“666 Park Avenue”
EEUU
2012
Sinopsis (Página
Oficial):
Si pudieras pedir un deseo, ¿cuál sería? ¿Y qué harías para conseguirlo?
En “666 Park Avenue”, todos sus sueños y deseos ardientes pueden hacerse
realidad: la riqueza, el sexo, el amor, el poder, incluso la venganza. Pero tenga
cuidado con lo que desea, porque el precio que se paga… podría ser tu alma. Bienvenido
a Drake, el nuevo edificio de apartamentos en el Upper East Side de Manhattan.
Propiedad del misterioso Doran Gavin (Terry
O'Quinn) y su atractiva esposa
Olivia (Vanessa
Williams), The Drake es el hogar
de decenas de residentes que no saben que están viviendo en el abrazo oscuro de
fuerzas sobrenaturales. Ellos piensan que todos sus sueños se hacen realidad,
sólo para descubrir que han sido atraídos para hacer un pacto con el diablo.
Cuando una joven pareja del medio oeste —Jane Van Veen (Rachael Taylor) y Henry Martin (Dave
Annable)— son contratados para
administrar The Drake, pronto descubren que la obsesión y la manipulación del
mal tienen una casa.
Es curioso que una
serie que habla de pactos con el diablo
no haya pensado en poner precio a su alma para tener una vida televisiva
cuasi-eterna. Tal vez el problema es que “666
Park Avenue” no tiene alma: todo hace indicar que se trata de un producto diseñado
para captar al público de “American Horror Story”, aquel que también pudo quedarse indignado por las
cancelaciones de “The Gates: Ciudad de vampiros” y “The River”. Un
momento, ¿estas dos series también eran de ABC, no?… Y ABC nos
las renovó emitiendo únicamente su primera temporada… por falta de audiencia… Y
“666 Park Avenue” no es que haya
empezado muy bien en la noche de los domingos… Uy, uy, uy… ¡Qué terror! Aquí el
diablo tiene un rabo en el que se puede leer «cancelación».
En el 999 Park Avenue ocurren muchas cosas paranormales: hombres que tienen la regla, intentos de muertes cutres por ascensores demoníacos, deseos libidinosos que se hacen realidad y gente un pelín tonta que no se da cuenta de lo que está ocurriendo. Menos mal que la protagonista es la chica lista que empieza a investigar… aunque con el siguiente diálogo yo es que no sospecharía, ¡acudiría directamente a la iglesia más cercana en busca de un exorcista!:
—Salón, dos habitaciones, dos baños completos, chimeneas de gas tanto en la habitación principal como en la sala de estar.
—¿Seguro que este es nuestro apartamento?
—Sí. Se da con el trabajo.
—¿Qué le ocurrió al anterior encargado? || Sí, ¿por qué alguien querría dejar esto?
—Por lo que sé, se mudó a un sitio más cálido…
Uy, uy, uy… ¡Qué terror! Aparte de tomar muchos prestados de “Pactar con el diablo”, el diablo aquí no gana para facturas de Movistar. Si te viene la regla por la mano, es que el diablo te va a dar por el ano… Si eres ‘satánico’ y no de Carabanchel, consigues empleo en un suspiro. Si empiezas a ver esta serie lo normal es que desciendas a los infiernos… cómicos. Han querido hacer un “American Horror Story” sofisticado y les ha salido un churro sin gracia principalmente porque no pueden meter temas tabú, violencia, sexo, y palabrotas, señas características de la serie de FX. “666 Park Avenue” es de una simpleza abrumadora aunque lo positivo es que incita a la comedia con visiones de gitanas-chonis-ladronas, tentativas de slasher y telefilme erótico marujil con un momento ‘pies negros’ de la protagonista difícil de superar.
Alex Graves, que ha
dirigido episodios de “The Newsroom”, “Terranova”, “Pan Am”, “El ala oeste de la Casa Blanca”, “Fringe” o “Ally McBeal”, entre otras series, se ha
encargado del piloto. Pese a que la ficción sigue el manual de serie de
fantasmas y almas errantes, no sé si quiere ir en la onda “Bedlam” AKA “MelGhost Place, en ocasiones veo muertos fashion” con ese
edificio de apartamentos de lujo y sentimientos barriobajeros. La serie utiliza
a esa pareja de nuevos inquilinos y empleados para que veamos los entresijos (y
entre-pasillos) satánicos que se han montado el propietario (Terry O'Quinn) y su mujer (Vanessa Williams). Rachael Taylor y Dave Annable interpretan a los
protagonistas que son muy buenos, confiados, ingenuos y tienen sueños como
todos nosotros. No son avariciosos y codiciosos, vamos… pura ciencia ficción. El
único defecto de ella —¿por ser mujer?— es que es una cotilla fisgona. Lo
anterior —y no lo de cotilla— implica claramente que la serie quiere cohesionar
su terror con el nuestro. O sea, que el espectador mire bien a partir de ahora
los contratos de arrendamiento por si incluyen una cláusula que indique que su
alma pertenece a partir del momento de la firma al satánico propietario… o que,
en definitiva si alguien es amable contigo es que seguramente quiere tu alma… Uy, uy, uy…
¡Qué terror!
Luego llegan los secundarios, tentaciones y brujas canís. Si alguien me dice que se parece al Polanski de “La semilla del diablo” le recordaré que Amanda Woodward en “Melrose Place” era más villana y diabólica que el humo negro descafeinado de este teatrillo de terror infantil. No sé si esperan que el público norteamericano desconecte los domingos con una dosis de terror fashion o si Los Cazafantasmas aparecerán como cliffhanger en los próximos capítulos. Lo mismo funciona mejor que “The Gates: Ciudad de vampiros” y “The River”, pero me temo que su destino es el mismo infierno que las anteriores. La gran duda que plantea la serie, eso sí, es saber qué tiene de satánico. ¿Vanessa Williams, tal vez? Está más joven, ¿no? ¿Es que ha hecho un pacto con el diablo? Pero repito: ¿de verdad que la serie es satánica? El CGI cutre que han empleado en el piloto desde luego que sí… Por no decir que el banco te embargue el piso da más miedo y sí es más satánico. Sí, ay, ay, ay… ¡Qué terror!
El piloto es lamentable y ya deja ver que la serie va a ser un sinsentido. Creo que el cine de terror es uno de los más complicados de hacer correctamente y que hace falta mucho talento para que no se te vaya de las manos o para no caer en los mimos clichés anodinos y manoseados de siempre, en este caso me da la sensación de que les va a pasar las dos cosas.
ResponderEliminarHola David!
EliminarNo ha tenido tampoco unas críticas demasiado negativas aunque a mí me parece de lo más ridículo. Efectivamente como comentas AHS o The Walking Dead sorprendieron a la audiencia ya sea por su violencia o temas a tratar, pero sobre todo por buscar hacer algo distinto a lo que se hacía en televisión. El problema de “666 Park Avenue” es su look de telefilme...
Saludos y gracias por el comentario