Lay the Favorite No pone cachondo ni a un ludópata

“Lay the Favorite”

Director: Stephen Frears

EEUU

2012

Sinopsis (Oficial):

La película llevará a la gran pantalla un libro de memorias de Beth Raymer de igual título. En él se nos contaba cómo ésta llegó a Las Vegas en 2001 con la esperanza de encontrar trabajo como camarera en alguno de los casinos más importantes de la ciudad. Mientras, tuvo que conformarse con ejercer dicho oficio en un simple restaurante, si bien uno de sus clientes le presentó a Dink, un profesional de las apuestas deportivas que buscaba a alguien de confianza para que fuera su mano derecha.

Ambientada en el salvaje mundo de las apuestas deportivas, Doble o nada cuenta la historia de la soñadora Beth Raymer, quien deja su trabajo como bailarina en un strip club de Florida para convertirse en camarera en Las Vegas. Allí comienza a trabajar para Dink, uno de los mejores en el negocio del juego, colocando apuestas por toda la ciudad para obtener una ventaja sobre los casinos. Su natural talento para los números pronto la convierte en el amuleto de Dink, hasta que la temible Tulip, esposa de éste, comienza a sertirse demasiado celosa. Sin muchas opciones, Beth abandona Las Vegas y viaja a Nueva York para trabajar para un desagradable corredor de apuestas; decisión que la acercará peligrosamente al lado equivocado de la ley.

Crítica Bastarda:

Pocos pueden entender el poco jugo que ha sacado Stephen Frears al libro autobiográfico de Beth Raymer perdido entre la calva brillante de Bruce Willis, las operaciones de cirugía de Catherine Zeta-Jones y la interpretación a lo Forrest Gump cocainómano y con bragas de Rebecca Hall. Titulada “Doble o nada” en Argentina y “La dama del casino” en Alcorcón hasta mediados del presente año, “Lay the Favorite” es una chorrada monumental que remite al libro en el que está basada como única explicación posible. La protagonista se mete en el mundo de las apuestas ilegales y no habita demasiado glamour aunque tampoco es una mafia integral como hemos visto tantas veces en las ficciones centradas en Las Vegas. Estamos ante una historia real con personajes de un mundo tan peculiar que bien pudiera ser descrito por los hermanos Coen o Terry Gilliam pero Frears maneja un libreto que desconocemos cómo puede tener la misma firma que “Alta fidelidad” o “Un asesino algo especial”. Poco loca y demasiado tonta, podría ser el resumen de una recreación que se mete de lleno en la tensión sexual de Beth y Dink con su celosa esposa y la mala y buena suerte yendo y viniendo como los ronquidos en las 61 salas donde se estrenó en EEUU durante una única semana.

Desde el stripper al garrulismo, Beth no para de repetir que se le dan muy bien los números pero a nosotros no nos salen las cuentas. ¡Vaya tontuna de película! Que si me enamoro de una calva, que me dejan calva porque la pariente no soporta que esté más buenorra (y joven) y me voy con otro con pelo para volver con la calva y huir de nuevo como un círculo de idiotez. Son apenas 90 minutos de película pero parecen 90 horas como poco. ¿Y estos tipos son apostadores deportivos profesionales? Que si las líneas tienen que estar ‘coloraas’, que si puedo ir a la cárcel porque esto es ilegal en algunos estados y, en definitiva, que si hago el idiota o apuesto a hacer el idiota. Que salga la ex novia de Piper Chapman de “Orange Is the New Black” al final nos da un poco igual, como todo lo que sucede en la cinta. Aunque con desnudos femeninos o una cinta porno podría mejorar su inexistente argumento.

Que “Lay the Favorite” fuera designada una de las peores películas del 2012 para público y crítica no extraña a nadie. Cuatro años de trabajo en el inframundo de las apuestas deportivas daban para algo más que un negocio de delincuentes cutres que operan dentro y fuera de la ley. Mucho dinero en juego y diversión cero para una película tan tediosa como frívola con unos clichés que si son reales deberían ser considerados un tremendo insulto: la tonta de buen corazón, el adúltero de buen corazón, la adicta a la cirugía estética de buen corazón, el novio lelo con buen corazón… Todo para unos espectadores ¿sin corazón? No, con cerebro. Por favor, no lo pierda con esta película que no pondría cachondo ni a un ludópata.