“Boss”
llegó a su anticlímax antes de iniciar con sus episodios
finales la marca del rumbo que ha tomado la serie con “Backflash” y “The Conversation”. “Consequence”
es el acertado título del octavo capítulo de la segunda temporada de la serie
‘apadrinada’ por Gus Van Sant y guiada por la personalidad de Kelsey Grammer. La política, el poder, el deseo y el sexo se dan cita con una
enfermedad mental degenerativa y ecos shakesperianos que han otorgado a la
ficción un estilo propio. “Boss” funciona mejor cuando la mirada se dirige
directamente y a través de su personaje principal. El poder corrompe y todos
quieren controlar esa silla que gobierna el ayuntamiento de Chicago, aunque
ahora la carrera por ser el Gobernador de Illinois ha dotado la presente
temporada de nuevos puntos de vista y numerosos personajes. Sí, podemos
comparar la serie de Starz con las tramas políticas de “The Wire”: corrupción y lucha interna a todos los niveles. Antes de que lleguen “Clinch” y “True Enough” para cerrar la temporada es momento de
centrarnos en “Consequence”.
Dos episodios sin la enfermedad de Tom Kane han clarificado la propia visión del alcalde sobre los peligros que le rodean y también han despejado de dudas a los espectadores: “Boss” funciona como drama personal y político bajo la putrefacta corrupción sobre la que se sostiene el poder. En este capítulo vamos a comprobar que Ben Zajac tiene opciones como gobernador pese a caer sobre el lodo con las polémicas fotos junto a la ex mujer del Concejal Ross. De levantarse y caer trata la serie y precisamente en “Consequence” todas las acciones previas de Kane se activan para posicionarse en la recta final de la temporada. Incluso su propia hija Emma al quitar la medicación a su abuelo provoca que se caiga, se golpeé contra el cristal de la terraza de su apartamento y quede en coma… Para colmo de males para la hija de Kane, Darius se mete en un lío por robar los 5.000 dólares con los que sobornó a su agente de la condicional. El chico llega a la casa del alcalde con la cara destrozada para encontrar a su ‘novia’ en plena acción con el que podría ser su hermano por parte de padre… Ian Todd se postula, después de sabotear la candidatura de Kenneth Prentiss, para ocupar un puesto en el consejo ante el atónito alcalde… que se lo toma a ‘broma’. También es partícipe de la confesión de Emma sobre los medicamentos que suministraron los Kane para dejar al antiguo alcalde postrado durante 20 años.
El resto de tramas secundarias van dirigidas a la investigación de Sam Miller en Toronto en la clínica en la que se trató Kane. Los canadienses son muy confiados… y Miller descubre presionando a una empleada que el alcalde estuvo ingresado allí con tratamientos cerebrales y terapia electro-compulsiva. Ahora Sam podrá unir piezas. ¡Cuánto vicio en “Boss”! Entre la nulidad de las visiones aparecen las parafilias y coitos habituales en la serie. Descubrimos que el fiscal Jeff Doyle tiene algo con su ayudante Claire y no le ha sentado bien que se acostase con Zajac: apertura de piernas, dominación y caída de bragas… son la solución; pero sin sexo, que hay que respetar el matrimonio y al voyeurismo. Zajac, sin darse cuenta y en una entrevista que abandona, planta cara sobre su situación personal a un periodista. El vídeo en youtube le reafirma en su candidatura y el apoyo de la fiscalía hace el resto. ¿Volverá la interesada de su mujer al redil? El precio a pagar de momento es que tendrá que desvincularse de Kane: ya no le debe nada. A raíz de los disturbios de Chicago, “Boss” se ha convertido en un ‘todos contra Kane’.
El actual Gobernador Cullen le pasa la factura de los gastos de los disturbios por la utilización de la guardia nacional. Tanto Walsh como Zajac no se harán responsables si ganan. Eso quiere decir que Kane está solo y tendrá que buscar apoyos dentro del ayuntamiento para conseguir la salida de bonos y cubrir esos gastos imprevistos. Ross llega a un acuerdo con Kane para darle cuatro jefes de distrito a cambio del apoyo. Mona mueve ficha para conseguir los nombres y se reúne con Trey para ser el rostro visible de Jardines Lennox. Ahora más que nunca peligra tanto su palabra como la del proyecto. La votación parece ir inicialmente bien pero, de repente, todos los votos comienzan a ser negativos. ¡Incluso los de Ross y sus hombres! Algo está pasado y Kane baja corriendo desde su despacho a la sala de votaciones. Llega tarde… ¿Quién está detrás de todo? Gerald 'Babe' McGantry ha comprado a todos los concejales que ha podido. Su inversión para Jardines Lennox fue amplia y no ha aceptado el cambio de rumbo de los Kane. El plan es sacrificar el castillo para derrocar al rey, porque los castillos se pueden reconstruir… pero los hombres no pueden. Con la ciudad arruinada y un Kane traicionado por todos y sin saber qué hacer llega el drama… y vuelven los temblores. Todo ha vuelto a empezar pero esta vez desde los infiernos del poder y la decadencia.
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