Agents of S.H.I.E.L.D. (3x17) The Team: Secret Warriors

Bienvenidos a la enésima reinvención interna de “Agents of S.H.I.E.L.D.” y su capacidad para saber reescribirse incluso dentro de los propios episodios. En “The Team”, decimoséptimo capítulo de la tercera temporada de la serie de ABC, sabíamos que la introducción de los Secret Warriors iba a ser una realidad y, desde luego, un equipo formado por Daisy, Lincoln, Yo-Yo y Joey va a demostrar que puede derrotar a cualquier ejército de Hydra que se ponga delante. Esa carta de presentación es parte del anzuelo para diseñar otra clase de guion formulado sobre el ya habitual juego de cajas chinas a modo de rompecabezas, donde nunca somos capaces de ver que es aquello que viene a continuación. En ese aspecto, el show al servicio de Coulson y los suyos nunca nos ha engañado desde que Jemma Simmons fue transportada a través del universo debido a la ‘absorción’ de ese extraño monolito alienígena a Maveth. Allí existía una gran amenaza por encima del propio inhóspito planeta. Hive es el centro de todo y los escritores han decido anexar esa amenaza a ese otro agujero negro que representaba Grant Ward. Alienados los oscuros astros del mal, sabíamos que la visión de Malick tenía que hacerse realidad aunque lo curioso es que todo forme parte del citado y anterior rompecabezas. Y es que “The Team” la influencia de Hive va a posicionarse como una de las muchas amenazas que van a desestabilizar a S.H.I.E.L.D. desde dentro sin que nada ni nadie pueda hacer nada por evitarlo. Repasemos “The Team”. 

Vayamos al anzuelo y ese primer acto en el que los Secret Warriors se juntan para salvar a Coulson y el resto de agentes que han acabado en manos de Hydra. Tras la acción y presentación de todas esas posibilidades, comprobaremos que llega el punto de giro: Hive es capaz de ‘infectar’ a otros Inhumanos y hacer que trabajen para él. No es nada nuevo y es un recurso ya presentado… aunque desconociéramos cómo lo hacía. La mecánica del episodio, una vez ya posicionados desde su estupendo inicio repleto de acción, es que un miembro de los Secret Warrios está siendo influenciado por el villano y todos ellos son sospechosos. Fitz y Simmons nos introducirán la parte científica para que comprendamos que esa ‘colmena’ simboliza la ‘muerte’ para los Inhumanos según la perspectiva de Jiaying. Y es que formar parte de otro organismo diseñado por los Kree para organizar un ejército de seres delineados genéticamente no iba permitir el libre albedrio. Entonces, ¿para qué servirá ese orbe Kree? De poco le va a importar al grupo haber capturado a Gideon Malick e incluso haber acabado con Lucio cuando el propio enemigo conspira en el interior de la base… La idea de “The Team” de una efectiva y notable misión de rescate a un homenaje a “La cosa” en el que cualquier Inhumano pudiera estar ‘tocado’ por el dominio de Hive. ¿Cómo saber quién es el traidor? ¿Podrá el grupo volver a confiar de nuevo tras toda la crisis de confianza vivida? 

Coulson es advertido por Malick del plan de Hive y de que uno de sus Inhumanos se encuentra infectado por lo que la base es cerrada a cal y canto y los Secret Warriors no informados de los motivos reales. Incluso una convaleciente May, en modo Terminator tras pasar por el taller y la ITV, arquea su ceja por el vaivén de miembros y compañeros de SHIELD desfilando de un lado a otro. “The Team” funciona bastante bien como un cúmulo de fuegos artificiales en el que la muerte de Malick (y una explosión para cubrir sus huellas) activa todos los mecanismos de suspense. Y es que, tal y como reveló Mack antes de hacer realidad su visión, cualquier de los cuatro miembros de los Secret Warrios pudiera ser sospechoso. Todos son susceptibles de haber caído bajo el hechizo del gran archivillano. ¿Cómo, además, se transmite el supuesto ‘virus’? Joey asesinó a Lucio, Yo-Yo se hizo un rasguño en una pierna, el comportamiento de Lincoln es incierto… La idea es que sintamos la separación del equipo mientras el ambiente de desconfianza y paranoia incluso entre ellos mismos va rompiendo todo a su alrededor. En realidad, da la impresión de que a Hive poco o nada le importaba secuestrar la nave de Coulson y su equipo sino que la intención real era atraer a los Secret Warrios para plantar la semilla del mal. ¿O el infectado fue ‘atacado’ mucho antes? En realidad, la maniobra de Daisy para por encerrar a todo su equipo en una celda de contención, tras aislarse previamente en un encuentro repleto de tensión con sus compañeros humanos. Y ahí llega el momento de sacar todos los trapos sucios…

La prueba realmente la encuentra Mack al revisar los casilleros de los miembros de los Secret Warriors ya que en la bolsa de Lincoln aparecerá ese misterioso objeto alienígena que divisamos en “Paradise Lost” (3x16). El novio de Daisy será reducido y se entiende que fue ‘captado’ por Hive en su encuentro en Transia Corporation. En ese juego de cajas chinas es evidente que faltaba una vuelta de tuerca final que no es otra que la revelación final: Skye (que no Daisy) plantó el señuelo incriminatorio en la bolsa de su novio. ¿Su objetivo? Confesar el crimen ante él tras ser exonerada. Veremos cómo Hive se encontró con la líder de los Secret Warriors en su huida de la base de Hydra e inoculo con su ‘suspiro de mal’ ese virus a modo de aliento irresistible lanzando cual hechizo de Harry Potter que te entra por los ojos para volverte loca. Daisy se dio cuenta en ese momento que necesitaban ‘algo’ (en el plan de esa colmena para dominar el mundo) y que tenía que retornar a la base. En cierto modo, podemos recordar aquello que ya pronosticó Raina incluso antes de obtener sus poderes de Inhumana: el destino ha llevado a esa pareja de monstruos a mutar y llegar a una satisfactoria conexión. He aquí la grandeza de un show construido sobre sus aciertos y errores, como si toda esa amalgama de contrastes y mutaciones conformaran los cimientos y estructuras de la serie. Daisy tiene la última palabra (y temblor) dejando claro a Coulson y los suyos que los tentáculos de Hive son poderosos y alargados. Y aquí no importa los gritos, que el grupo esté más dividido que nunca, los besos en esas posibles relaciones estiradas hacia lo imposible… Importa que la gran heroína está en manos del villano y dios del mal entre temblores y S.H.I.E.L.D. literalmente en ruinas. Continuará. 

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