!? Visto lo visto, yo mandaría más
sondas Viking y similares a investigar mejor
porque puede que se les haya escapado algo. Bueno, algo… algo… como que hay 3.000.000
millones de bichos de diferentes especies y no precisamente jugando al parchís
en una cueva, también enormes cruces de pitbull con ‘Copitos de Nieve’
hinchados de hormonas y esteroides, riachuelos por aquí y por allá, más naves
voladoras que en ‘Space Invaders’,
ciudades muy bien montadas con su zona de restauración y turismo regional y
todas esas cosas que debe haber en un planeta con VIDA… Ah, también anda por allí un señor saltando de colina en
colina para comprar el pan o salvar el mundo, que para el caso es lo mismo. Pero para haber tanta VIDA en ese planeta, la película parece una recreación teatral de “Espartaco” en un geriátrico. Lo dicho, una película muy sosa, con sabor a nada… Debe
ser que en Marte les falta sal.
No he visto la película ¿Cómo actúa Taylor Kitsch? Desde Friday Night Lights me parece un actor bastante interesante.
ResponderEliminarHola Anónimo,
ResponderEliminarHan querido hacer con él un doble de Charlton Heston pero calzan diferentes tipos de pezones.
Saludos y gracias por el comentario!
Hablando de pezones, en la novela original los marcianos no usaban ropa. Se han cortado más bien...
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