viernes, 29 de abril de 2016

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Capitán América. Civil War: Sobre poderes y responsabilidades

“Capitán América: Civil War”
Título original: “Captain America: Civil War”
Directores: Anthony Russo y Joe Russo
EEUU
2016

Sinopsis (Página Oficial):

“Capitán América: Civil War” de Marvel, comienza donde lo dejaron Vengadores: La Era de Ultrón, cuando Steve Rogers lidera el nuevo equipo de Vengadores en sus continuos esfuerzos para salvaguardar la humanidad. Después de otro incidente internacional que involucra a los Vengadores en cuanto a daños colaterales que se producen, aumenta la presión política para instalar un sistema de rendición de cuentas y un órgano de gobierno para determinar cuándo se debe contratar los servicios del equipo. Este nuevo status quo fractura a los Vengadores, mientras tratan de proteger al mundo de un nuevo e infame villano

Crítica Bastarda:

Siempre se ha recurrido al leitmotiv de «un gran poder conlleva una gran responsabilidad» para hacer referencia a toda proposición de la superheróica. Aunque la coletilla se ha convertido en recurrente, la realidad es que pocas películas del subgénero habían hecho los méritos para dar forma y sentido a tal idea. “Capitán América: Civil War” aterriza para iniciar la ‘Fase Tres’ de los proyectos cinematográficos de Marvel sin olvidarse de todo ese conglomerado argumental que ha ido generando la maquinaria del estudio, ejerciendo ese recopilatorio y habitual pirotecnia de un intento definitivo de lograr un sentido del equilibrio entre el espectáculo y las capas dramáticas bajo las máscaras de sus (súper)personajes. Hemos llegado, tras pasos previos, a la era de la reflexión para posicionar a los Vengadores ante esa kryptonita capaz de desintegrarlos: su conciencia. Planteemos que el material realmente es el mismo al que se ceñía Carlos Vermut en su cortometraje “Maquetas”: pocos se preocupan por la devastación y secuelas que sufren las víctimas ―y sus familiares―, esos civiles cuya vida quedó para siempre quebrada ante una hecatombe ―de cualquier índole― del género fantástico. Vayamos a recapitular la recurrente demolición de ciudades como ya recurso de la saga cinematográfica ―y objeto de sorna― para marcar ese contexto tras las catástrofes en Nueva York, Londres, Washington o Sokovia. El concepto respecto a tal telón de fondo no resulta novedoso en el Universo Marvel televisivo, habiendo presenciado en Daredevil, Agents of S.H.I.E.L.D. o Jessica Jones los primeros efectos a la virulenta manifestación de personas con poderes generando miedo, desconcierto e incluso venganzas personales en la población civil. Ese punto de giro en las reglas de la convivencia ha dejado secuelas psicológicas que desea comenzar a explorar la cinta de Anthony Russo y Joe Russo, situando lentamente a Steve Rogers y a Tony Stark a su ya anunciado enfrentamiento. ¿Tienen que existir límites impuestos para los poderes o el propio sentido de la responsabilidad del superhéroe ha de marcar la senda de su justicia? En ese territorio surge el germen del choque y los tambores de esa guerra civil inminente sobre la que se ha recreado la cultura popular a golpe de meme ―con especial mención para el protagonizado por la tortilla con o sin cebolla―. Las burlas y los chistes han llegado a su fin y es hora de ponerse serios.


“Capitán América: Civil War” no desea caer en la intrascendencia y en la simple superficialidad, introduciéndonos en la propia psique de Rogers y Stark respecto a sus posicionamientos con los Acuerdos de Sokovia ante la creciente presión política internacional. ¿La solución para evitar bajas civiles y daños colaterales pasa por el que el Gobierno supervise y coordine las misiones de los superhéroes? ¿No supondría lo anterior también la culpabilidad por la pasividad y la inacción en determinados casos? El libreto de Christopher Markus y Stephen McFeely, que adaptan muy libremente la novela gráfica de Mark Millar, desea hacer hincapié en los conflictos personales de Capitán América e Iron Man, otorgando a ambas posturas una correcta construcción y justificación. En ese terreno y debate expuesto surgen los problemas. La kryptonita de Steve Rogers tiene nombre propio: Bucky Barnes. En Capitán América: El Soldado de Inviernopresenciamos que el superhéroe estaba dispuesto a sacrificar su propia vida para recuperar a su mejor amigo, controlado a todos los niveles por Hydra. Y aquí el gran mérito de la cinta de los hermanos Russo es enlazar el anterior y citado material con el conflicto de Tony Stark respecto a la pérdida de sus seres amados. En ese aspecto, el guion trata de recapitular los aciertos y deslices de anteriores entregas, como si tras Iron Man 3 y Vengadores: La era de Ultrón el egocéntrico multimillonario deseara corregir sus errores pasados y redimirse ante la sociedad para lavar sus pecados, siendo ahora un filántropo que desea hacer realidad los sueños de una nueva generación. Tony Stark está condenado a ser Iron Man y es conocedor de que ese hecho le hará perder definitivamente a Pepper Potts como parte de un rompecabezas y dicotomía sin solución. Tony, además, sigue atrapado en ese conflicto respecto al adiós de sus padres, ‘reviviendo’ el momento en el que Howard y Maria Stark se fueron para no volver jamás… La mecánica se amolda a la aparición de T’Challa (Pantera Negra) tras el desastre en una misión de Los Vengadores en Wakanda, que sirve como parte del prólogo del film. Hábilmente, la venganza hace acto de presencia y El Soldado de Invierno se convierte en el centro de todo ese entramado argumental y sentimental que, poco a poco, va a cobrar forma para establecer la madurez sobre la quiere asentarse “Capitán América: Civil War”. Sigue existiendo, por el contrario, esa vocación de entretenimiento con ramalazos divertidos centrados principalmente en la presentación de Peter Parker como Spider-Man y la repesca de Scott Lang tras la escena de post-créditos de Ant-Man. Ese equilibrio, no obstante, se decanta por el desarrollo dramático del resto de implicados para que no sean simples secundarios sino que revelen un arco argumental y evolución. Aquí podíamos recuperar a Bruja Escarlata y Visión y su vínculo con la gema de la mente para trazar un discurso sobre monstruos y el citado poder y responsabilidad. Ni siquiera una entidad tan pura va a poder evitar someterse al conflicto de la cinta, dando a entender que todos ellos se enfrentan a posibles errores que harán mella en su conciencia.



Vayamos al eje de la cinta, donde los posicionamientos antagónicos de Steve Rogers y Tony Stark respecto a los Acuerdos de Sokovia dan la impresión de ser un macguffin ―junto a Crossbones― para presentar aquel elefante en la habitación que representa Bucky Barnes; encarnando a una bomba de relojería al poder ser ‘programado’ por Hydra para cometer las atrocidades que acompañan a cada una de sus misiones tal y como nos refleja el prólogo del film. En cierta medida, la exploración del universo cinematográfico de Marvel desea conceptuarse sobre la psique de sus superhéroes, siendo la conciencia aquello que dictamina y condiciona la forma de sus antagonistas. El rostro desfigurado de Brock Rumlow es el vivo reflejo de esos planteamientos para que Rogers ―como Stark en la visita de una madre que perdió un hijo por sus acciones― vean frente a frente los errores que desataron en sus actos pasados. La foto de un difunto y el inconsciente del daño colateral actúa como arma de fuego, por asociación, estableciendo “Capitán América: Civil War” esas credenciales psicológicas desde sus primeras secuencias. Pensemos en que los responsables de la saga cinematográfica son ya conscientes de los excesos pirotécnicos de sus pasadas entregas y, aunque el film nos regala una secuencia descomunal en el aeropuerto de Leipzig/Halle ―que marcará un antes y un después en el subgénero―, la idea es establecer un marco claramente humano como gran y mortal amenaza. El fichaje de Daniel Brühl para encarnar a Zemo escenifica dicha proposición, calentando en sus acciones un gran clímax para dejar claro a la audiencia que el Universo Marvel ha madurado y que su grandilocuencia ―y rimbombancia estruendosa― ha quedado ya en punto muerto, fusionados a un gélido escenario como marco de su acto final. La película demuestra que se puede llegar a otras cuotas sin necesidad de recurrir a la hipérbole sino a conflictos más viscerales y físicos. La coreografía no viene ya dictaminada por elementos superficiales, repletos de oquedad y saturación, sino que son los propios sentimientos primordiales aquellos que establecen el marco de los movimientos y acciones de los personajes. Y en este punto conviene recordar el propio y controvertido conflicto ―objeto de memes infinitos y burlas― que se establecía en Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia. Los hermanos Russo recurren a un concepto similar no para hallar la comunión entre dos pesos pesados del universo superhéroico sino para profundizar en el enfrentamiento que les ha posicionado como enemigos. La grandeza del libreto de Christopher Markus y Stephen McFeely es ahondar en la psicología del drama que afecta a los conflictos de sus protagonistas, como si fueran títeres de sus emociones más primigenias y alcanzando una satisfactoria madurez en el proceso. Y si en “Capitán América: Civil War” figura el nombre del superhéroe que encarna Chris Evans es porque acaba siendo aquel que merece la condición de soportar la mayor de las responsabilidades, siendo aquel que permanezca inmóvil en su razonamiento pese a que todos a su alrededor le indiquen que debe apartarse y hacer lo correcto.


Siguiendo el legado de Peggy Carter, Steve Rogers se postula como aquel ‘árbol’ moral que eleva el discurso épico de la cinta. Él es el corazón emocional, aquel portador del estoicismo del superhéroe que conoce que «un gran poder conlleva una gran responsabilidad» frente a un Tony Stark, que trata desesperadamente de mantener unidos a Los Vengadores y acaba devorado y consumido por la venganza. Iron Man, por lo tanto, recibirá la mayor de las lecciones pero estableciendo en su propia separación una catarsis para saber que existe una persona con unos valores inamovibles y privilegiados, con una capacidad de perdón más allá de lo que él mismo logrará en su vida. “Capitán América: Civil War”, posiblemente el film más completo y ambicioso de Marvel hasta la fecha ―que no el mejor a nivel emotivo―, incide en conceptos trillados como el héroe atormentado pero, contrariamente, somete el conflicto de sus personajes a una lóbrega catarsis para que elijan convertirse en héroes o diluirse en la venganza. Al fin y al cabo, Tony Stark era el (otro gran) villano de Vengadores: La era de Ultrón, siendo su creación la metáfora de su reverso oscuro y nuevamente en esta cinta quedará reflejado, pese a justificar plenamente su pronunciamiento, por aquel amigo capaz de revelar que su idealismo y convicción son determinantes. Recordemos que la referencia de Stark a “El mensajero del miedo” de John Frankenheimer para referirse a Bucky Barnes no es aleatoria teniendo en cuenta el concepto y también la contraposición de Rogers, creado originalmente como propaganda dentro de una guerra ideológica. Capitán América, por su parte, está a la altura de levantar mínimamente el Mjolnir y tal vez no pueda completar la proeza porque está dispuesto a cruzar ciertas líneas grises por defender a los suyos sin convertirse en un justiciero, apartándose de ese discurso político sobre títeres del estado y desmarcarse de su propia condición (y representativo escudo) como acto de su épico sacrificio final. Aparte de mecánicas previas, el film es una mutación dentro del subgénero al deshacerse de conceptos que parecían obligados e ineludibles como un auténtico villano, puliendo la introducción de Pantera Negra como un inteligente catalizador respecto a su discurso sobre la venganza. Y es que la idea es que esa guerra civil tan anunciada acabe siendo simplemente interna a los personajes, siendo el poder y la responsabilidad las piezas claves de tan acertado enfrentamiento.


Apuntes bastardos (AVISO SPOILERS):

Unas de las previsibles y erradas críticas hacia “Capitán América: Civil War” va a ser dirigida sobre la escasa notabilidad de su supuesto villano. En realidad, puede que estemos ante la primera cinta de superhéroes sin un villano ya que tanto Crossbones como Zemo están trazados sobre el conflicto de haber sido consumidos por la venganza. Son más víctimas, en distintas variaciones, condenadas a la autodestrucción y plantar la semilla (en una articulación vírica) de esa represión y vendetta. No son, por lo tanto, villanos al uso sino que simplemente desean ‘detonar’ esa guerra civil en el seno de Los Vengadores a través de Bucky Barnes. Aquello que realmente plantea el libreto del film es la capacidad de nuestros héroes a sobreponerse a la más complicada prueba para ratificar ese sentido de la responsabilidad sobre sus poderes. Iron-Man, por su parte, pierde parte de su humanidad en el proceso y no confía en que Capitán América la posea, dándole una lección al dejarlo con vida y simplemente buscar una vía para finalizar su contienda. Por parte de Pantera Negra, encuentra el sentido de la redención y la venganza postulándose en esa senda de la sombra del árbol moral de Steve Rogers.

Es interesante que Bucky Barnes luche sobre su propia condición e influjo de Hydra y que curiosamente pierda esa prótesis cibernética que le unía a su pasado y pecados. Un concepto similar se utilizó enAgents of S.H.I.E.L.D.” cuando Coulson dejó su mano prostética sobre el cadáver de Grant Ward, como si así ambos personajes pudiera lavar sus pecados y crímenes cometidos con sus extensiones no naturales. 

Respecto a la anterior metáfora llega lo que era la gran incógnita de la cinta: ¿sobrevivirá Steve Rogers o, por el contrario, será el primero de Los Vengadores en morir? Finalmente, nos dejan claro por qué no habrá más películas de Capitán América (hasta nueva orden), conceptuando el sentido de una trilogía en su evolución. El personaje se separa de su característico escudo para revelar que ya no ha quedado atado a esa imagen de soldado lastrado a órdenes gubernamentales o de poderes superiores. Está a dispuesto a sacrificarlo todo para seguir siendo esa senda moral sobre la que el resto ha de sostenerse cual atlas. Es independiente y ha crecido como superhéroe, aunque deba operar a partir de ahora a la sombra y dejar una puerta abierta a la reconciliación con Tony Stark si alguna vez Los Vengadores le necesitan. Esa fractura en el grupo ―sumada a las ausencias previas de Hulk y Thor― evidencia que todos van a tener que unirse de nuevo frente a un enemigo poderoso y común. Sí, Thanos está a la vuelta de la esquina y “Spider-Man: Homecoming”, “Thor: Ragnarok”, “Guardianes de la Galaxia 2” y “Black Panther” nos van a dar pistas al respecto. Precisamente Steve ha conseguido un poderoso aliado como T'Challa y estamos seguros que la unión de ambos personajes ―como la criogenización del Soldado de Invierno― no son casualidad. De todos modos, ¿Hydra no había ‘muerto’ según el último episodio emitido de Agents of S.H.I.E.L.D.?

Es normal que, además y como colofón, aquel ‘mensajero’ de la paz no sea otro que el propio Stan Lee. ¿Su último cameo?

Reseña redux de la publicada originalmente en Cinema Ad Hoc.

Licencia de Creative Commons
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

8 comentarios:

  1. Lo que me gusto es que a pesar de que no hubo una baja mortal, todos los vengadores quedaron dañados por los eventos,Wanda y Visión su futuro no parece benevolente..sobre todo Wanda ¿Perderá la cordura?

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    1. Creo que aún no, pero la relación entre Visión y Wanda parece que está sentando las bases para algo parecido a house of M. Si la Fox se comporta como Sony el tiempo lo dirá, pues no veo posible un proyecto así sin mutantes por mas vueltas que le den.

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  2. Un detalle, es el aeropuerto de Leipzig, no Berlín.

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  3. Un apunte: solo resaltar el homenaje a Doctor Manhattan que se ve con Visión (y su evolución a la inversa respecto del Dios de Watchmen) y a Seven en esa última revelación de Zemo a los tres héroes en Siberia.
    Sí que me gustó Zemo, el sopapo que nos dio a todos cuando le soltó a Bucky que ni loco desataría a más como el Soldado del invierno al mundo y su encuentro final con T'chala en donde el africano al fin ve a dónde le está llevando su propia venganza y renuncia a ella me encantaron.
    Y espero expectante las pelis en solitario de Spiderman y Black Panther, además de que me emocioné cuando Ant-Man se roba el show de la batalla del aeropuerto (de Leipzig, por cierto).

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    1. Gracias por el apunte. Ya está corregido.

      Gracias por los comentarios y saludos. ;)

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    2. Y digo yo... porqué Antman parece tan lento y torpe cuando crece ?

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  4. siendo honesto yo esperaba mucho mas de civil war y en cierto punto hasta me decepciono. en primer lugar las motivaciones de Zemo para ser malo son ridiculas y una vez mas marvel falla para entregarnos un gran villano para recordar. la pelicula gira entorno a Zemo y no a la "guerra civil" que de esta no tiene absolutamente nada. y al final de esta Zemo es encarcelado de la manera mas estupida posible. otra cosa que no entiendo es la obsesion sicopatica que tiene el Capi para proteger a bucky en todo momento. solo bastaba que Iron Man y el Capi hicieran el esfuerzo de sentarse como buenos amigos y dialogar para que el capi comunicara que Bucky no tenia responsabilidad en los atentados y se hubiese acabado todo el conflicto asi de simple, pero sin un motivo Iron Man se ciega y solo esta dispuesto a inflingir el mayor daño posible a sus AMIGOS. no me gusto la forma en que introdujieron a cada personaje, se vio muy forzado y no se fundamenta, Ant Man aparece introducido de la nada y ridiculamente apoya al Capi y esta dispuesto incluso a MATAR HEROES al tratar de aplastarlos o lanzarles cosas cuando esta gigante. Spider Man otro personaje que fue desperdiciado, fue un acto desesperado de marvel para entregar "fanservice" a los espectadores mas superficiales,consumidores y poco exigentes y al final desaparece sin darnos una explicacion. Hawk Eye otro personaje que aparece de la nada y asi podria seguir... tampoco me gusta la forma que humanizan a un personaje tan poderoso y omnipotente como Vision.. en ningun momento senti la pelea principal creible y ni siquiera le llega a los talones a la magnificiencia y mistica que nos dio Batman v Superman. alguien pudo sentir que los heroes en la pelea del aeropuerto podria sufrir daño o morir?? toda esa pelea estubo llena de chistes tontos, nunca se vio a un Iron Man desesperado o alguno otro heroe sufriendo un momento de angustia o dolor. incluso Scarlet Witch podria haber retenido con un campo de de energia o algo parecido al grupo de Iron Man desde un principio para que el grupo del Capi valla a cumplir su mision, pero una vez mas nos entregaron "fanservice" un caos de mostrar quien tiene los poderes mas espectaculares y bla bla bla.. y mas chistes estupidos y es como si nadie se haya tomado la pelea enserio viendo que era obvio que heroes como Hawk, Spider, Falcon, Viuda Negra, etc podrian morir con todo lo que se lanzaban como camiones explotando... pero solo "fanservice y bla bla bla y mas chistes y dialogos estupidos que no venian al caso en un momento que debio entregarnos seriedad y credibilidad. En conclusion el arco de civil war queda en nada, no aporta nada a las peliculas futuras, todo termina tal cual empieza, no hubo algo que rescatar o un hecho que nos deje intrigrados o para debatir, hacer teorias o cosas como esas, al final no se enjuicia a Bucky ni al Capi ni a nadie, quedan libres, los daños colaterales se los pasan por el culo? jamas se mostro a una humanidad afectada por los daños que podrian inflingir los Avenger cosa que si hizo Batman v Superman que si introdujo el sentimiento y el dolor humano y los hizo participe de lo que pasaba y lo hizo de una forma esplendorosa y muy creible. en civil war quieren enjuiciar a los Avenger pero olvidan que ellos salvaron al mundo en 2 ocaciones de peligros que podrian exterminar a gran parte de la humanidad pero no se aborda nada de eso. no es para nada la maravilla que todos pintan, no es mala pelicula pero tiene cosas incoherentes, malos villanos, la trama aveces se siente algo pèsada, dialogos largos, hasta unos amigos encontraron qe en algunas partes era aburrida. en fin creo que detras de todo esto de los criticos que alaban una pelicula y destruyen sin fundamentos otra hay una causa mayor y una guerra sucia, mano negra de una compañia que lo quiere controlar todo quizas??

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    1. Fijate que yo me he preguntado lo mismo... Por que destrozar una película y ensalzar hasta el infinito a la otra? Incluso aplaudiendo cosas que aún los fans de Marvel sabemos que no estuvieron a la altura de la película y de lo prometido?

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