a) ¿Me puedo levantar? Tengo las lentejuelas
clavadas en el culo.
(Madre de Pedriño)
b)
Dolores: Zamara tiene un
hijo.
Isidoro: ¿Por qué no me lo
ha dicho antes?
Dolores: Solo tiene tres
meses.
c) Dicen que para encontrar un
príncipe azul hay que besar cien rabos. En mi caso, con un rabo cien veces
también vale. (Jia Liu)
d) Tengo miedo a enamorarme de las 3… la vida no es lineal. (Isidoro)
e) La chica es muy corpulenta, pero es un ser humano. (Gabi)
Jia Liu gana, de momento, con el 60% de los votos. Ahora es momento de
revisar quién gana el corazón de los hijos tróspidos.
Isidoro y Dolores son la madre e hijo más almodovorianos y pasan de Almansa
a Benidorm con su risa diabólica. Ni Lisi Minilli o la no confirmación de que Swarovski es una
palabra vasca y surgida en la calle del coño de Benidorm. Mucho menos de
Benidorm al cielo… aquí lo que quiere Isidoro es decidirse entre Natalia y
Alexandra. La stripper le pone la pierna encima y con la choni vasca camina por
el paseo de las estrellas para estrellarse: no sabían quiénes eran José Luis López Vázquez y Verónica Forqué. Mucho Pajares y,
al parecer, mucha paja… y sí, mental.
Gabi y Toñi buscan un sitio fino en La Rioja. Priscila no entiende que pongan juntas a las pretendientas… pero el problema viene designado por los celos y extraño y fatídico triángulo romántico-dramático cargado de trospidez. Mientras que Patricia llora por cada esquina, Priscila hace que Gabi se lo pase bomba en ese extraño juego de placer y dolor. La Cersei Lannister de la costa, no obstante, caza a Priscila y sus supuestos estudios de derecho mientras que Patricia seca sus lágrimas y al parecer a Gabi en la cama. La virginidad antes del matrimonio para los chinos mientras que descubrimos, poco a poco, que Priscila es hija de un Fraguel.
Pedriño y Mary quieren recuperar el protagonismo perdido. Un actor porno y
un camionero son los amores en disputa con suegra y una marica puta. Caravana
de gays con rumbo a Tarifa para hacer un homenaje a las aventuras de “Las
aventuras de Priscilla, reina del desierto” con monjas. Por fin Pedriño se
lanza: primero con su camionero aunque le salga casto, y finalmente en un baño
y bronceado de barro con su actor porno. Ya era hora que Pedriño se echara una siesta
y alguien le sacara el barro del culo. Pedriño tiene claro el tema de la
profesión de su posible marido: «Yo sería como las mujeres de los toreros: no
vería tus corridas».
Luis Carlos y Álvaro y Paqui se dirigen a Asturias para limar asperezas e impurezas. Miriam y Paqui tienen sus más y sus menos mientras toman sidra, queso… Bueno, una de ellas… La otra espera que la suegra reviente. Elena y ‘Corde’ se van de cita con Luis Carlos y Sara con Álvaro para un destroce de interiores de una canción de Nino Bravo. Ni la nata lo salva. Las parejas funcionan perfectamente e incluso Paqui liga con el mozo de cuadras. ¿Un spin-off de Paqui?
Javi e Isabel es
lamentablemente la historia más previsible y spoileada por el propio programa.
Sabemos que Javi se quedará con Rocío por el montaje que resumía la temporada y que
desvelaba el abandono de su madre. Sara se siente defraudada por la ‘otra’ y
coge sus maletas y se da a la fuga. Javi evita el trauma e infarto a su madre
Isabel. Rocío sigue contando con el odio de su futura suegra y con destino a
Ibiza. Una noche para que duerma en la playa con una, y un día de sol para
dejar las cosas claras: Isabel también hará las maletas si se queda con Rocío…
La tormentosa relación del escupefuegos y los morros perfilados de su madre continuará
en el próximo programa, aunque esta vez las madres abandonarán a sus polluelos para
poner el ambiente mucho más caldeado. ¿Estamos preparados para tanta trospidez?
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