Mientras que Tina Fey y la
escritora Isabel Allende han sido las celebridades del reciente
homenaje a Michelle Bachelet por
la lucha de los derechos de la mujer… “30
Rock” sigue con su andadura en su última-y-esta-vez-sí-que-última temporada. La
reestructuración de la NBC ha
provocado la despedida de la serie que más premios ha dado a la cadena en los
últimos años y el ninguneo brutal e insultante a “Community”. Sin
contar con el lío que ha montado Chevy Chase con
un insulto racista que no se sabe si es una excusa de la cadena o una forma de
captar atención. De momento, sus protagonistas se lo toman con humor… pero lo
que importante es “30 Rock”. El
éxito de “The Voice” y el tirón de “Revolution”, “Go on” y “The New Normal” han provocado que estemos
a la espera de lo que ocurra con “Guys With Kids” y “Animal Practice” —en las porras de canceladas de todos los
seriéfilos—. Comento todo lo anterior porque lo mismo hay variaciones en la
parrilla de los jueves a la hora en la que se emite el show de Tina
Fey. Sí, en la NBC uno no puede morir tranquilo. Ni siquiera “Last Resort” puede competir con “The Big Bang Theory” y “Unwindulax”,
cuarto capítulo de la séptima y última temporada de “30 Rock”, se
tuvo que conformar con una audiencia que no llegó ni a los tres millones y
medio de espectadores. ¿Malos tiempos para el humor con clase?
La política llegó de nuevo a “30
Rock” y todo hace indicar que la serie quiere seguir las
elecciones presidenciales de EEUU con golpes de humor mediante el absurdo y
disparate. Así, todas las tramas secundarias van a confluir para dejarnos en
ascuas en un ‘Continuará’… Sí, “Unwindulax” apunta
a capítulo doble. Pero centrémonos en lo vivido: se resumen en ideas contra
dinero y que en da lo mismo una pantalla táctil y los mejores analistas que un
juego de mesa de figuras de cartón. El resultado es el mismo: Florida, el pene
de América, es el estado decisivo en las elecciones entre Obama y Romney. Por
partes: Jack utiliza a Liz en un almuerzo republicano para mostrar el lado
menos conservador y liberar y así recaudar fondos a su costa. Con las cortas
sobre la mesa Jack declara que utilizará el dinero para colocar a Romney en la
Casa Blanca mientras que Liz desplegará en TGS las mejores ideas para apoyar a
Obama. La guerra está servida.
Las estrategias con Garrett Romney sobre cómo ayudar
a su padre a conseguir más votos se convierten en un quebradero de cabeza para
Jack. Llegan los cameos: mientras que Jack soborna a Don
Cheadle para un anuncio en el que pide el voto
afroamericano a Romney, Liz utiliza al primo de Lutz (Kellan
Lutz) para hacer una proclama a favor de Obama… Ambos
fracasan: ningún afroamericano se cree a Cheadle y Kellan
Lutz vuelve loca a la audiencia sin importar aquello que tenga que decir.
Pero aquí aparece Tracy para mostrar y revelar la verdad: todo se basa en el
norte Florida, donde la gente sólo quiere tumbarse en la playa y beber sin que
nadie le diga lo que tenga que hacer. Esto nos lleva a Unwindulax (Descansar
y relajarse), el lema de los vagos ciudadanos de Florida que rodean Rockefeller
Plaza. ¿Por qué están allí?
Tal y como nos han revelado desde el comienzo, Jenna
sacó un hit titulado ‘Atrapa-ladillas’ que trata de Jenna cogiendo ladillas en
el paraíso… Se ha puesto muy de moda y cientos de habitantes de Florida están
acampado, relajados y bebiendo a la espera de la actuación de Jenna en ‘The Tod
Show’. Jenna se da cuenta de que tiene que seguir el principio Unwindulax
para seguir manteniendo a sus fans. Toofer, Frank Rossitano y J.D. Lutz opinan
lo contrario. Aunque Pete inicialmente se encuentra saturado e intenta oponerse
a los atrapa-ladillas por su juerga en el exterior que no le permite
concentrarse en su trabajo, cede a sus instintos de relax y alcanza la
tranquilidad en su vida. Pete bloquea el ataque definitivo de sus guionistas en
forma de DVD recopilatorio… mientras que Jack y Liz se dan cuenta de que Jenna
Maroney decidirá las elecciones de EEUU y será la persona que decida quién será
el próximo presidente. Kenneth, desaprovechado en este capítulo, nos da el
‘Continuará’ aunque estuviera hablando con una araña a la que iba a liquidar… Pues eso, que CONTINUARÁ.
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