Boardwalk Empire (3x03) Bone for Tuna: All nostra buon fortuna

“Boardwalk Empire” ha sido renovada para una cuarta temporada. La HBO sigue teniendo sed de Atlantic City y de conocer todo el ascenso (y tal vez caída) de ‘Nucky’ Enoch Thompson. Los niveles de audiencia son excelentes y es una de las series de referencia en los Emmy, donde ha ganado numerosos premios técnicos y dos años seguidos la mejor dirección en sus dos temporadas completas hasta el momento. Su calidad está fuera de cualquier duda aunque es cierto que si la serie de Terence Winter ha sido incapaz de batir en los Emmy a la cuarta temporada de “Mad Men” —lo consiguió en los Globos de Oro— y a la primera de “Homeland” tendría que intentar ir en crescendo en esta y presente tercera. No es que las sensaciones sean demasiado positivas en comparación a tiempos pasados. Tal vez y posiblemente la propia serie lea la vida de sus personajes e intente buscar los propios paralelismos anímicos que los marcan. Ahora mismo la ficción ambientada en los convulsos años 20 de la ley seca norteamericana se halla iniciando un nuevo camino. Con esta cuarta temporada quizás el destino sea más firme. Es el momento de recapitular lo visto en “Bone for Tuna”, tercer capítulo de la tercera temporada de “Boardwalk Empire”.

Los remordimientos y el miedo a la soledad son los motores dramáticos de Nucky Thompson para el inicio de la presente temporada. El resto de personajes trata de hacerse un sitio y buscar un lugar para despejar las dudas del futuro. Está claro que si en la primera temporada el notable piloto de Scorsese marcó mucho el comienzo de “Boardwalk Empire” y a la serie le costó encontrar su rumbo. Fue posiblemente a partir de “Anastasia”, cuarto capítulo, donde la ficción halló una clara subida en intensidad y excelencia. En la segunda temporada el tablero de ajedrez estaba dispuesto y la partida fue muy notable con un season finale espectacular. El problema de la serie de Terence Winter es, en cierta medida, que tiene que empezar de nuevo como sus personajes principales… y tal vez en el próximo capítulo todo empieza a estar preparado para desarrollar la energía con la que van a llegar los hechos que están por desplegarse.

Todos los personajes están empezando desde cero: Nucky Thompson sigue sin perdonar a su mujer Margaret su intromisión y donación de los terrenos a la iglesia. Intenta tener algo a lo que aferrarse en una época de cambios. Hay dejado la política para convertirse en un mafioso que ha limitado su clientela a Arnold Rothstein para eludir sospechas. Su único lazo afectivo es con su joven amante Billie Kent con la que es incapaz de comunicarse telefónicamente… Se encuentra solo y atrapado por sus pesadillas y el asesinato de Jimmy Darmody mostrado como un inocente niño. Visión que se repetirá a lo largo del capítulo y que arrastrará como un fantasma. Algunos flashbacks que marcaron el destino de ambos están presentes, como su presentación en el piloto cuando la decisión de hacer secretario oficial del cuarto distrito a Paddy Ryan, que provocó una reacción en cadena. Nucky sabe que él creó a su peor enemigo al que tuvo que dar muerte…

El resto de personajes sigue posicionándose. Gillian tiene goteras y un amante y socio que no se quiere hacerse cargo, Eli Thompson sigue buscando su sitio y lo mismo es tanteado por Rosetti en el futuro, Meyer Lansky y Lucky Luciano siguen intentándolo con la venta heroína no sin encontrarse con violentos pormenores con su incorregible Benjamin ‘Bugsy’ Siegel y los hombres de Joe Masseria y, finalmente, Nelson Van Alden se va encumbrado hacía el lado oscuro. Humillado por sus compañeros de trabajo y con el único consuelo del sexo con su nueva mujer, acaba socializando en un local y en una redada es arrestado. No es identificado como un asesino de un agente federal en busca y captura pero debe pagar la multa y el propio agente que le chantajea le da una nueva señal: «Debe ser un vendedor penoso si esto es todo lo que tiene encima». La trama de Margaret para mantenerla ocupada se dirige al hospital y su lucha constante por los derechos de la mujer. Tiende una emboscada al Dr. Robert Landau, presidente del hospital Santa Teresa, durante la entrega de una condecoración por parte del obispo para que cree la sección de cuidados prenatales. Margaret ya tiene nuevo trabajo y seguramente nueva tensión sexual con ese Dr. Mason que ha cambiado de tabaco… ¿Cambiará de amante ante el abandono de su marido y el ninguneo que ejerce ella misma sobre Owen?

Si pierdes tu propia carne y sangre, ¿qué es lo que tienes?
No tienes nada.

Y con esto y un bizcocho llegamos a las dos tramas principales del capítulo. Obviamente lo de Rosetti es un tira y afloja para que florezca el ataque de ira definitivo de ese psicópata. Una vez que se ha hecho con el poder de Tabor Heights, Nucky se ve obligado a negociar… y le da un mes más de suministro con una visita de cortesía a Atlantic City. En la cena que tienen brindan y se desean buena suerte. Rosetti lo hace en italiano «All nostra buon fortuna» aunque Nucky entiende «Bone for Tuna» lo que dará aun equivoco que le sentará horriblemente mal al sociópata italiano. En este capítulo, desde luego, falta Gila y su teléfono. Rosetti quiere invitar a Nucky al Artemis pero los sentimientos de culpabilidad provocan que el asesino de Jimmy Darmony deje en la puerta a su invitado. Rosetti siente mucha atracción por Gillian y acaban hablando en privado. Sale el tema del socio que tiene actualmente y el distanciamiento con Nucky, aparte de consejos y rumores. Mickey Doyle sigue siendo un bocazas y asume el asesinato de Manny Horvitz para imponer miedo. Llega a oídos de Richard Harrow que no duda en presentarse en el dormitorio de Mickey para llevarlo delante de Nucky y reconocer la autoría y el motivo del asesinato de Horvitz: la venganza del crimen de Angela Darmody. Nucky se asegura de que tanto él como su familia no sufrirán la venganza de Harrow: Jimmy era un soldado y perdió su guerra; aparte del buen trato que le dieron tanto Margaret como él. Nucky le pregunta por los hombres y los remordimientos que tiene y si piensa en ellas… Fueron 63 y Richard Harrow le da a entender que conoce la respuesta… Está claro que Nucky sabe con quién puede contar para hacer que ese contador aumente…

Y para que el antagonista vuelve a emerger con más furia, Rosetti llega al almacén para darse cuenta que no está Nucky y en su lugar tiene que tratar con Owen Slater. El problema es que Owen le desea buena suerte en italiano leyéndolo de una nota que seguramente haya escrito Nucky: «Bone for Tuna». O sea «Hueso para Atún»… Rosetti queda indignado y esa indignación le carcome durante el trayecto hacía Nueva York. En la parada en Tabor Heights el sheriff aparece para también desearle suerte como despedida y provoca un ataque de ira que hace que prenda fuego con la gasolina al agente de la ley… Habemus de nuevo problemas. “Bone for Tuna” finaliza para dar coherencia al sueño de Nucky: llega por la noche al apartamento de su amante Billie pero ella no está… Se queda dormido en el sofá y cuando despierta huele a algo friéndose… Es Billie que está preparando en la sartén tocino para su desayuno. Billie llegó tarde y no quería despertar a Nucky. «Pensé que estaba teniendo una pesadilla», dice. La soledad hace acto de presencia pero ahora mismo Nucky no está solo… De momento…