El regreso de “30 Rock” a
nuestras vidas es para iniciar su séptima y última temporada. El descenso de
espectadores marca nuevamente un fin anunciado ya antes por Alec
Baldwin que la propia cadena. Precisamente el título del
primer capítulo de esta séptima dosis marca la ironía: “The
Beginning of the End”. Realmente es el ‘principio’ de otro ‘final’, aunque
el horario impuesto a la serie de Tina Fey en
sustitución de “Community” —el
grupo de estudio más peculiar del firmamento cómico regresa el 19 de octubre en
la noche de los viernes— ha causado un descenso en comparación con su anterior season
premiere y el de la propia serie de Dan Harmon. El
futuro, desde luego, es incierto aunque esos casi tres millones y medio de
espectadores disfrutaron con la inteligencia y absurdo de una serie que se nos
va… y que puede presumir de haber estado nominada a los Emmy como
Mejor Comedia en todas sus anteriores entregas, ganando en tres ocasiones.
¿Conseguirá el pleno esta nueva temporada?
‘¿Qué pasará con la banda de Rockefeller Plaza el año que viene?’, nos preguntábamos al cierre de la sexta temporada. “The
Beginning of the End” arranca fuerte con Liz Lemon sujetando un bebé en Rockefeller
Plaza… y soltando: «Después de todos estos años, por fin lo tengo todo. Voy a echar de
menos este lugar». Nada es lo que parece: el bebé es falso y la limusina de Jack
Donaghy irrumpe en escena para iniciar el habitual walk & talk. Mientras
que Jack se estabiliza después de su divorcio y su inexistente matrimonio
gracias a una apuesta que ganó en un campó de golf a un Arzobispo, Liz va a por
el bebé… Jonathan ha vuelto como inseparable asistente-secretario de Jack, que
ha encontrado inspiración para numerosos y desconcertantes pilotos de nuevas
series y shows para la NBC. ¿Qué tramará?
Cuando Liz es requerida por Jenna Maroney como dama de honor para su boda secreta a golpe de estrujamiento de manos, Tracy le revela la técnica del escaqueo mediante el sabotaje. Lamentablemente no puede hacer esto último cuando Kenneth Parcell y su novia Hazel le invitan a cenar a su casa. Hazel es una de las villanas más locas y delirantes que han aparecido por la recta final de “30 Rock”. Intenta ligarse a Tracy para tener enchufe como actriz en la productora del actor. Tracy rehúsa y le revela la verdad. Aunque Hazel lo niega, Kenneth se encuentra en un terrible conflicto: no puede dejar de creer a ambos. Decide considerar ambas versiones como verdad y deja pasar el primer enfrentamiento entre Tracy y Hazel. No será el último.
Liz se da cuenta que Jack está intentando sabotear a la NBC para que Hank Hooper, que se va a jubilar pronto, la venda. Jack es el ejecutivo de la cadena y no soporta la idea de reuniones con gente amable: es momento de pasar a la acción y pulverizar con pilotos se series absurdas o concursos intolerables la NBC. Liz piensa, por su propio programa, que lleva años haciéndolo… aunque Jack devela que es desde seis semanas. Tiene un inversor interesado que comprará la cadena y le pondrá al mando. Pero, de momento y si no lo evitan, Hank Hooper mantendrá Kabletown en su familia y con ello la NBC… Liz aplica esa misma medicina para no ser la dama de honor de su amiga Jenna. Organiza una despedida de soltera sorpresa en su casa pulverizando cualquier posibilidad de divertimento sexual de la Maroney. Finalmente la excéntrica actriz se da cuenta de la realidad no sin antes destrozar medio apartamento: ha elegido a Liz para que no le robe protagonismo. Pero su amiga tiene la solución: Jenna será tanto la novia como la dama de honor. Con la lección aprendida, Liz y Jack se reúnen para cerrar filas: ambos sabotearán la NBC y acabarán con la mierda que se traen entre manos. Llegó “The Beginning of the End” para marcar el principio del fin de “30 Rock”.
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